Incentivo a la calidad docente
Esta semana se dio un paso importante vinculado a la reforma educativa, uno de los objetivos más trascendentes del gobierno en directa relación con el futuro y progreso de nuestra sociedad. El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveyra, firmó el lunes la resolución 035, en concordancia con los nuevos lineamientos introducidos por la LUC, en este caso en lo que concierne a la formación docente. Un elemento clave para la enseñanza de niños y adultos cuyo nivel en los últimos tiempos se ha deteriorado de forma alarmante, tal como lo demuestran fehacientemente los resultados de las pruebas internacionales PISA y los datos locales del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed)
Si bien la mayor parte de los cambios deben provenir de la ANEP, depende del MEC la posibilidad de que los educadores obtengan reconocimiento universitario tras la formación recibida en entidades públicas, tal como habitualmente lo hace en el caso de universidades privadas. Un tema conversado y reclamado dentro del sector desde hace tiempo, si
Ex coordinador del GACH bien en ninguno de los períodos anteriores fue llevado a la práctica. Con este cambio, la ANEP continuará capacitando a los docentes y después el MEC podrá otorgarles un diploma de licenciado en pedagogía al que se le agregará cada especialidad.
Y aquí viene otro punto interesante. Recibir el título no será algo automático, hay reglas previas que cumplir. Se exige un cambio en la currícula y un examen final que demuestre que maestros y profesores cuentan con las competencias básicas para ser universitarios. Si la persona pierde este examen no dejará de ser docente, pero lo será sin acreditación universitaria. Al respecto, no deja de llamar la atención lo elemental de las cualidades que deberán demostrarse en las pruebas. Por ejemplo, saber escribir correctamente, si enseñan matemáticas, hacer ciertos ejercicios, dominar el uso de las computadoras del Plan Ceibal… Además, el documento que acompaña advierte que todo programa universitario de formación en educación deberá acumular un mínimo de 3000 horas de docencia directa o de prácticas supervisadas, para ser reconocido. El currículum común debe estar integrado por algunas competencias esenciales como idioma español, matemáticas aplicadas, argumentación y organización de textos, metodología de la investigación. Por formación disciplinaria especifica que varía según cual sea el programa, por formación para la enseñanza y la evaluación de aprendizajes, etc. A raíz de la cantidad de horas y de materias tendrán que reformarse los programas de los más de 30 institutos magisteriales y de enseñanza de profesores de la ANEP.
Demás está decir, que esto es parte esencial de la reforma educativa, porque se pueden cambiar planes, programas y modos en los centros educativos, pero si no se hace lo mismo con la preparación de quienes tienen el cometido de trasladar el conocimiento a los educandos, es impensable una real mejora. Esta manera de implementarlo es más lenta porque implica el cambio de los programas de capacitación de los profesores pero es algo fundamental para crecer educativamente y recuperar el buen nombre que tenía la enseñanza pública que destacaba nítidamente a nuestros habitantes de los de la región.
Un esfuerzo llevado a cabo a lo largo de decenas de años que lamentablemente se ha hecho trizas, con el agravante de que ese deterioro también tira hacia
“Hay gente que opina que salimos igual de la pandemia, yo soy optimista, creo que nos ayudó a ser un poco mejores.” Henry Cohen
Es parte esencial de la reforma educativa, porque se pueden cambiar planes, programas y modos en los centros educativos, pero si no se hace lo mismo con la preparación de quienes tienen el cometido de trasladar conocimientos, es impensable una real mejora.
abajo al sector privado de la educación porque si es muy pobre el rango de lo que hay enfrente no se necesita mucho por ser o parecer mejor. Así es que se perjudica, no solo a los niños y jóvenes que estudian en el sector público, sino a los que, con mayor o menor esfuerzo deciden enviar a sus hijos a estudiar en colegios y universidades privadas y pagar por ello.
En clara muestra de que la intención del actual gobierno es sacudir las viejas inercias y la educación es una prioridad, no se perdió ni un día luego de la votación del referéndum, (evidente estrategia de la oposición para frenar cualquier iniciativa presidencial, por más necesaria que sea) para dar este paso que intenta, no solo la valorización de la labor docente sino la búsqueda en ese ámbito, de la excelencia perdida.
Desde ya pueden esperarse las críticas desde la oposición y de los gremios de la actividad. No hay que olvidarse que el Frente Amplio había lanzado la idea de una Universidad de la Educación y no pudo plasmarse por el rechazo de parte de los sindicatos. Aparte de que era un proyecto que solo iba a cambiarle la chapa a la titulación, sin una transformación de fondo.