“La risa genera un montón de emociones que te alivian”
Luego de una pandemia y la imposibilidad de trabajar sobre un escenario, la multifacética Laura Falero se toma revancha, y lo hará con dos presentaciones de su último unipersonal, Natural. Estará el próximo 21 de agosto a las 21.00 inaugurando Marea en sala Zitarrosa, el ciclo de mujeres y disidencias de la música y el audiovisual. Y estará el 28 de agosto a las 20.00 en el Politeama de Canelones con un show que se podrá ver presencial y por streaming. Las entradas presenciales están a 300 pesos en Tickantel; y para el streaming, a 250 pesos.
Cuando la pandemia hizo que se cancelaran los espectáculos públicos, Falero fue una de las artistas que se expresó en redes sociales, pidiendo que dejen trabajar a los artistas.
“Sentí que nos faltaron, a los artistas y gestores culturales, plataformas para ver cómo no cortar nuestro trabajo. Capaz que es porque está la idea que la industria cultural en el Uruguay siempre está trastabillando, mientras en otros países mueven la economía”, dice Falero. “Por eso era mi pedido de ayuda al Estado y a los privados, a esas personas que podían tener algún recurso para ayudar a sostener la cultura y que proyectos emergentes no perdieran su impulso”, agrega
Igualmente esta comediante con más de 10 años de trayectoria no se quedó de brazos cruzados y generó sus propios espacios de difusión. Redes
sociales, streaming y el proyecto Bárbara surgieron en estos meses de ausencia de escenarios, aunque ella se siente una privilegiada por haber tenido la tecnología para estar presente, al menos a través de las redes. Cuando empezó a escribir Natural, a inicios de 2019, Falero tenía la sensación que algo se estaba terminando, que había algo que no podía seguir igual. “El punto de vista clave del show es el cuidado del medio ambiente y cómo nos vinculamos con los animales y las plantas. Pero sobre todo, hay algo que ya no daba más con la forma de vincularnos, a la desconexión con nuestro cuerpo de animal humano. tenía esa sensación que ya no daba para más”, dice.
Por eso Natural es un espectáculo que además de hacer reír, hace reflexionar. Las formas más naturales de vivir y convivir son abordadas desde su ser político.
“Utilizo el humor como herramienta reflexiva y aquí también utilizo la performance”, dice. Por eso la acompañan las actrices Marcia Guevara, Gabriela Saravia, Patricia García y Camila Cazet, quienes van a representar algunas cuestiones que perturban a la artista.
“También es un espectáculo que tiene mucha música. Mi naturaleza es musical y ha sido coartada por un sistema que cuando era chica, en mi propio país me decían que era imposible dedicarme a la música. Las mujeres no hacen música. Me costó muchos años asumir que soy música y
presentarme frente a un auditorio para mostrar mis melodías. Ser música es lo único que he querido ser toda la vida y he tenido que pasar por todos estos mecanismos artísticos para poder llegar a animarme”, afirma.
—¿Cuándo sentiste que traspasabas los límites del stand up?
—Por eso ya no le pongo stand up. El humor es una herramienta maravillosa de deconstrucción, la risa te genera un montón de emociones que te alivian, pero también hay algo agresivo en reírse. Esto de mostrar los dientes, los animales cuando muestran los dientes es un signo de agresividad. Empecé a entender que hacer reír al otro y reírme yo era un acto de fuga y alivio, pero había algo
performático por eso de poner en situación al otro. Ya venía estudiando teatro desde hace años y empecé a incorporar la performance para ver qué otro paso podía dar en mi experiencia artística. Entonces empecé a fusionar todas estas cosas, porque estamos en un momento que no somos una sola cosa. Soy comediante, pero también actriz, performance, música, cantante, somos muchas cosas los artistas.
—¿Cómo definís al show?
—No lo puedo definir. Es un show donde desde el humor, la reflexión y la música problematizo sobre lo que me pasa. Todavía no sé cómo llamarlo y creo que lo voy encausando en un show performático. Ahora está más enfocado a lo musical, porque me está pasando que no hay muchas respuestas. Hay muchas preguntas y teorías conspirativas, pero no respuestas. Entonces, para llegar a premisas graciosas en el humor, o a un buen chiste, se necesita que pase tiempo para sanar cosas. Fueron 10 años que me dediqué al humor. También olvidándome de mi esencia musical, y ahora siento que la música es el lenguaje que tengo que utilizar por sobre el humor.
—El show va cambiando, a medida que cambias vos.
—Sí. Voy cambiando yo, voy creciendo, incorporando otras técnicas. Me encanta investigar temáticas y formas distintas de hacer arte. Lo estático no me representa porque soy una persona disidente de todo. Me cuesta encontrar grupos de pertenencia, porque dentro de mi experiencia artística está esto de salirme, no quedarme en un lugar de confort en cuanto a un arte escénica.
—¿Te sentiste así en el humor?
—Creo que en el humor estuve en una zona de confort durante mucho tiempo y ahora me estoy poniendo una prueba. Por eso toco sola el piano, un instrumento que me acompañó toda la vida.
La multifacética artista se presenta el 21 de agosto en Sala Zitarrosa, y el 28 en el complejo Politeama