La pandemia y las campañas
La hemeroteca es la tumba de los mentirosos. Esta vieja frase sigue estando vigente en pleno siglo XXI, como queda de manifiesto tras leer la extensa entrevista publicada el pasado lunes en El País con la flamante presidenta del Sindicato Médico, Zaida Arteta. En esa entrevista Arteta sobrevuela una cantidad de temas: reivindica el rol de su gremio en la pandemia, dice que ellos “solo” pidieron medidas más fuertes de control de la movilidad, asegura haber sido malinterpretada cuando habló de un “genocidio” en marcha en el país, niega todo vínculo con la actual oposición, y denuncia ser víctima de una campaña en su contra, lanzada desde los “se dice” de esta página editorial.
Empecemos por el principio. No hacía una semana del primer caso de coronavirus en el país, y mientras el gobierno recién asumido buscaba pararse en un panorama donde su predecesor aseguraba estar más preocupado por el dengue que por el covid, tuvo que enfrentar a un adversario inesperado.
Resulta que sin apelar a los mecanismos institucionales, el SMU convocó a la prensa para dar un dictamen catastrófico. Según el entonces presidente Gustavo Grecco, si no se decretaba una cuarentena forzosa, íbamos camino a repetir lo ocurrido en España, todo indicaba que en 7 días tendríamos un pico de casos, y en dos semanas se habrían saturado las emergencias. Esto espetado sin filtros a una población en pánico y con escasa información.
Por suerte, el gobierno estaba sólido, seguro de sus convicciones, y se resistió a esta presión al filo de lo inmoral. Sobre todo porque no provenía de los científicos más representativos, sino de una institución corporativa, sin ninguna legitimidad para ese rol que pretendía asumir. Así pasamos de manera ejemplar el primer año de la pandemia, casi sin muertos, y con la economía sin apagarse. ¿Se hubieran hecho cargo Grecco y Arteta de la secuela de pobreza y destrucción económica que hubiera arrasado al país si se hubiera hecho lo que ellos exigían? De eso, no habla.
Esas exigencias, además, venían coordinadas con voces como las de la cúpula del Pit-cnt, el expresidente Vázquez y hasta el famoso multiasesor Gustavo Leal, todos reclamando encerrar a la gente como en Argentina y que nos adoptara Alberto Fernández. ¡Fueron sustento de un caceroleo contra un gobierno recién asumido y en medio de una pandemia! Si Arteta no se acuerda, es ir a cualquier diario de la época y desasnarse.
Pero en materia de campañas, eso estuvo lejos de ser lo más repudiable que hizo el SMU en esta crisis sanitaria. Alcanza recordar el episodio del experto en comunicación a sueldo del gremio, que distribuyó un video dando “tips” a los médicos compañeros sobre cómo asustar de manera más efectiva a la gente y exigir al gobierno que nos encerrara. ¿Se acuerda? Arteta hoy dice que fue todo una confusión y malentendido. ¿Sí? Cuando el asesor pedía que los médicos dijeran que el sistema estaba saturado, pese a que hoy sabemos que eso nunca pasó, ¿era un malentendido?
Lo preocupante de cuando Arteta denuncia campañas en su contra, es que parece saber bastante de la materia.
Otro detalle interesante es cuando descarta de plano que su legitimidad como representante de los médicos se vea limitada por el hecho de que de un universo de 16 mil profesionales, apenas 3 mil votaron en los comicios que ganó. ¿En serio no afecta? ¿Por qué será que los
La nueva presidenta del SMU reivindicó lo hecho en la pandemia y denunció una campaña en su contra, sin mostrar un mínimo matiz con el papel lamentable cumplido por su gremio en el peor momento de crisis sanitaria.
otros 13 mil no se gastan en participar? Hay un señor, de nombre Antonio Gramsci, que escribió algunas posibles explicaciones al respecto.
Por último, en cuanto a los reclamos contra la página editorial de El País y su molestia por algunas piezas sin firma, lo primero que le podríamos recomendar es algún manual básico de periodismo. Básico, nomás ¿eh? Si eso no le es suficiente, en El País se publican todos los días los nombres, cargos y direcciones de los responsables de todo lo que se escribe. Y en más de un siglo de vida, siempre hemos dado la cara por lo que decimos. Si encuentra algo incorrecto o agraviante, tiene los mecanismos para defenderse. Si no lo hace, por algo será. El victimismo es una manera bastante ruin de sacar la pata del lazo.
Por último, Arteta sigue manifestando una visión crítica de la gestión del gobierno ante la pandemia. Algo que contrasta con lo que surge de los principales indicadores en la materia a nivel global, los “rankings” especializados, y el 75% de los uruguayos que creen que la misma fue buena o muy buena.
Por suerte, la realidad se termina siempre por imponer a las campañas, al victimismo y a la desinformación.