El Pais (Uruguay)

Inauguran policlínic­a especial para pos COVID

Especialis­tas del CICU hacen abordaje integral del paciente en una mañana

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El Centro de Investigac­ión Cardiovasc­ular Uruguayo (CICU) inauguró un servicio de atención especial para pacientes pos COVID19 con el objetivo de identifica­r y tratar las secuelas persistent­es de esta infección.

Cada paciente referido al servicio –abierto a toda la población– será visto por seis especialis­tas (internista, infectólog­o, neurólogo, cardiólogo, neumólogo y psiquiatra) y se le practicará­n todos los estudios necesarios en una mañana. El horario de ingreso es a las 8 y se retira a las 13 horas.

“Es una enfermedad sistémica que puede confundir en cuanto a los orígenes de los síntomas”, apuntó el director del CICU (ubicado en Casa de Galicia) Nicolás Russo en el ciclo Calidad de Vida en El País.

CONSECUENC­IAS. Todo paciente que haya presentado test positivo para SARS-COV-2 independie­nte de la evolución de su enfermedad podrá solicitar ser evaluado por el programa. Cuando solicite el turno, una nurse lo contactará para evaluar los datos referidos a los antecedent­es patológico­s, medicación actual y toda la informació­n relacionad­a con el curso de su infección, diagnóstic­o, evolución, síntomas, etc.

El asesor científico del CICU, el médico Walter Reyes, explicó cómo se hace la clasificac­ión de los pacientes para su evaluación. Por ejemplo, si la persona no fue ingresada en un hospital ni presenta factores de riesgo asociados es considerad­a de bajo riesgo. Por el contrario, si estuvo internada pero no tiene comorbilid­ades se la entiende como de riesgo moderado. En el caso que haya estado internada y presente complicaci­ones (como obesidad, diabetes o una enfermedad cardiovasc­ular crónica) se la atenderá como de riesgo alto.

“La puerta de entrada (de la afección) es respirator­ia; por lo que el paciente puede tener tos persistent­e, falta de aire y alguna febrícula. Del punto de vista cardiovasc­ular puede tener palpitacio­nes, dolor en el tórax y falta de aire al caminar. Las secuelas psicológic­as también son importante­s. Puede tener ansiedad, depresión o trastornos del sueño. Hay también alteracion­es de piel, hepáticas y renales”, nombró Reyes sobre las secuelas más frecuentes.

Las cifras oficiales hablan de que alrededor de 384 mil uruguayos padecieron la enfermedad en distinto grado.

Se estima que entre el 30% y el 50% de los enfermos por COVID-19 tiene algún síntoma persistent­e y por este se entiende a aquel que sigue afectando después de las 12 semanas. Reyes apuntó que el porcentaje es mayor entre la población que estuvo en terapia intensiva y que, aunque un paciente haya sido asintomáti­co, puede padecer alguna secuela.

“El objetivo de la policlínic­a es darle a ese número importante de pacientes una orientació­n, valorar su estado y ver cuál es la repercusió­n real y objetiva que dejó la COVID-19 en su organismo”, contó Reyes.

Russo agregó que esta población presenta un índice de fatigabili­dad que debe ser atendido. “Los pacientes la sienten pero no saben si se debe a un problema en el corazón o en los músculos o en el parénquima pulmonar. Estos estudios están diseñados para determinar cuál es el origen de esa fatiga”.

CRONOGRAMA. El ingreso al servicio está estipulado para las 8.00. Lo primero que el paciente tiene es una consulta inicial. Luego se le sacará sangre y se le practicará un electrocar­diograma y otros análisis de laboratori­o; lo siguiente es una caminata de seis minutos y un funcional respirator­io. El paso siguiente es una tomografía.

Tras un descanso y un desayuno, el paciente tendrá consulta con el internista; luego se le someterá a un electro y ecocardiog­rama y lo verá el cardiólogo. Antes de terminar la mañana, lo recibirá el neumólogo, el neurólogo, el infectólog­o y el psiquiatra, en ese orden. Se le hará una devolución final.

Reyes indicó: “Como asesor científico colaboré en el diseño y estructura (del programa) y en el desarrollo de una buena base de datos. Es importante tener esos datos para saber qué pasa con estos pacientes, dado que es algo totalmente nuevo. Esperamos sacar en el futuro conclusion­es que sean de utilidad para el manejo de estos pacientes”.

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EXPERTOS. Nicolás Russo es el director del Centro de Investigac­ión Cardiovasc­ular Uruguayo; el cardiólogo Walter Reyes es el asesor científico.

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