Consejos de nutrición para pacientes con cáncer
Muchos enfermos oncológicos mueren antes por desnutrición o inanición
La malnutrición es una de las principales causas que provocan la muerte en enfermos de cáncer. “Hay infinidad de evidencia científica internacional y nacional que indica que si yo no alimento al paciente, este se muere con el cáncer puesto”, dijo Marcelo Yaffé, médico internista, expresidente de la Sociedad Uruguaya de Nutrición y miembro de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición.
El especialista afirmó en Calidad de Vida en El País que el soporte nutricional es “absolutamente necesario” en todos los tratamientos oncológicos para mejorar la calidad de vida del paciente.
“Un porcentaje importante llega a su primera consulta con algún grado de malnutrición”, añadió. Aquí influyen muchos factores como, por ejemplo, que el organismo se haya tenido que adaptar a un cáncer del que no se sabía su existencia o la localización del tumor.
Los cánceres del aparato digestivo alto –esófago y estómago– y los de la esfera orofaríngea impiden al paciente que se alimente de forma adecuada y van a limitar la ingesta. En el caso de un tumor estomacal, el paciente se sentirá lleno con pocos bocados porque el estómago tiene poca capacidad o porque está rígido debido al tratamiento y no se distiende normalmente. Los tratamientos de radioterapia y quimioterapia y las cirugías también pueden generar complicaciones nutricionales por vómitos, náuseas, diarreas e inapetencia. Los cuadros depresivos también pueden quitar las ganas de comer.
“Otro factor es la liberación de algunas toxinas cancerígenas que van quitando el apetito”, señaló.
Otros tipos de cánceres, como algunos hematooncológicos y cáncer de colon en fase terminal, impactan en la nutrición de forma más retardada. Respecto al cáncer de mama, Yaffé dijo que mientras se detecte tempranamente no tendrá consecuencias en el estado nutricional de la mujer, salvo que avance y haga metástasis.
“El cáncer pone al organismo en un estado inflamatorio crónico persistente por lo cual va a ir requiriendo energía para su propio crecimiento y nos va a desnutrir de a poquito”, enseñó el especialista en Calidad de Vida en El País.
SUPLEMENTOS. El soporte nutricional temprano, a juicio de Yaffé, es imprescindible para mantener el estado nutricional del paciente, su respuesta inmunitaria y su calidad de vida. “El primer eslabón de la cadena es el consejo nutricional pero muchas veces esto fracasa y hay que recurrir a los suplementos”, indicó el experto.
Y agregó: “Para aquellos que comen dos bocados y se llenan es necesario un complemento nutricional y cuanto más concentrado, mejor; puesto que en poco volumen le voy a dar una cantidad interesante de calorías para complementar lo poco que come y quedarme, por lo menos a priori, tranquilo de que estoy cubriendo sus necesidades energética y de minerales y de vitaminas”.
En este punto, Yaffé rechazó la contraindicación de la vitamina B12 para pacientes oncológicos. “La B12 estimula el crecimiento y la formación de células por lo que está el mito de que vamos a hacer crecer el cáncer. Eso es un mito. Si el paciente necesita suplementación con esta vitamina, es importante hacerlo más allá del cáncer”, afirmó en la entrevista.
Para algunos pacientes “es mandatorio”, a juicio del médico, que las cuatro comidas diarias y alguna colación estén acompañadas por suplementos nutricionales.
En todos los casos es necesaria la existencia de un equipo nutricional integrado por el médico, el dietista, el personal de enfermería, el psicólogo o psiquiatra y otros especialistas. Todos tendrán que evaluar la situación y establecer un plan individualizado y adecuado para cada paciente.
Yaffé concluyó: “No importa ‘alimentar al cáncer’, porque si yo no alimento al paciente, se va a morir por desnutrición o inanición. Si una persona está mal nutrida, su sistema inmunológico está mal y es más propenso a infecciones. Tiene menos fuerza. Le saca calidad de vida y pierde esa necesidad de creencia importante de que va a mejorar porque se va a sentir cada vez peor”. utiliza ciertos nutrientes. Es posible que el cuerpo cambie la forma en que usa las proteínas, los carbohidratos y las grasas, en especial, cuando hay tumores en el estómago, los intestinos o la cabeza y el cuello. Aunque parezca que el paciente come suficiente, el cuerpo no logra absorber todos los nutrientes de los alimentos. Los pacientes de cáncer quizás presenten anorexia y caquexia al mismo tiempo. Los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia tal vez afecten la capacidad de comer y la digestión. Son comunes los efectos secundarios siguientes: pérdida de apetito, náuseas, vómitos, boca seca, úlceras en la boca o la garganta, cambios en el sabor de los alimentos, dificultad para tragar, sentirse lleno después de comer solo un poco, estreñimiento y diarrea. Las cirugías en las que se extirpan partes de ciertos órganos u órganos completos afectan la capacidad del paciente para comer y digerir los alimentos.