UNA ERA DE PELIGRO PARA LA HUMANIDAD
Expertos advierten que crece el calentamiento y el riesgo de catástrofes.
El calentamiento global es peor y más rápido de lo temido. Alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se puede alcanzar el umbral de +1,5 ºc, con riesgos de desastres “sin precedentes” para la humanidad. A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow, Escocia, la comisión de expertos de ONU (IPCC), en un informe divulgado ayer lunes, responsabiliza al ser humano y dice que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. El informe revela el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºc, o de +1,5 ºc. A continuación los principales puntos del informe.
1. Temperatura. Hacia 2030, la temperatura media del planeta será 1,5 ºc o 1,6 ºc mayor a la de los niveles de la era preindustrial en los cinco escenarios relativos a las emisiones de gases de efecto invernadero —que evolucionan del más optimista al más pesimista— considerados en el informe. Esto sucedería una década antes de lo que el IPCC predijo hace solo tres años. Para mediados de siglo, el umbral de +1,5 ºc habrá quedado superado en todos los escenarios: para optimistas por 0,10 ºc y para los más pesimistas, por 1,0 ºc. Queda un resquicio de esperanza: en el supuesto de que se haga absolutamente todo para combatir el cambio climático, la temperatura global, tras haber crecido 1,5 ºc, será 1,4 ºc mayor a la de la era preindustrial en 2100.
2. Aliados naturales. Desde 1960, aproximadamente, los bosques, suelos y océanos han absorbido el 56% de todo el CO2 que la humanidad ha expulsado a la atmósfera, pese a que esas emisiones hayan aumentado un 50%. Sin la ayuda de la naturaleza, la Tierra sería un lugar mucho más caliente e inhóspito de lo que lo es ahora. Pero esos aliados —conocidos como sumideros de carbono— están dando indicios de estar saturados, y se espera que el porcentaje de CO2 que absorben sea menor conforme vaya pasando el tiempo.
3. La ciencia de la atribución. Cuantifica hasta qué punto el calentamiento global provocado por el hombre aumenta la intensidad y/o la probabilidad de que se produzca un fenómeno meteorológico extremo, como una ola de calor, un huracán o un incendio forestal. Los científicos establecieron que la ola de calor que azotó Canadá en junio, con temperaturas récord, hubiera sido “casi imposible” sin la influencia del cambio climático.
4. Nivel del mar. El nivel global de los océanos ha aumentado unos 20 cm desde 1900, y el ratio de crecimiento prácticamente se ha triplicado en la última década. Las capas de hielo que se deshacen en la Antártida y en Groenlandia son ahora el principal factor, por delante del deshielo de los glaciares. Si las temperaturas globales aumentan 2 ºc, el nivel de los océanos subirá cerca de medio metro en el siglo XXI. Y seguirá aumentando hasta casi dos metros para 2300, el doble de lo que el IPCC vaticinaba en 2019. Debido a la incertidumbre aparejada a las capas de hielo, los científicos no pueden descartar un aumento del nivel de las aguas de hasta dos metros para 2100.
5. Lecciones del pasado. Importantes avances en paleoclimatología (la ciencia que estudia las características climáticas de la Tierra a lo largo de su historia) han hecho que salten algunas alarmas. Por ejemplo, la última vez que la atmósfera del planeta estaba tan caliente como lo está ahora fue hace unos 125.000 años, y el nivel del mar era unos 5 o 10 metros mayor, lo que en la actualidad sumergiría a la mayoría de las ciudades costeras.
6. El metano. El informe incluye más datos que nunca sobre el metano (CH4), el segundo gas de efecto invernadero más importante, por detrás del CO2, y advierte que si no se logra disminuir las emisiones no se conseguirá cumplir con los objetivos marcados en el Acuerdo de París. Las fuentes provocadas por el hombre se dividen entre los escapes en la producción de gas natural, las minas de carbón y los vertederos, por un lado; y el ganado y el estiércol por otro. El CH4 permanece menos tiempo en la atmósfera que el CO2 pero tiene un poder de calentamiento mucho más importante. Los niveles actuales de CH4 son los más altos registrados en los últimos 800.000 años.
7. Diferencias regionales. Aunque todas las partes del planeta —desde los océanos a las tierras, pasando por el aire que respiramos— estén más calientes, algunas áreas se calientan más rápidamente que otras. En el Ártico, por ejemplo, se prevé que el aumento de la temperatura media de los días más fríos sea tres veces superior al promedio global del planeta. El nivel del mar también aumenta en todos lados, pero es probable que en numerosas costas lo haga un 20% por encima de la media.
8. Puntos de inflexión. El IPCC no descarta “puntos de inflexión” en el sistema climático, es decir, modificaciones abruptas de “escasa posibilidad pero impacto importante” que son irreversibles. Entre estos figuran la desintegración de casquetes glaciares con suficiente agua para elevar decenas de metros el nivel del mar, el deshielo del permafrost que encierra inmensos volúmenes de carbono o la transformación de la selva amazónica en una sabana.
9. Corrientes atlánticas. La Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC) —un sistema de corrientes oceánicas que regula el tránsito global de temperatura desde el trópico al hemisferio norte— se ralentiza, una tendencia que muy probablemente continúe durante el resto del siglo. Los científicos muestran solo una “confianza media” de que este sistema no colapse por completo, como ya ocurrió en el pasado. Si fuera así, los inviernos europeos serían mucho más crudos y se producirían perturbaciones en los monzones en África y Asia y un aumento del nivel del mar en el Atlántico norte.