El Pais (Uruguay)

Tony Soprano está de vuelta con nuevas caras y otra vida

- NICOLÁS LAUBER

A14 años del último capítulo de Los Soprano, una de las mejores series de la historia de la televisión, el jueves llega a salas la película Los santos de la mafia, para contar la juventud del futuro mafioso Tony Soprano. Estrenada en 1999, Los Soprano tiene el mérito de ser la serie que cambió la forma de ver televisión gracias a una calidad narrativa y estética que la acercaban más a la industria del cine que a las produccion­es televisiva­s de la época.

A lo largo de las seis temporadas que emitió HBO y que están en HBO Max, ganó cinco Globos de Oro y 21 premios Emmy: fue, de hecho, la primera ficción de cable en ganar el Emmy a mejor drama. Y cuando su creador David Chase pensó en cómo expandir este universo, a estas alturas, de culto, se decidió por hacer una precuela cinematogr­áfica. Escribió el guion con Lawrence Konner; dirige Alan Taylor.

En una charla vía Zoom con El País, los actores del esperado estreno que llega ahora, Ray Liotta, Michael Gandolfini, Alessandro Nivola, Leslie Odom Jr., y la actriz Michaela de Rossi, contaron detalles de

Los santos de la mafia, que está pensada tanto para viejos fanáticos como para desconoced­ores de esta familia.

EL LEGADO. Michael Gandolfini, hijo de James Gandolfini, el fallecido actor que protagoniz­ó la serie icónica, se encarga de interpreta­r a esta joven versión

de Tony Soprano. Dice a El País que le parece “surrealist­a” que la gente esté interesada en él, pero también admite saber que estaba destinado a interpreta­r este papel. Hacer Los santos de la mafia, además, le permitió ver por primera vez la serie que hizo famoso a su padre.

“Él estaba interpreta­ndo un personaje, Tony Soprano, no era mi papá”, comenta. “Por eso tuve que aprender el acento, la forma de usar sus manos, sus ojos y todo lo que hacía único a Tony. Fue una inmersión profunda en el personaje, lo cual fue muy estimulant­e, divertido y desafiante”.

—En la película sos Tony pero antes de Los Soprano .No el Tony mafioso, sino un chico tímido y gordo que busca su camino. ¿Cómo fue construir ese personaje al margen lo que hizo tu padre?

—Fue realmente importante y muy emocionant­e poder interpreta­r a este Tony muy diferente; ser el niño torpe, tímido e incómodo, y no al mafioso que conocemos. Eso fue gracias a David (Chase), que escribió un guion increíble y creó este personaje que, en muchos sentidos, es una figura trágica, porque pudo haber tenido una vida diferente. Tony es como una tragedia griega, este era su destino, no podía escapar. Quería mostrar una faceta distinta de él, mientras se debilita en ese camino de la ira y los pensamient­os tóxicos que se apoderaron de él.

LOS SANTOS. “Es la segunda vez que trabajo en una película de mafiosos”, dice a El País Ray Liotta, que refiere a Buenos

Muchachos. “He intepretad­o a muchos tipos malos, pero en términos de mafia, es mi segunda película”, aclara quien en en el nuevo título, es Aldo “Hollywood Dick” Moltisanti.

Liotta tiene historia con la serie, ya que estuvo a punto de ser parte de su elenco. “David vino a visitarme cuando yo estaba haciendo una película. Estaba interesado en que haga un papel para la serie, pero en ese entonces mi cabeza estaba en otro lado, tenía otras oportunida­des, entonces no sucedió”, recuerda.

Por eso, cuando surgió la posibilida­d de hacer Los santos de la mafia ( The Many Saints of Newark en el original), fue el propio Liotta quien quiso involucrar­se en el proyecto. Esta vez, sin embargo, era el guionista el que no tenía un papel para darle. “Llamé a mi agente y le dije que quería ser parte. ‘No importa si es solo en una escena, quiero trabajar en este proyecto’. A David le pareció bien, nos juntamos y hubo un tire y afloje para conseguir un rol. Por suerte, todo funcionó”.

La actriz italiana Michaela de Rossi interpreta a Giuseppina Bruno, a la que conocemos cuando llega en barco desde Italia para ser la pareja de, justo, Aldo Moltisanti (Liotta).

Para Rossi, esta película es su primer trabajo en inglés y en Estados Unidos, por lo que fue sencillo encontrar los puntos en común con su personaje. “Ambas llegamos a Estados

Unidos por primera vez, no hablamos inglés, y todo fue sorprenden­te y nuevo, así que mezclé mis emociones y las usé para el personaje”, cuenta.

Igual, confiesa que nunca se esperó estar en una película así, tanto que se olvidó que había estado en el casting. “En cualquier proyecto importante hay muchas personas interesada­s en el mismo rol, así que me había olvidado, hasta que me llamaron”, comenta.

Una vez involucrad­a en el film, Liotta la ayudó a preparar su papel. “Tenía un maestro junto a mí”, asegura la italiana, que tuvo nervios a la hora de enfrentars­e a un elenco de este talante, pero los dejó atrás al momento de pisar el set. “Fue genial, y además, nunca me juzgaron mis compañeros. Y eso es muy importante para un actor”, reflexiona.

Alessandro Nivola, por su parte, tiene una conocida carrera en cine con roles en las nominadas al Oscar Escándalo

americano y Selma. Pero nada de lo que hizo se compara con su Dickie Moltisanti que, entiende, es un personaje que lo estuvo esperando 25 años.

Para el actor, Los Soprano era una serie famosa que nunca había visto, hasta que llegó la hora de preparar la audición y miró los primeros episodios. Una vez que le confirmaro­n el papel y mientras esperaba el inicio del rodaje, completó todas las temporadas. “Entonces me di cuenta de lo que me había estado perdiendo”, admite.

Los santos de la mafia es violenta como el mundo en el que se se ambienta, pero Nivola no repara en eso sino en la necesidad de mostrar lo pasional de todo ese universo.

“El mío no es un personaje típico de la mafia, con asesinatos calculados y frío. Esta violencia surge de la emoción y del estallido de rabia por las relaciones que para él son importante­s. Es una violencia que nace del dolor”, justifica.

Para no caer en el cliché de los mafiosos italoameri­canos y no sonar “como un sketch de

Saturday Night Live”, trabajó durante seis meses con entrenador­es de dialectos, para encontrar la voz de Dickie. Se da por satisfecho con lo logrado.

Ese nivel de exigencia y compromiso que atraviesa al elenco estuvo también en Leslie Odom Jr., que en su corta pero destacada carrera fue integrante del musical Hamilton y nominado por partida doble al Oscar de este año, por el drama Una noche en Miami.

Para hacer al sicario Harold Mcbryer trabajó, como Nivola, con profesiona­les que lo ayudaron a dar en la tecla. “Cuando veo la película no me rezonozco, parezco mi abuelo”, dice y agrega, ya con otra profundida­d: “Quería que la audiencia entendiera que este tipo de violencia tiene un costo, no es gratis”.

El esfuerzo personal, la historia de Chase, los talentos innegables y el legado de Tony Soprano, todo confluye en Los

santos de la mafia, uno de los estrenos más esperados del año que, desde el jueves, buscará hacer su propio camino.

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REPARTO. Cinco actores de la precuela de la serie charlaron con El País antes del estreno.

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