DIRECTORIO: BLANCOS NEGOCIAN HASTA ÚLTIMO MOMENTO LISTA DE CONSENSO
Acuerdo global de consenso no se cierra y sectores evalúan listas propias
Que los hechos en política pueden cambiar de un minuto para otro es una verdad con la que los nacionalistas viven a toda hora, pero sobre todo cuando es tiempo de negociar cargos, y más todavía en la época de la instantaneidad de Whatsapp. Ayer, por ejemplo, eran las cinco de la tarde, faltaban menos de 24 horas del plazo para entregar las listas, y los blancos no paraban de llamarse y escribir mensajes con distintas propuestas y contrapropuestas, todo para llegar al ansiado acuerdo por una lista unitaria para integrar el Honorable Directorio del Partido Nacional.
Pero en el partido de Aparicio Saravia y Luis Alberto de Herrera domina todavía la incógnita, y se espera que así sea hasta al menos hoy al mediodía. Distintas sorpresas se han sucedido una tras otra conforme fueron pasando las horas de esta semana, y no se descarta que haya otras de último momento.
Una de las últimas fue el anuncio de la dirigente herrerista Graciela Guido, de que planeaba liderar su propia lista, integrada por mujeres de distintas partes del país. Pero casi que a último momento se arrepintió, señalaron a El País distintas fuentes partidarias. Pero es un caso de tantos. El presidente del Partido Nacional, Pablo Iturralde, sigue tejiendo las complicadas negociaciones para hacer realidad el plan original de cerrar un acuerdo global para integrar los 15 cargos del órgano de conducción nacionalista.
Sin embargo, “no se descarta, y tampoco se ve como un drama”, que el plan se desarme y se presenten todos los sectores por separado, dijeron a El País fuentes blancas.
El que sí seguro tendrá una lista aparte, y así lo comunicó desde un principio —en febrero de este año—, es el senador Jorge Gandini, líder de Por la Patria. Sabe que por la cantidad de convencionales que entiende que lo votarán —del total de 500— tiene asegurada una banca, o tal vez dos.
Luego, hay sectores que ya tienen armada su propia lista, impresa, firmada y guardada en un cajón, ante la chance de que no sean contempladas sus aspiraciones. Ese es el caso del Espacio 40, que lidera el ministro de Defensa, Javier García.
Es que pese a que el sector forma parte del acuerdo unitario —conformado por el sector del presidente Luis Lacalle Pou (Aire Fresco), el herrerismo, parte del wilsonismo y Mejor País—, en sus filas entienden que les corresponden dos lugares dentro de los primeros 10, mientras que Aire Fresco comunicó en las últimas horas
Graciela Guido intentó formar lista propia de mujeres, pero se arrepintió.
que ellos pueden llegar a cinco, por lo que le quitarían una banca al Espacio 40, informó ayer El Observador.
Además, también entró en escena la vicepresidenta, Beatriz Argimón, que también tiene aspiración de integrar el directorio, para lo cual hizo consultas jurídicas a última hora para saber si tiene o no impedimento constitucional. Es que cuando Lacalle Pou viaja al exterior es ella quien lo suple, y el primer mandatario tiene prohibido realizar cualquier clase de actividad política.
En paralelo, además, están las pretensiones del senador Juan Sartori que, en realidad, como es su estilo político, relega las negociaciones partidarias a personas de su confianza. En este caso fueron el exdiputado Alem García y su senador suplente, Juan Straneo.
De acuerdo al criterio de representación proporcional de los sectores, según las elecciones internas de junio de 2019 (ver apoyo) al grupo del empresario le corresponden tres lugares. Sin embargo, uno de esos corresponde a los diputados Álvaro Dastugue y Pablo Viana, que se distanciaron de Sartori pero igualmente reclaman ese cupo. En un principio, el sartorismo planteó a Iturralde que, como los legisladores no respondían al sector, no fueran tenidos en cuenta en el acuerdo global, y que en cambio ese lugar fuera ocupado por un integrante de Todo por el Pueblo.
Como Iturralde se opuso al pedido de Sartori, su sector comunicó la semana pasada que formaría su lista propia. Pero sabiendo que es probable que muchos convencionales de los más de 100 que tiene el sartorismo ya no respondan al grupo —debido al distanciamiento del líder en los asuntos partidarios desde marzo de 2020—, desistió de esa idea, y el lunes le propuso a los senadores Sergio Botana y Carlos Camy formar una lista con ellos.
El sartorismo no obtuvo respuesta hasta ayer por la noche. Botana reconoció a El País que le “tiraron la idea”, pero no la estaba considerando, y Camy no respondió los llamados y mensajes del diario.
A última hora de ayer, el sartorismo volvió a evaluar la posibilidad de presentar una lista propia, aunque no hay consenso a la interna respecto a esta posibilidad, pues hay temor de constatar la escasa fuerza electoral. Pero tampoco se cierra a ser parte de una lista única: sin embargo, siguen reclamando que Sartori ocupe el cuarto lugar, algo que Iturralde no asegura.
Como contrapartida, el sartorismo planteó la alternativa de incluir representantes de su agrupación en la primera línea de suplentes de otros sectores. El planteo se hizo a Espacio 40 y a la lista 404. Si esto es viable, Sartori aceptaría ir más abajo del cuarto lugar.