Varias estrategias, entre guerrilla y atentados
Panorama desolador al rendirse las fuerzas afganas sin resistencia
■■ Después de la victoria de las tropas de Estados Unidos en 2001, y durante la transición hacia un Gobierno afgano bajo estándares democráticos, los talibanes han mantenido su zona de influencia en áreas del interior y la frontera con Pakistán. El grupo no se entregó, sino que replegó a sus miembros a zonas montañosas y de difícil acceso o fuera del país.
Los talibanes han mantenido diferentes estrategias, desde el avance paulatino de sus milicias en una guerra de guerrillas tradicional a los atentados terroristas contra fuerzas de seguridad, funcionarios políticos, mujeres y periodistas.
No obstante, la llegada de la marca del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) a Afganistán, a través de deserciones de otros grupos armados afganos como los talibanes, ha complicado la labor de las autoridades para señalar la autoría de los atentados de los últimos años. Los talibanes suelen asumir la responsabilidad de sus ataques a través de su principal vocero en las redes, Zabihullah Mujahid.
¿ACUERDO? Una pregunta clave surge en estos momentos de retirada de las fuerzas de Estados Unidos y avance de los talibanes: ¿Puede alcanzarse algún acuerdo entre las partes para frenar la violencia? En febrero de 2020, Estados Unidos, bajo el Gobierno de Donald Trump, y los talibanes alcanzaron un acuerdo por el que Washington se comprometía a retirar sus fuerzas en mayo de 2021 y la milicia a no atacarlas e iniciar el diálogo con el Gobierno encabezado por Ashraf Ghani. También el año pasado se iniciaron conversaciones entre las partes en Doha, capital de Catar, pero sin mucho éxito.
El pasado 12 de agosto, precisamente a través de Catar, el Ejecutivo de Afganistán envió a los talibanes una propuesta para compartir el poder a cambio del final de la escalada bélica. Los insurgentes no se han pronunciado sobre un posible acuerdo y mantienen su ofensiva.
Ante el avance talibán, que en poco más de una semana ha logrado el control de 23 de las 34 capitales de provincia afganas, el presidente Ghani enfatizó ayer sábado, en un discurso televisado, que la “máxima prioridad” del Gobierno reside en la movilización de las fuerzas de seguridad para intentar frenar la ofensiva.
El anuncio del presidente se produce ante un panorama desolador, después de que muchas tropas afganas se rindieran o huyeran de los territorios conquistados por los talibanes, en algunos casos sin oponer resistencia. (Con información de El País de Madrid y EFE)