Una Patria que siempre va a tener, y vivir de, sus vacas...
PJulio Blanco, CEO de Interagrovial, y Gerardo García Pintos, de ARU.
Álvaro Lapido Bove, directivo de Conaprole; Conrado Ferber Artagaveytia, presidente del INAC; y José Zerbino Hugues, gerente Agro del banco Itaú. ara adelante quedan las casas… En mis pagos de Cerro Largo esta tradicional frase envuelve una mirada de optimismo y de seguir en el trillo hasta alcanzar la meta buscada. Es un mensaje en el sentido que, lejos de quedarse, hay que levantar la mirada y continuar el camino.
Tras el acto eleccionario del domingo pasado ese es el espíritu que se debería tener. El soberano se manifestó y el gobierno, que pasó por inimaginados temas como una pandemia y los daños colaterales de una guerra, cosechó el mismo respaldo que tuviera dos años atrás, en lo que se lee como ratificación del respaldo de la mayoría. Porque, y vuelvo a mis recuerdos de Cerro Largo, en cualquier campito de fútbol, cuando termina el partido (y no si duraba algunos minutos más), ganar por medio a cero es ganar. Más si las reglas de juego se saben de antemano y todos las aceptan.
A propósito, sobre el tema en cuestión (la LUC), se conocía de antemano. El presidente Lacalle Pou dijo innumerables veces, antes de ser elegido, que la iba a poner en práctica. Era el “corazón” de su política de gobierno. Ganó, la presentó y la ratificó el Parlamento, órgano representativo de todos los ciudadanos. Ahora, el soberano ratificó esa Ley, tras estos largos meses de campaña electoral que distrajeron a todos de los temas de fondo.
Entonces, finalizadas estas elecciones de medio turno (para mi lo fueron), el gobierno volvió a cosechar la mayoría que le depositó nuevamente la confianza para dirigir el barco a buen puerto.
Ahora hay que mirar para adelante…
El resultado del domingo dejó tranquilos a los empresarios que son los que invierten para generar mano de obra genuina y con ella bienestar a todos los ciudadanos.
No obstante, aun cuando indicadores de la economía del país, y mucho más del sector, son favorables, hay que poner énfasis en temas que se deben encarar, aunque no sean tangibles como los de combustibles, seguridad, impuestos, inserción internacional etc.
Me refiero a la educación. Pero no a discutir quién tiene que dirigir la elección de horas de los docentes, o cómo se organizan los gremios, hay que pensar la educación para un país que debe mayoritariamente su economía al sector agropecuario, para achicar esa “grieta” cultural que existe.
A quienes hace mucho tiempo que estamos en esto, nos es fácil comprobar el desconocimiento de gran parte de los montevideanos sobre la producción agropecuaria. Basta haberse parado detrás de escolares en sus clásicas visitas a la Expo Prado y escuchar cómo elogian a “las vacas” frente a voluminosos toros de la raza que sea, o a las “ovejitas” mirando carneros… Y así varios ejemplos que reflejan la poca importancia que se le da en los textos de estudio. Bueno, sin ir más lejos, no hace tanto un Senador de la República aseguró convencido que la cría de una oveja era una “ternera…”. Son sólo ejemplos de cómo mucha parte de quienes viven en Montevideo lo hacen de espaldas al país real. Tanto, que cuando van al interior dicen “me voy para afuera”... como si se tratara del exterior...
En esta misma casa periodística. Hace sólo una semana, un suplemento que se edita con este diario sacó un artículo sin fundamentos, sin ningún rigor científico, sesgado y que refleja esa ignorancia hacia lo que es el Uruguay productivo y su implicancia en todos los ciudadanos.
Desde Rurales El País tratamos de contribuir para rebatir esta realidad, sembrando conocimientos que cosecharán cultura agropecuaria. Les invito a leer el staff (al pie de esta página) para comprobar el equipo que hemos formado para trabajar cada día en ese sentido.
Es un aporte, pero no es suficiente.
Por eso, creo que se debería empezar por la educación informando sobre el país real, para que el Uruguay sea uno, para achicar la brecha y que todos miremos para un mismo lado, en una Patria que siempre va a tener, y vivir de, sus vacas, que lejos de ser el problema, sin dudas, como lo dicen estudios científicos serios, son parte de la solución...
PABLO D. MESTRE