Inspecciones a los hogares
Expertos alertan sobre complejidades en el nuevo proyecto
Expertos opinan sobre la reglamentación del teletrabajo y los límites.
Pocos días después de la aprobación de la ley que regula el teletrabajo, ya se generaron algunas controversias en torno a su puesta en práctica.
Una de ellas es la dificultad de inspeccionar el ambiente laboral. “Tiene una complejidad obvia y es que el teletrabajo en la mayoría de los casos se realiza en el domicilio de las personas y este tiene una restricción legal que todos conocemos”, reconoció el propio ministro de Trabajo y Seguridad Social Pablo Mieres, tan solo un día después de la aprobación del proyecto, durante el evento “Trabajar en un modelo híbrido: grandes retos para las empresas”, organizado por CPA Ferrere.
Ignacio Demarco, gerente del estudio Dentons Jiménez de Aréchaga, entiende que para estos casos la inspección podría valerse de lo que se hace hoy en servicio doméstico. “Se pide una autorización judicial concreta para la inspección del domicilio. Lo nuevo acá es que sería el empleador quien pediría la inspección, algo que no es normal, de hecho es todo lo contrario”, opinó.
Según Verónica Raffo, abogada y socia de Ferrere, el nivel de complejidad “es mayor”. Por un lado está el límite para ingresar a inspeccionar, porque es el hogar de la persona y se necesita el consentimiento. Pero además está “la capacidad de inspección que tiene el Estado para esto”: “Hoy ya está limitado, y el teletrabajo implica que los espacios a inspeccionar estén diseminados por todos lados”, explicó.
Ante esta realidad, Santiago Madalena, abogado asociado del estudio Guyer & Regules, opinó que debería primar el principio de colaboración. “Si bien el empleador tiene que cumplir con las normas de seguridad, como se trata del hogar el trabajador lo tiene que ayudar. Una de las aplicaciones de esto es en salud y prevención porque el empleador no lo puede estar controlando todo el tiempo para que use la silla correctamente u otros elementos de prevención personal en forma correcta”, señaló.
SALUD Y SEGURIDAD. “El otro tema, que es una cosa más compleja, es dónde está el límite entre el accidente laboral y el accidente doméstico, lo cual tiene consecuencias”, alertó Mieres en el conversatorio de Ferrere.
Raffo opinó que en este punto será clave la reglamentación porque no sería “razonable” pedir el nivel de exigencia de la actual reglamentación de salud y seguridad laboral. “Sobre todo en la parte de infraestructura, porque no se trata de espacios preparados para ser oficinas: es el hogar de las personas”, señaló.
A su entender, el énfasis deberá estar en capacitación y concientización sobre seguridad y en exhortar para que se cumplan reglas, pero no debería responsabilizarse a las empresas “porque no se podrá inspeccionar de forma adecuada todos los hogares”.
Demarco, de Dentons, coincide. “Ahí falta que la reglamentación llene el vacío de la ley en cuanto a medidas de seguridad. A priori deja mucho para que se arreglen entre las partes”. Pero también en este punto hay lagunas, plantea el profesional. “Es que si debe hacer cambios, no podría porque es su casa. No es razonable que transforme su casa en una oficina pero tampoco que trabaje en riesgo”.
En ese sentido, Raffo pidió ser “realistas y pragmáticos” porque “en la vida real sería casi imposible el cumplimiento de la norma” y eso podría dar lugar a “discriminar”. “Les quitaría la posibilidad a algunos trabajadores de que se incorporen a este régimen de teletrabajo, sobre todo a aquellos que tienen un espacio chico y no pueden cumplir con una regla exigente”, apuntó.
La abogada dijo que en este punto la reglamentación debería tener un balance entre el derecho a tener un ambiente saludable y el derecho a teletrabajar, de modo de no constituirse en “inhibidor” de esta posibilidad.