¡Es la matemática!
Las estadísticas ponen matemáticas a las realidades políticas, económicas y sociales. Nos cambian la amena discusión bolichera para insertarnos en la física cuántica. Cantan que Noruega, Irlanda, Suiza, Hong Kong, Islandia, Alemania, Suecia, Australia, Países Bajos, Dinamarca y Finlandia son los diez primeros países del planeta en Índice de desarrollo humano (IDH) por educación, expectativa de vida, menor mortalidad infantil al nacimiento, y renta per capita (fuente ONU). Si visitamos físicamente algunos de ellos tocamos su calidad de vida. Solo un necio concluiría que los números mienten. Uruguay se ubica en el lugar 55° del ranking dentro de los países de nivel alto, entre más de 180 estados del orbe y en los primeros lugares de América Latina, junto con Chile y Argentina (este último en caída libre, con una pobreza cercana al 50% de la población habrá de verse qué ubicación le espera).
A su vez, Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Singapur, Suecia, Suiza, Noruega, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo son los diez primeros países con menor corrupción del orbe (fuente: Transparencia Internacional 2020) se ve una coincidencia de naciones con el dato anterior. La que sería plena si siguiésemos en ambos órdenes de ideas con la lista completa de países. Vale destacar que en corrupción Uruguay en todo el continente americano se ubica segundo después de Canadá, colocándose en el lugar 21º del mundo.
Estas circunstancias no son nuevas. Argentina en el siglo pasado supo estar entre las diez primeras potencias del mundo, y en renta per cápita y servicios sociales como educación y vivienda en 1959, momento de la revolución castrista cubana , nuestro vecino compartía con Uruguay y Cuba la cabeza en desarrollo del centro y sur del continente (fuente: Cepal). La Cuba de la dictadura de Batista tenía un nivel de vida económico y social mucho más alto que el actual hijo de la satrapía castrista y “socialista”. Sin libertad, derechos humanos, pan, luz, agua y papel higiénico.
¿Que tienen en común los estados y sociedades que están mejor ubicados en el expresado muestreo? : democracia política, honestidad de los gobernantes, respeto de los derechos humanos, separación de poderes; economía libre y políticas sociales (educación, vivienda y salud) y seguridad social eficientes. Se han cimentado en principios de convivencia promovidos por la inteligencia humana y la experiencia histórica por siglos.
Hay entre nosotros una línea de actitudes políticas contraria
Bill Clinton inmortalizó el dicho en 1992: “¡Es la economía estúpido!”
que se expresó en grupos de inmigrantes españoles e italianos que desde el año 1860, en Montevideo predicaban ideas anarquistas; que a comienzos de 1900 se continuaron a través del socialismo de Emilio Frugoni abrazando al marxismo; y del socialismo a su vez se desprendieron los comunistas vasallos de la Rusia soviética y los tupamaros y afines, organizaciones terroristas que mediante el crimen querían hacer del Uruguay la Cuba del Río de la Plata. Su mayor logro fue llevar al país a la caída de las instituciones en 1973. Estos “protestatarios ideológicos” a efectos publicitarios usan la figura republicana de Artigas y por necesidad proselitista ignoran soezmente toda la historia nacional construída por sus continuadores, próceres patrios, estadistas relevantes, y su pueblo.
Los hechos precedentes y su memoria son irrefutables, deben evocarse. Son señal al navegante. Guía siempre de la vida libre y mejor de nuestra gente.