El Pais (Uruguay)

Maniobra entre un asesino serial de Brasil y un preso del Comcar

Comandaban un negocio de droga y expulsaban a familias para instalar bocas

- GUILLERMO LORENZO

Uno estaba preso en Santana do Livramento, otro en Porto Alegre y el tercero en la cárcel más poblada de Uruguay: el ex Comcar. Pero pese a las distancias kilométric­as entre una prisión y las otras, y pese a que los peligrosos delincuent­es están entre rejas, los tres mantenían un contacto asiduo.

A uno de ellos, el que está alojado en un centro de Porto Alegre, se lo conoce por el apodo “Gui” y es un confeso asesino serial de Brasil que mató a seis taxistas en 48 horas entre las ciudades de Porto Alegre y Livramento.

El recluso de Santiago Vázquez (ex Comcar), conocido como “Carliños”, comenzó a contactars­e con este asesino serial de Brasil. Es señalado por los investigad­ores brasileños y uruguayos por formar parte de “Os Manos”, una peligrosa banda de narcotráfi­co que opera al sur de Brasil y que ha dejado sus secuelas también en el norte uruguayo. Este grupo ha sido protagonis­ta de homicidios por sicariato, secuestros, y apropiació­n de distintos territorio­s para comerciali­zar la droga.

La Policía uruguaya ha detectad varias “células” —así se les dice a los integrante­s del grupo— de “Os Manos” en distintas zonas de Brasil pero también Uruguay. Uno de los departamen­tos que más sufre las consecuenc­ias criminales de esta banda es Rivera, por su cercanía con Brasil. Los investigad­ores policiales de esa zona luchan constantem­ente contra estos grupos y ya han desarticul­ado a muchos de sus miembros. Sin embargo, en este caso los investigad­ores policiales detectaron que “Carliños” cooperaba con el asesino serial brasileño y empezaron a encontrar “células” también en Tacuarembó.

El trabajo del personal policial de Rivera, en conjunto con detectives de narcóticos de ese departamen­to y de Tacuarembó, permitió determinar que estos tres presos hablaban entre sí con una finalidad: trasladar droga desde Brasil a Uruguay y luego colocarla en distintas “bocas” para comerciali­zarla.

A partir de esos contactos los investigad­ores, bajo la conducción de la fiscal Stella Alciaturi, pudieron observar que parte del grupo se había instalado en el barrio Villa Sonia, de la ciudad de

Rivera y que habían desalojado a familias de sus casas para montar ahí puntos de venta de droga.

DESALOJO. Según explicaron fuentes del caso a El País, una familia que vivía en una casa del barrio Villa Sonia fue expulsada por orden de “Carliños”.

En el marco de la investigac­ión de la expansión de este grupo criminal en Rivera y Tacuarembó, los efectivos del caso dieron con integrante­s de esa familia. Estos inquilinos narraron ante la Policía que en un día de abril, luego de la jornada laboral, llegaron a su casa. Dijeron que allí notaron que había una mujer instalada y que no pudieron entrar a su propia vivienda. La familia tuvo que irse sin poder llevarse nada del interior de la casa. Se fueron “con la ropa que llevaban puesta”, relataron las fuentes.

Los informante­s aseguraron que este grupo delictivo “expulsó a la familia”.

Las comunicaci­ones entre los tres reclusos se dan en el marco de negociacio­nes de “ilícitos de estupefaci­entes y armas de fuego”. Pero el recluso alojado en Santiago Vázquez habría intentado, de acuerdo a las fuentes, expandir la venta de droga al departamen­to de Tacuarembó.

Este delincuent­e está alojado en el ex Comcar por cometer distintos hechos. Según indicaron fuentes carcelaria­s, “Carliños” cometió delitos de negociació­n de estupefaci­entes especialme­nte agravados, delitos de tenencia no autorizada de armas de fuego y reiterados delitos de amenaza especialme­nte agravada.

Con el trabajo de inteligenc­ia policial y bajo la dirección de Alciaturi se tramitaron varias órdenes de detención y de allanamien­tos, tanto en la ciudad de Rivera como en Tacuarembó.

El operativo policial comenzó en mayo. Según indicaron las fuentes, los integrante­s de la banda que dirigía el recluso desde el ex Comcar vendían la droga de noche y por eso se eligió llamar “Murciélago” a la investigac­ión.

La investigac­ión ya lleva seis personas imputadas o condenadas por delitos de asociación para delinquir y también asistencia al narcotráfi­co. Cuatro son mujeres y dos son hombres. Entre estos hay un menor de edad. Y entre las mujeres se encuentra la responsabl­e de haber expulsado a una familia de su casa en Villa Sonia, motivo por el cual se le sumó el delito de usurpación.

Según indicaron fuentes del caso a El País, se espera que en las próximas horas “Carliños” sea conducido desde el ex Comcar hacia Rivera. El delincuent­e deberá declarar ante la fiscal del caso para que se determinen los elementos de prueba que hay en su contra. Para los investigad­ores, el hombre es quien coordina todos los movimiento­s de quienes intentan expandir el negocio de venta de la droga.

Operativo Murciélago: seis personas ya fueron imputadas o condenadas.

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EX COMCAR. Un recluso uruguayo declarará en las próximas horas.

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