Más solo que nunca...
Fernando Zorrilla de San Martín | Montevideo
Un tiempo atrás me vi en la necesidad de ayudar a un amigo que, debido a la pandemia, estaba pasando por una situación económica angustiosa.
Estuvimos analizando distintas opciones de financiación (todas carísimas), y un poco debido a la publicidad abundante de República Microfinanzas (“No estás solo, RM te acompaña”) nos inclinamos por iniciar el trámite allí. Este fue el origen de un largo periplo en el que se fueron agregando las exigencias hasta llegar al límite con lo ridículo. Basta señalar al respecto que se le pidió a mi amigo los recibos de consumos “al día”, en una empresita que andaba a los tumbos, pagando salteado un mes uno y al otro mes otro.
Luego vino el análisis de la situación fiscal de la empresa, que por suerte no es tan mala, al punto que tiene los certificados de DGI y BPS vigentes. Se anexó un certificado contable de ingresos; no obstante, se nos pidió ver las últimas declaraciones juradas de impuestos, tanto de IRAE (razonable) como de IVA (innecesaria).
Para resumir y no aburrir más, luego de tres meses de idas y vueltas nos llegó una comunicación en la que se nos manifestaba que era imposible auxiliar a mi amigo, pues este se encontraba en el Clearing de Informes.
Esta no era la situación al inicio de los extensos trámites, por lo que cabe pensar: ¿será otro caso de “cuanto peor, mejor”? ¿RM conoce este tipo de situaciones? ¿Por qué se gasta tanto en publicidad, si cuando se presenta una empresa solicitando ayuda las trabas burocráticas impiden que esta se concrete?
Lo del título…