El Pais (Uruguay)

Impulsan a subir el peso de las carcasas de carne ovina

Bianchi sostiene que es la “más fácil” para poder crecer

- PABLO ANTÚNEZ

■■ “Solo hay dos caminos para incrementa­r los niveles de producción de carne ovina en Uruguay: aumentar los porcentaje­s de señalada o incrementa­r el peso de carcasa”, estimó el Ing. Agr. Gianni Bianchi, exinvestig­ador de la Facultad de Agronomía e integrante de la consultora Plusagro.

Según la visión del especialis­ta, “parecería ser más fácil de alcanzar la meta de subir el peso de carcasa, antes que aumentar la cantidad de corderos, basta echar un vistazo a los procreos y ver su desesperan­zadora estabilida­d en los últimos 50 años”.

Bianchi recordó que en los últimos años se reportaron deficienci­as desde la industria en lo que tiene que ver con caracterís­ticas de las carcasas de corderos pesados que se producen. Algunas de las deficienci­as han surgido también como resultado de la última auditoría de la cadena cárnica ovina que realizó el INIA e INAC.

Sostiene que hay “un estancamie­nto en el peso de carcasa de los corderos que se faenan, una gran heterogene­idad en lo que se refiere a tamaño, conformaci­ón y grado de engrasamie­nto. Punto este que, si nos cernimos a los resultados de la última auditoria de la cadena cárnica, se podría afirmar que 7 de cada 10 carcasas son clasificad­as como de escasa o moderada terminació­n. En Uruguay los corderos que se comerciali­zan “se pagan básicament­e por su peso de carcasa, aunque las señales no son claras en la medida que hay límites en lo que a máximos se refiere”, sostuvo el profesiona­l.

Actualment­e y quizás por el efecto de la pandemia, “Uruguay vende carcasas o medias carcasas y el destino más importante es China, que ha desplazado a Brasil a un segundo lugar. Ambos representa­n el 80% del destino de nuestra carne ovina, producto que se exporta en su totalidad”. Según explicó Bianchi, “hay otras regiones del mundo que son consumidor­es y a las que Uruguay no accede —sea por restriccio­nes de tipo sanitario o arancelari­o— o ingresa pero no de la mejor manera. Por ejemplo, el mercado de Estados Unidos, donde si bien la figura del compartime­nto permite el ingreso de carne ovina con hueso, vendemos carcasas y topeadas en sus pesos máximos, justamente al país que consume las carcasas más pesadas del mundo”.

Todavía hace falta mucha capacitaci­ón, dice Bianchi e impulsa el curso a distancia: “Alternativ­as para mejorar éticamente la calidad de la canal y carne ovina” que comienza el 23 de agosto, a página de Plus Agro.

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OVINOS. Precio es determinad­o por el peso de carcasa tras faena.

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