CAMBIOS: DEL SUR AL NORTE
●●● transiciones ejemplares”, las instituciones funcionan, las reglas se cumplen y el clima político continúa siendo de respeto. Según Latinobarómetro, los uruguayos son quienes más creen en la democracia y confían en sus instituciones en América Latina. Y el expresidente Luis Alberto Lacalle, quien gobernó justo hace 30 años, coincide en que hoy el sistema es fuerte porque casi todos lo respetan, “aunque haya minorías que no creen en él”.
En Venezuela, por último, no existe hoy un sistema democrático. “Aquí no hay elecciones, hay votaciones. Hay un sufragio manejado por el régimen”, dice Mirla Pérez, investigadora del Centro de Estudios Populares Alejandro Moreno.
LA EVOLUCIÓN, PAÍS A PAÍS. ¿Y cuáles son, en concreto, las principales transformaciones en estas tres décadas? Primero Argentina: el politólogo Malmaud sostiene que pasan por la estabilidad democrática, la inestabilidad económica y la dualización social: “Pobres y ricos están cada vez más lejos entre sí”.
En Brasil Teixeira sostiene que lo principal es “la seguridad de que todos viviremos con las libertades del régimen democrático” mientras la situación social “continúa dramática, agravada por la pandemia”. Y el economista Besserman afirma que el más importante avance es la presencia de todos los niños en las escuelas, aunque “la calidad de la enseñanza diste de lo ideal”.
El mayor cambio en tres décadas en Chile, según el excanciller Muñoz, fue la transición de la dictadura a la democracia, sumado al mayor crecimiento económico y progreso (pero con un “agotamiento del modelo económico hacia la tercera década”). Mientras, la economista Horst destaca que a inicios de la década de 1990 se empezaron a firmar distintos tratados de libre comercio y el gobierno avanzó en una rebaja importante de los aranceles, lo que “cambió el juego”. Además, menciona una caída en la confianza en el sistema producto de escándalos en materia de corrupción, estancamiento de la economía y de la tasa de ocupación.
Desde Colombia, Gómez Buendía recuerda que hace 30 años los temas que dominaban el panorama noticioso eran cinco: la guerra contra el cartel de Medellín, la Constituyente de 1991, el comienzo de la escalada militar de las FARC, la agonía del Partido Liberal y la llamada “apertura” de la economía. “Estos cinco procesos dejaron huellas duraderas e imprevistas”, afirma el analista, y dice que la historia de las tres últimas décadas “ha sido desarrollo o consecuencia de aquellos cinco procesos”.
Y entonces relata que la muerte de Pablo Escobar aseguró la preeminencia del cartel de Cali. También que la Constitución de 1991 “adoptó un régimen en teoría garantista, agrandó notablemente el tamaño del Estado, expandió los servicios sociales, destruyó el bipartidismo y lo reemplazó por un caos de partidos”, entre otros cambios. La escalada militar de las FARC,
Uruguay: una integración comercial “más amplia” con el mundo es destacada por Ignacio Zuasnabar.
en tanto, llevó a la elección y reelección de Álvaro Uribe, que “polarizó al país en las mitades que siguen hasta ahora”. El Partido Liberal, coconstructor del país durante el siglo XIX y casi hegemónico hasta el final del siglo XX, “fue destruido por la Constitución del 91”. Por último, la apertura económica fue el giro más importante desde la década de 1930 porque cambió el enfoque dirigista por uno de eficiencia.
El fin del bipartidismo fue una transformación “crucial” en Costa Rica, afirma el politólogo Urcuyo. En el terreno económico menciona el esquema neoexportador, que se fortaleció, y los fracasos en la política de distribución del ingreso”. Por último, menciona cómo se transformó el entorno del país: “Una dictadura en Nicaragua, un narcogobierno en Honduras, un populismo exaltado en El Salvador y, por otra parte, los fenómenos de corrupción y de persecución de jueces y fiscales en Guatemala”.
En El Salvador, el principal cambio ha sido la reforma política pactada en 1992 entre las fuerzas que estaban en el conflicto armado —la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno de turno—, “que supone la superación del régimen autoritario militar vigente desde 1930”, dice el politólogo Artiga. Pero advierte: “No le he dicho que hayamos llegado a una democracia ni nada de eso”.
Diferente es la situación mexicana, donde, según Woldenberg, la principal transformación fue haber transitado de un sistema de partido casi único a un sistema plural; “haber pasado de elecciones sin competencia a elecciones altamente competitivas, y haber pasado de un mundo de la representación básicamente monocolor a uno de representación diverso”.
Desde Perú, el exprimer ministro Cateriano sostiene que el gran cambio es “contra las ideas estatistas y populistas que inspiraron y ocasionaron el quiebre económico del Estado”. Ese cambio de ideas se impulsó, a su juicio, durante la campaña presidencial de Mario Vargas Llosa en 1990. “Se introdujo ideas para tener el criterio de un Estado reducido, pero eficiente (…) Si bien Vargas Llosa perdió las elecciones y la presidencia en 1990, en el campo ideológico y económico derrotó a Fujimori
y a Alan García”. Pero también menciona la derrota del terrorismo y la apertura de la economía al mundo a través de los tratados de libre comercio. Para la politóloga Campos, en cambio, un momento “muy importante y revelador” es que a partir del 2000 se logró “que los gobiernos se encaucen en la Constitución”.
“La isla empeoró, eso ha sido evidente”, asegura Negrón Portillo, el catedrático puertorriqueño. Y se refiere a la administración pública: “El gobierno, como institución, no funciona. Tiene dificultades hasta para proveer los servicios más simples. No siempre fue así”. La otra gran transformación, a su juicio, fue el modelo económico: la economía cayó cuando se eliminaron los incentivos industriales de Estados Unidos. .
En Uruguay el principal cambio tiene que ver con las comunicaciones, dice el politólogo Zuasnabar. La accesibilidad de los servicios de internet de alta calidad y la red de telefonía celular de amplísima cobertura “han transformado al país en su forma de comunicarse” y ha sido la plataforma para el desarrollo de industrias, como la del software, competitivas a nivel global. Pero el analista también menciona cambios en la matriz productiva (“el turismo ha incrementado su volumen y la cadena forestal se ha integrado con fuerza a los productos tradicionales”), una integración comercial con el mundo “más amplia y diversificada” y reformas institucionales, como en la seguridad social, el sistema de salud, relaciones laborales, el sistema tributario y el electoral.
El expresidente Lacalle, en tanto, menciona como gran cambio en Uruguay “haber recuperado la legitimidad de origen del poder” y destaca la reforma constitucional de 1996, “que democratizó los partidos políticos”. Por último, menciona la derrota de la inflación: inició su gobierno en 1990 con 130% y hoy “nadie la concibe de dos dígitos”.
Para cerrar, el complejo panorama venezolano: hubo un cambio en la percepción de la violencia, una ruptura del orden constitucional y luego una crisis humanitaria. La transformación en el tema seguridad se inició a fines de la década de 1980, recuerda la investigadora Pérez, con las protestas conocidas como el Caracazo, que abrieron “el dique de la delincuencia”.
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