Raúl Batlle, un liberal crítico con el gobierno
Llega al Senado con ideales de libertad y trabajo; en la 15 esperan que apoye desmonopolizar Ancap
Es el hijo de Jorge y es un Batlle. Esa frase, que condensa mística, historia y herencia política para la Lista 15 del Partido Colorado, da cuenta por estas horas del ánimo del sector que supo liderar el fallecido expresidente Jorge Batlle, a partir de la decisión de su hijo Raúl Lorenzo de asumir una banca en el Senado. Lo hace producto de la renuncia de Tabaré Viera, quien pasó a la titularidad del Ministerio de Turismo. “Es un hecho histórico, emocionante, impensado”, resume el senador Germán Coutinho, que se muestra esperanzado con los aportes que podrá hacer su compañero. “He compartido escenario con él, salí a recorrer barrios y pueblos con él en campaña, y genera un contexto distinto”, dice.
Es que el cataclismo que supuso días atrás la renuncia del hoy exministro Germán Cardoso —cuestionado por compras directas de publicidad— abrió la puerta al hijo del último mandatario colorado para que asuma por primera vez, de manera sostenida, un lugar en la primera línea de la política. Y asumirá defendiendo ideales propios de su sector —y de su padre—, que en su caso lo llevaron a criticar duramente en su cuenta de Facebook medidas importantes que ha tomado el gobierno durante el combate a la pandemia, como prohibir las aglomeraciones o cerrar las fronteras.
Pero antes del coronavirus y de la asunción del nuevo gobierno, en el primer semestre de 2019, Raúl Batlle había militado activamente con el único propósito de otorgar representación de convencionales a su sector en las internas de junio de ese año. Esa era su aspiración política entonces, que solo tuvo lugar a partir del fallecimiento de su padre en octubre de 2016, mojón a partir del cual decidió volcarse a una tarea que tiempo después iba a definir como “sufrida”. “Porque que nadie se piense que la vida del político, por más exitosa que sea, es una vida fácil”, dijo por ejemplo el 9 de abril de 2019 en una entrevista con el programa En
Perspectiva, en la que recordó su infancia y la trayectoria de su padre.
“Hoy estás acá y mañana estás abajo; es una vida complicada incluso para la familia”, recordó en ese momento.
Sin embargo, pasó el agua —mucha agua— y con el cambio de vientos cambió también su horizonte. No se puede decir que ante la oportunidad de ocupar la banca que dejó Viera —de Batllistas— no tuvo dudas y aceptó enseguida, porque se tomó el fin de semana para pensar. Tampoco se puede decir que será senador por primera vez, porque llegó a jurar como legislador suplente de la cámara alta durante 2020, aunque fue meramente simbólico. Coutinho, que se define como un amigo muy cercano, dice que hasta ahora Batlle no había demostrado mayor interés en tener más participación política que la que tenía —que consistía en estar arriba de los temas del sector— en parte porque tiene “una vida privada muy intensa, con una empresa propia”.
Lo que sí se puede decir es que con su nueva decisión produjo un cambio relevante en la interna colorada: ahora la 15 tendrá dos senadores, algo no previsto originalmente en el acuerdo político con el sector del expresidente Julio María
Sanguinetti, que pasó a no tener ninguno.
SIN PROHIBIR NI CERRAR. Desde el sector todavía no hay una idea acabada acerca de los proyectos o discusiones concretas que podrá generar la nueva representación en el Senado, aunque sí está claro que trabajarán bajo la égida de dos conceptos claves e históricos para el quincismo: libertad y trabajo. Aunque a ese binomio, José Amorín Batlle —y líder actual del sector— entiende que deben sumarse otros valores, como la república y la ética, y especialmente este último, “algo tan importante en este momento”, sostiene.
Sobre la defensa del primero de los componentes, la libertad, Batlle ha dado muestras concretas en su Facebook, de donde se desprende que si hubiera sido senador no habría votado la ley que reglamentó el derecho de constitucional de reunión, herramienta a la que se recurrió para que la Policía tuviera un arma legal para disolver las aglomeraciones en el peor momento de la emergencia sanitaria. “Ahora lo hecho, hecho está y pagamos el resto de los mortales con reglamentaciones innecesarias del artículo 38 para prohibir el derecho de la gente de manifestarse libremente”, escribió el 17 de diciembre. “Derecho que a mi leal saber y entender no hay ni existe razón para coartar”, continuó.
Desde la defensa al trabajo, en la misma red social, Batlle cuestionó que el Poder Ejecutivo haya mantenido el cierre de las fronteras durante la temporada estival y, con eso, limitado seriamente la industria turística. “Ahora ya cerramos las fronteras a quienes en cuentagotas nos iban a dar la chance de tener una temporada con poca gente pero dispuesta a gastar mucho. Ni tan buena ni tan mala pero decorosa”, escribió el 18 de noviembre.
En defensa de la ética o la república se mostró en otro posteo en el que llegó a criticar al propio presidente Luis Lacalle Pou, como cuando viajó hasta el departamento de Salto en setiembre del año pasado, en plena campaña electoral, y visitó a Carlos Albisu —presidente de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande—, el candidato blanco para la intendencia. “El problema es la corta visión del Presidente en lo que significa una coalición”, dijo entonces Batlle.