Ni héroes, ni mata sanos

“Los médicos tenemos una función reparadora”, escuché hace varios años. ¿Qué diferencia hay entre curar y reparar?

Curar nos puede remitir a la idea de hacer desaparecer una enfermedad, en cambio, el concepto de reparar hace referencia a remediar un daño mediante cambios necesarios. Un sujeto con pericia técnica, conocimientos científicos y comprensión que se pone a disposición de un otro que sufre.

Ese sujeto, como cualquier otro, requiere dormir, alimentarse bien, poder pasar tiempo en familia y tener un sueldo digno. Ese sujeto también puede equivocarse, puede estar afectado emocionalmente por algo que le impide realizar bien su trabajo, puede tener miedo y estar angustiado.

Hay cosas que ocurren desde hace tiempo y que pueden afectar a todos los profesionales de la salud por igual. Son muchas las historias de abuso de poder dentro de la carrera, así como también en los servicios hospitalarios. La poca empatía por el profesional en formación y el sadismo, está a la orden del día.

Una independencia económica que tarda en llegar, y una estructura verticalista que, a pesar de poder ser injusta y de temer, da la sensación de seguridad, de pertenencia y en donde la pregunta, incomoda.

En varios artículos se habla de recomendaciones para que los profesionales de la salud tengan un estilo de vida saludable, y de la importancia de tener instancias de contención. Ojalá eso no quedara en una mera encuesta ocasional, y realmente se contara con un elemento tan valioso como imprescindible: la escucha activa.