La genómica da un pedigree más exacto
El especialista estadounidense Dan Moser explicó en jornada Angus cómo se usa la genómica para aumentar la exactitud en datos de EPD
La genómica acelera la exactitud y la tasa de cambio genético disponible y permite evaluar más animales para más características a edades más tempranas. Dan Moser, decano asociado de la Facultad de Agricultura de la Universidad Estatal de Kansas en Estados Unidos habló sobre beneficios de agregar genómica a la evaluación genética del ganado Angus en Uruguay.
La disertación del especialista tuvo lugar este viernes 20 en la XII Jornada Selección Angus, con especial enfoque en la Genómica, organizada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus.
Participaron también Francisco Peñagaricano, profesor asistente de Genética Animal en la universidad de Wisconsin; Juan Pablo Pérez Frontini, Coordinador de la Comisión Técnica de la gremial; y desde el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) Olga Ravagnolo, Ignacio Aguilar y Mario Lema.
A modo de ejemplo, el consultor de Angus en el Programa de Evaluación de Genética, señaló que “no podemos evaluar un toro directamente para producción de leche. Sólo podemos evaluar a las hembras. Podemos evaluar un toro para producción de leche a través de sus hijas gracias a las pruebas de progenie. Eso lleva tiempo, pero con la genómica podemos evaluar con exactitud a un toro joven por su potencial genético para engendrar hijas que den más o menos leche, según se desee. Ese es un ejemplo de evaluación temprana de un animal lo que aporta información más útil para tomar una decisión de selección”.
El especialista estadounidense señaló que la cantidad de información disponible sobre un animal ha aumentado drásticamente, pero ¿cómo se usa la genómica para aumentar la exactitud de las DEP?
“La genómica nos da un pedigrí más exacto y describe mejor las relaciones entre el animal de interés, sus antepasados y otros animales de la población que podrían compartir parte de su información genética, algunos segmentos cromosómicos”, señaló.
En una evaluación genética tradicional, explicó, sin genómica se supone que ese animal recibe la misma contribución del reproductor y la reproductora: 25%, de los cuatro abuelos. Sin embargo, sabido es que eso no es exacto.
“La genómica muestra los verdaderos porcentajes de genes en común entre un animal, sus antepasados y otros animales de la población. Por ejemplo, un toro hace muchos espermatozoides cada uno ligeramente diferente; es decir sus cromosomas vienen la mitad de su padre y la mitad de su madre. Pero cuando produce espermatozoides, algunos tienen más cromosomas del padre y otros tienen más cromosomas de su madre. Entonces lo que recibió este ternero es imposible de saber sin usar genómica con genómica podemos afirmar la verdadera contribución de cada antepasado”, agregó.
De esa manera, indicó que si tenemos un resultado de una prueba genómica de un animal y lo tenemos de, al menos algunos de los animales en el pedigrí, entonces es posible estimar con mayor precisión la verdadera relación.
Por otro lado, Dan Moser informó que el óvulo que la vaca creó y que dio origen a un ternero, contenía más material genético de su madre y menos de su padre: se
puede ver que el porcentaje de genes en común entre el animal y la abuela materna es 31% y el abuelo materno es sólo 21%.
“En una evaluación tradicional habríamos supuesto que ambos eran 25%. Significa que si esta vaca es especialmente alta o baja genéticamente para algún rasgo, eso impacta en la DEP del ternero. Cualquiera sea el valor de este toro en particular esa información incide menos en este ternero porque la relación es menor”, dijo. Sin embargo, aseguró que no solo la genómica hace fuerte a una evaluación genética, sino que también es importante tener registros de rendimiento y mediciones de características económicamente importantes.
La American Angus Association tiene, según el especialista, la evaluación genética más fuerte del mundo no solo porque tienen más genotipos de cualquier evaluación de carne vacuna sino también porque tienen más registros: 9 millones de animales con pesos de destete de muchísimos años.
“Es importante entender que en el futuro, si bien los genotipos mejorarán, la evaluación y la recopilación de datos debe continuar. Los pesos, las mediciones de ultrasonido, son más importantes que nunca. Porque no solo impactan en el animal del que se toma el registro y a sus familiares del pedigrí. Es importante seguir midiendo animales cada generación porque si dejamos de medir, no solo con la evaluación no mejorará sino que en realidad decaerá en su exactitud”, agregó.
En tanto, aconsejó que al seleccionar, cuando se añade la genómica a la evaluación genética, la mejor herramienta para la selección es la DEP genómicamente mejorada es la herramienta que tiene toda la información combinada.
“Es posible que se le proporcione información que se calcula sólo a partir de la genómica algún tipo de puntuación o clasificación de percentiles solo de la genómica. Eso no es tan exacto como la DEP. Es mucho mejor centrarse en la DEP mejorada por genómica y no solo en los valores genómicos”, comentó.
GENOTIPO Y AMBIENTE. Una cuestión que genera muchas dudas es la interacción genotipo y ambiente y cómo eso afecta la evaluación genética.
En Norteamérica, contó, existe, tenemos una evaluación genética combinada con los datos de la Asociación Americana de Angus y la Canadiense. Eso permite tener una base de datos mucho más grande y más genotipos que lo que tendría cada uno. Allí hay inviernos muy fríos, veranos muy calurosos y húmedos y, en algunos casos, ambientes subtropicales. “Encontramos que los toros se clasificaron de forma similar para la mayoría de los rasgos y en todos esos entornos”, aseguró.
Sin embargo, hay excepciones particularmente cuando se consideran características que afectan la adaptabilidad ambiental, como el pelaje.
“Si uno está criando ganado para un ambiente extremo debe prestar atención a esas características y tratar de seleccionar animales producidos en un ambiente similar al de uno”, concluyó.