El Pais (Uruguay)

Tras un seguro que permita al productor volver a plantar

La última zafra de verano golpeó fuerte por el déficit hídrico y los agricultor­es buscan tener un respaldo para sus produccion­es

- HERNÁN T. ZORRILLA

BSE planea duplicar su área de seguros en soja para sequía por rinde, a 200.000 has a nivel país.

El objetivo es evitar que un par de años malos “saquen a los productore­s de la actividad”.

El seguro agrícola de rendimient­o es uno de los seguros que tiene mayor posibilida­d de crecimient­o”, comienza diciendo José Amorín Batlle, presidente del Banco de Seguros del Estado. El mensaje por parte de las autoridade­s ha sido claro: apostar a la agropecuar­ia nacional. Después de una zafra complicada para los cultivos de verano por la sequía que desplomó los rendimient­os, la posibilida­d de generar un seguro que recupere las pérdidas que tuvo cada productor tomó mucho más fuerza en la agenda pública.

El Banco de Seguros del Estado aseguró entre 90.000 y 100.000 hectáreas de soja por sequía para rendimient­o la campaña pasada, al tiempo que duplicará el área hacia la zafra entrante, asegurando por una cifra cercana a las 200.000 hectáreas. Aún así, probableme­nte no se llegue a satisfacer la totalidad de la demanda existente. En lo que tiene que ver con las pérdidas la última campaña, el BSE registró indemnizac­iones por 25 millones de dólares entre los cultivos de invierno y verano. En su desglose, 4 millones y medio se adjudicaro­n a resiembra en invierno y las heladas tardías que afectaron el potencial de los cultivos, al tiempo que el porcentaje mayoritari­o de esos 25 millones de dólares mencionado­s correspond­ieron a la sequía registrada en verano.

“Este año buscamos nuevos contratos con las reasegurad­oras, aumentando el capital para dar coberturas ante una posible seca”, dice el Ing. Agr. Andrés

Grunert, integrante del Departamen­to Agronómico del BSE. De esta forma, la institució­n puede asegurar al productor el cobro de una cierta cantidad de kilos en caso de un siniestro de estas caracterís­ticas, dependiend­o del historial del agricultor y de la zona.

Es preciso remarcar que las reasegurad­oras internacio­nales miran los antecedent­es de los últimos años. “Si vemos ese lapso de tiempo, en los últimos 4 años tuvimos indemnizac­iones que superan largamente los premios cobrados”, añade Grunert. Por dicho motivo, es complejo avanzar en coberturas que atiendan este tipo de contratiem­pos, “sobre todo cuando son sistémicos”. En casos de viento, granizo o incendio se trata de siniestros puntuales, pero en el caso de un déficit hídrico importante es probable que afecte a un gran porcentaje de la superficie del territorio nacional.

En la presente campaña, según aseguran las autoridade­s del BSE, la firma del contrato de reaseguro se dilató más que en cualquier otra zafra. Este tipo de contratos se suelen firmar en el mes de julio, pero en este caso no fue hasta antes de fines de setiembre que se logró llegar a un acuerdo. Además, en ese conjunto de prestigios­as reasegurad­oras a nivel internacio­nal, cambiaron mínimament­e la mitad de los participan­tes.

Al respecto, Amorín Batlle se extiende: “para aumentar el área asegurada tuvimos que seducir a los reasegurad­ores, y para ello debemos dar mejores condicione­s. Se cobra más porque el riesgo es mayor y hay que brindar nuevas garantías de cobertura”.

Otro ítem clave en el funcionami­ento de los seguros agrícolas de rendimient­o es la recopilaci­ón de informació­n. Hasta el momento, el BSE y las asegurador­as privadas no cuentan con informació­n oficial, pero sí con datos que los mismos productore­s proporcion­an. “Trabajamos con una idea de la productivi­dad por suelo y las garantías posibles por zona. En función de eso, establecem­os las condicione­s para un lugar determinad­o y su potencial de rendimient­o”, explica el Ing. Agr. Agustín Ferreira, integrante también del Departamen­to Agronómico del BSE, quien agrega: “las garantías que se dan en seguros de rendimient­o son un 60% del rendimient­o promedio histórico del lugar”.

La recopilaci­ón de informació­n oficial es un aspecto muy importante para el desarrollo a futuro de políticas en lo que tiene que ver con los seguros de rendimient­o. El BSE está participan­do de un plan piloto de 3 años del Ministerio de Ganadería Agricultur­a y Pesca, en conjunto con las asegurador­as privadas, donde el objetivo es tener informació­n oficial que de garantías al sistema en su conjunto. Como aspecto negativo, “la adhesión de los productore­s a brindar su informació­n viene siendo muy baja hasta el momento y esperamos que se revierta”, detalla Ferreira.

En lo que hace a la posibilida­d de generar un seguro obligatori­o de producción de aquí a unos años, algo así como un SOA, Amorín Batlle concluye que puede mejorar las condicione­s y el número final. Las baterías están enfocadas en esa dirección, y en lo que tiene que ver con un seguro de índice más que un seguro de rendimient­o convencion­al. De todos modos, para que esto suceda, se necesitan 5 o 6 años de informació­n oficial, asegura Ferreira.

Para los seguros más tradiciona­les, como el de resiembra o granizo, el BSE ocupa allí un 80% de sus pólizas registrada­s. De los 500 millones de dólares que asegura el Banco de Seguros del Estado, tan solo 100 millones correspond­en a seguros de rendimient­o. A modo de ejemplo, en la última campaña el BSE aseguró en total unas 600.000 hectáreas entre cultivos de invierno y de verano.

Como desafíos a futuro, el presidente Amorín Batlle y el Departamen­to Agronómico del BSE concuerdan en que es clave generar conciencia en el productor de utilizar los seguros. “Lamentable­mente, el clima de los últimos años está colaborand­o para ello”, dice el presidente del BSE, al tiempo que Grunert agrega que los contratos son zafrales, por lo que si un productor utiliza el seguro del BSE debe participar nuevamente al año siguiente aunque “las prediccion­es climáticas no sean malas”, de lo contrario, pierde prioridad ante otros productore­s. El objetivo final, dice Amorín Batlle, es “evitar que un par de años malos saquen a los productore­s de la actividad”.

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José Amorín Batlle, presidente del Banco de Seguros del Estado: “El mensaje por parte de las autoridade­s ha sido claro: apostar a la agropecuar­ia nacional”.
 ?? ?? Ing. Agr. Andrés Grunert e Ing. Agr. Agustín Ferreira, integrante­s del Departamen­to Agronómico del Banco de Seguros del Estado.
Ing. Agr. Andrés Grunert e Ing. Agr. Agustín Ferreira, integrante­s del Departamen­to Agronómico del Banco de Seguros del Estado.

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