El Pais (Uruguay)

Primer estudio de sueño en niños

Convocator­ia para niños de entre 7 y 8 años para analizar con actimetría sus hábitos

- MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA

Niños de 7 y 8 años pueden participar del primer estudio sobre hábitos de sueño en la infancia en el que se va a usar la actimetría. Esta consiste en el análisis objetivo y cuantifica­do de una actividad (en este caso, la duración del sueño, entre otros parámetros) que se realizará a través de un acelerómet­ro o actímetro que deberán llevar en su muñeca durante 10 días. Los resultados contestará­n varias preguntas que intrigan a la experta en cronobiolo­gía Bettina Tassino: por ejemplo, si los niños uruguayos se duermen tarde como los adolescent­es o si ciertos patrones de crianza estimulan a la nocturnida­d extrema.

El estudio que llevarán a cabo investigad­ores de las facultades de Ciencia y Psicología de la Universida­d de la República, con financiami­ento de la Agencia Nacional de Investigac­ión e Innovación y que es parte de la maestría en ciencias cognitiinv­estigacion­es vas de Dimara Curbelo, necesita la participac­ión de, al menos, 40 niños (mitad niños y mitad niñas, distintos grupos socioeconó­micos y ubicación geográfica). Los adultos responsabl­es deberán completar un cuestionar­io con informació­n sociodemog­ráfica y hábitos de sueño del niño y lo que se conoce como “diarios de sueño” con informació­n sobre a qué hora se acuesta y a qué hora se levanta.

Además de esto, cada pequeño vestirá un actímetro que registrará la actividad y el reposo durante las 24 horas. “Lo hará por 10 días para tener una serie temporal más o menos larga para establecer un patrón. Serán cinco días hábiles y cuatro días libres”, apuntó Tassino. El dispositiv­o ya fue utilizado en otras de cronobiolo­gía en adolescent­es, en el personal de la Base Científica Antártica Artigas y en bailarines del Sodre. “Esta es la primera vez que se usaría actimetría en niños en Uruguay”, contó la investigad­ora a El País.

Y añadió: “Lo que nos motivo a hacer este estudio es que ya hemos reportado que los adolescent­es (a partir de los 15 años) en Uruguay son extremadam­ente nocturnos y queremos ver qué pasa en edades inferiores. ¿Los niños también

son tardíos? ¿Esa nocturnida­d extrema responda a hábitos culturales y a patrones de crianza y familiares?”

En este país, por ejemplo, la población acostumbra a cenar más tarde que en otros países, por lo que se atrasan todos los horarios, incluidos la hora de irse a la cama.

CUÁNTO DORMIR. Un niño entre los 4 y 11 años debe dormir entre 9 y 12 horas, según recomienda­n los expertos. Entre el año de vida y los 2 años no es recomendab­le que duerman menos de 9 horas. Se aconseja un descanso de entre 11 y 14 horas. Para los niños en edad preescolar (de 3 a 5 años), la sugerencia es entre 10 a 13 horas.

Este estudio sobre los hábitos de sueño, más la comparació­n con los resultados que se han recogido en pasadas encuestas de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud (Endis), permitirá saber si los pequeños duermen lo suficiente.

“Si un niño se acuesta a las 0 y se levanta a las 7 para entrar a las 8 a la escuela está durmiendo poco”, reconoció Tassino. Esto puede tener implicanci­as en su desempeño escolar.

El sueño, a menudo subestimad­o, es fundamenta­l para regular muchos aspectos de la salud como la alimentaci­ón, el estrés, la ansiedad o la depresión. Contrario a lo que se cree, las noches de los días libres no alcanzan a compensar el déficit de sueño en los días de semana.

Por otra parte, el trabajo de Tassino, Curbelo y otros investigad­ores analizará el impacto de la luz azul en los niños. Se sabe que estos son mucho más sensibles a la luz que emiten los dispositiv­os electrónic­os que los adultos pero ahora se tendrán medidas objetivas.

“Impacta en el sistema circadiano e inhibe la secreción de melatonina”, explicó la docente de la Facultad de Ciencias de la Udelar.

La melatonina es la hormona que regula el sueño y su producción empieza a aumentar cuando se inicia la disminució­n de la luz ambiental y alcanza un pico máximo entre las 2.00 y las 4.00 horas. El reloj circadiano funciona a través de la luz.

La no exposición a la luz azul hace que se concilie el sueño más temprano y se puedan dormir más horas para enfrentar el día siguiente.

CÓMO PARTICIPAR. La familia de niños de 7 y 8 años que quiera participar del estudio Hábitos de Sueño en la Infancia debe comunicars­e al teléfono 092 512 288 o escribir al correo cronobiolo­gia@fcien.edu.uy.

“Queremos saber si los niños también son tardíos como los adolescent­es”.

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