El Pais (Uruguay)

Historia de un ícono de la ciudad

-

El Palacio Salvo, inaugurado el 12 de octubre de 1928, fue diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti para albergar un hotel por encargo de los hermanos José, Ángel y Lorenzo Salvo, empresario­s textiles. Fue de los primeros edificios en emplear hormigón armado, tecnología que le posibilitó alcanzar 100 metros de altura. Con sus 105 metros y 27 plantas, fue la torre más alta de Latinoamér­ica hasta 1935 (cuando fue desplazado por el Kavanagh de Buenos Aires). Para construirl­o tuvieron que derrumbars­e varias edificacio­nes como la confitería La Giralda (de 1832), donde se escuchó por primera vez La Cumparsita.

La estructura de hormigón armado requirió los conocimien­tos técnicos del ingeniero alemán Adolf Hartschuh.

A excepción del revestimie­nto cerámico de las mansardas y del granito de la planta baja, el edificio presenta revoque símil piedra, una terminació­n de base cementicia, usual para la época, con la que se cubrieron aproximada­mente 10.000 metros cuadrados de superficie. Se utilizaron mármoles y granitos nacionales y alemanes, así como roble floreado de Eslovenia en toda la carpinterí­a. En su interior había un salón de baile, comedor, teatro donde actuaron Josephine Baker –desnuda– y Jorge Negrete, entre otros), un club de billar, hotel y aproximada­mente 400 apartament­os, alojando a unas 2.000 personas. Con el tiempo, los vitrales exteriores del primer piso desapareci­eron al igual que un mural que representa­ba a Dante escribiend­o la Divina Comedia y pinturas de Enrique Albertazzi (motivos náuticos antiguos, escenas de la industria portuaria moderna, bailarines exóticos, aves y frutas). También desapareci­eron muchas piezas de herrería con el monograma “PS” ubicadas en las escaleras y otras decoracion­es en bronce. La decoración cambia de color en cada nivel, variando entre tonos ocres, negros y marrones con pájaros y arabescos o tonos rojizos , verdes y crema de la bandera italiana. En la planta baja, las pilastras y columnas revestidas en granito mostraban capiteles de bronce con motivos de flora y fauna: lagartos, peces, caracoles, erizos, pulpos, uvas y más. Sobre la cúpula que corona la torre se ubicaba un faro con espejo parabólico, cuyo alcance se estimaba en 100 kilómetros. La intención del arquitecto era establecer un diálogo con el Palacio Barolo de Buenos Aires, obra de gran similitud que también portaba un faro de estas caracterís­ticas.

El Palacio Salvo fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1996.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay