Los planes que podría llevar adelante el oficialismo “K”
Además de seguir utilizando el tipo de cambio oficial y las tarifas como ancla inflacionaria, el plan del gobierno hacia las elecciones legislativas de noviembre, podría implicar sumar nuevos bonos para las jubilaciones mínimas y beneficiarios de planes sociales, y otro ajuste en el mínimo no imponible de Ganancias para extender el beneficio a una mayor cantidad de asalariados formales.
Esa hoja de ruta, que podría permitir alguna mejora adicional de corto plazo en los bolsillos, también implica que seguirán acumulándose distorsiones para después de las elecciones.
Con una brecha entre el dólar oficial y los alternativos que ronda el 75%, la decisión de dejar correr el tipo de cambio muy por detrás de la inflación alimenta las expectativas de devaluación.
Más aún si se tiene en cuenta que el gobierno no podrá demorar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) más allá de marzo, mes en el que vencerá una cuota de capital con el organismo por US$ 4.800 millones.
Entre las tradicionales exigencias del FMI a la hora de cerrar un acuerdo figuran el sinceramiento de los distintos tipos de cambios, la reducción de las brechas cambiarias y la disminución de las restricciones al movimiento de capitales.
“Ya es un clásico en Argentina que el ciclo político condicione al ciclo económico. En los últimos cinco años impares –salvo en 2019- hubo crecimiento y en los últimos cinco años pares hubo recesión. La razón es que los años impares son electorales y los oficialismos empujan a la economía con políticas expansivas. En los pares, estas medidas pasan factura y los gobiernos tienen que corregir estos desequilibrios. El 2022 no será una excepción a esta dinámica”, dijo Sigaut Gravina.