Cementerio Británico

Ulyses de Giorgi Rodríguez | Montevideo

Denuncio falta de seriedad, sensibilidad y respeto por parte del Presidente de la Comisión del Cementerio, agraviándonos con su actitud a mis hijas, nietos y a mi persona, causándonos enormes daños morales muy difíciles de ser superados.

En efecto; luego de mucho dolor falleció mi esposa de cáncer, el día 19 de junio de 2021. Ese mismo día, llamé al cementerio para sepultarla al día siguiente, el 20 de junio, pues no efectuaría sepelio.

Me contestaron no poder hacerlo por falta de personal. Pregunto cuándo, para publicar el aviso. Se me contesta que ni el domingo ni el lunes ni el martes, pero sí el miércoles 23 a las 15 horas. Fecha, día y hora fijada por el cementerio.

Ante tal irregularidad, sin sensibilidad ninguna ante el dolor ajeno, me ofrecen dejar el féretro de mi esposa en la Capilla cerrada con llave, hasta el miércoles 23 a la hora 15.

Luego me aclaran no poder usar la Capilla por la descomposición del cuerpo; que debo contratar en la empresa fúnebre una cámara de frío por todos esos días.

Resultado: el miércoles 23 de junio a las 15, fijada por el cementerio, llegamos al mismo la carroza, tres coches de la empresa Carlos Sicco y esperamos una hora en la calle con mis nueve nietos, hijas y mi consuegra de 91 años, juntos con el servicio de la empresa y sus cuatro choferes, sin saber qué hacer.

Recién a las 16 horas abrieron las puertas.

Fue un escándalo; encontramos un drama espantoso, dejaron en la calle sentada en los escalones a la abuela de 91 años y nietos, que obligué que entraran, sin imaginarme la tortura final.

No había nadie, sólo nosotros, el féretro con mi esposa, los cuatro choferes de la empresa Sicco y un extraño mayor de edad que daba órdenes sin saber lo que hacía. Le pedí que se retirara; era el Presidente de la Comisión del Cementerio.

Un joven con mucha bondad y sentido del dolor se tiró al sepulcro y solucionó el problema. El féretro se atascaba sin bajar, pues el trabajo estaba mal terminado.

Recién ahí, los cuatro choferes de la empresa Sicco, sin que correspondiera hacerlo, tomaron cuerdas y bajaron el féretro con mi esposa.

Volví al cementerio el jueves 24, el viernes 25 y sábado 26, comprobando que llevó tres días cubrir el foso. Tengo fotos del mismo.