Se detuvo el deterioro de expectativas sobre Uruguay
Analistas y bancos elevaron mínimamente sus proyecciones sobre PIB
La economía regional “debería recuperar este año parte de las pérdidas de producción de 2020, en medio del levantamiento de restricciones, una demanda externa más fuerte y la recuperación de los precios de las materias primas. Dicho esto, la todavía preocupante situación del COVID-19 podría pesar en la recuperación. Además, la lenta campaña de vacunación, el elevado desempleo, el aumento de las presiones fiscales y las tensiones sociales y políticas nublan las perspectivas”. Ese es el contexto que plantea la consultora Focuseconomics para América Latina.
En agosto, la estimación promedio para la región es de un crecimiento de la actividad en 2021 de 5,7% (0,1 punto más respecto a julio) según el informe que acompaña el sondeo que se realiza a bancos y consultoras. Para 2022 la expansión prevista en la región es de 2,9%.
En el caso de Uruguay, los economistas y bancos elevaron mínimamente sus estimaciones (luego de bajarlas por dos meses consecutivos, tras mantenerlas en mayo y previamente bajarlas durante seis meses seguidos) del Producto Interno Bruto (PIB) para 2021, según la encuesta Focuseconomics Consensus Forecast Latinfocus de agosto (a la que accedió El País).
“La economía probablemente se recuperó en el segundo trimestre, siguiendo la mejora marginal del primer trimestre”, señaló la consultora sobre Uruguay.
“Las condiciones económicas aparentemente continuaron mejorando en el segundo trimestre. La expansión de la producción industrial se aceleró en abril y mayo, con las exportaciones e importaciones de bienes creciendo a una mayor velocidad comparadas con el trimestre previo, aunque las lecturas estuvieron respaldadas por un efecto de base de comparación bajo. Además, la tasa de desempleo promedio fue más baja en el segundo trimestre que en el primero, con el dato de junio cayendo a un mínimo de 17 meses. Adicionalmente, el levantamiento de restricciones por COVID-19 desde el 5 de julio además de una tendencia a la baja en las tasas de infección del virus y una rápida vacunación, probablemente apoyen la actividad en el tercer trimestre”, agregó.
Según Focuseconomics, “se prevé que la economía rebote y retome su crecimiento este año gracias a la recuperación de la demanda interna y externa a medida que se eliminan las restricciones (por el COVID-19), con el respaldo de un efecto de base de comparación bajo. Sin embargo, la debilidad de las finanzas públicas y la persistente incertidumbre sobre la evolución de la pandemia nublan las perspectivas”.
Los bancos y consultoras (son 21 los que responden este mes) elevaron mínimamente sus proyecciones y estimaron en consenso que el PIB en Uruguay para 2021 crecerá 2,8% (en julio estimaban 2,7%, en junio proyectaban 2,9%, en mayo y abril preveían 3%, en marzo veían un alza de 3,2%, en febrero estimaban un aumento de 3,3% y en enero de 3,5%). Las respuestas varían entre 1,7% (Oikos) y 4% (Torino Capital). La estimación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es de un alza de 3,5% en 2021.
El pronóstico de crecimiento de 2,8% de los analistas ubica a la uruguaya como la economía que menos crecería en 2021 en la región. Venezuela (que no está incluida en el promedio regional) será el único cuyo PIB caerá: -3,3%.
Para 2022, los economistas y bancos estiman en consenso que la economía uruguaya crecería 3,2% (misma proyección que en julio, 0,1 puntos porcentuales más que en junio y 0,2 puntos porcentuales más que en mayo) con respuestas entre 2,5% (Cinve e Itaú Unibanco) y 4% (Capital Economics). El MEF prevé una expansión de 2,5%.
DÉFICIT FISCAL. Los analistas prevén que el déficit fiscal en Uruguay mejore en 2021 y 2022 (respecto a 2020 y 2021 respectivamente) tras el mayor impacto del coronavirus que generó menor recaudación de impuestos, aportes, tasas y mayor gasto en salud y medidas paliativas por la crisis económica. En agosto ven el mismo rojo fiscal que el que estimaban en julio. En 2020, el déficit sin el efecto “cincuentones” fue de 5,8% del PIB (cuando la estimación del gobierno era de 6,5% del PIB). El efecto “cincuentones” genera que aquellos que tienen en torno a esa edad y se salen del régimen de AFAP (una ley los habilitó) vuelquen lo acumulado en esas administradoras a un fideicomiso que administra el Banco de Previsión Social. Si bien eso es un ingreso para las arcas del Estado, en el largo plazo más que se revertirá, al ser mayor el gasto en pagar esas jubilaciones.
Para 2021 el consenso de los consultados (respondieron 12) estimó que el rojo de las cuentas públicas (sin el efecto “cincuentones”) será de 4,9% del Producto, misma estimación que en julio, hace dos meses preveían 5% y en mayo 4,8%. El mínimo previsto es de 3,8% (Euromonitor International) y el máximo es de 7,4% del PIB (Moody’s Analytics). El MEF prevé un déficit de 4,9% del PIB en 2021 (en el Presupuesto proyectaba 3,5%).
Para 2022, en tanto, bancos, consultoras y AFAP proyectan un déficit fiscal de 3,9% del Producto —en julio y junio preveían 4% del PIB—, con respuestas entre 3% (BBVA Argentina) y 5,6% del PIB (Moody’s Analytics). El MEF estima que reducirá el déficit fiscal al 3,1% del PIB para fin de 2022.