POLÍTICA MONETARIA, DÓLAR Y MÁS
■ Para Harguindeguy (de Grantthornton) “el objetivo debería estar en apalancar las expectativas de inflación en el mediano/largo plazo” y en eso es clave la política monetaria. Recordó que en Estados Unidos la inflación “se encuentra en niveles históricamente altos (7,9% en 12 meses a febrero), pero las expectativas se mantienen relativamente bajas para fin del 2022, en 4,3% y bajas para 2024 (2,3%). En cambio en Uruguay las expectativas de inflación son altas (7,9% para el cierre del año y 6,5% para fin de 2024)”. Según Cichevski (de CPA) “entre los factores que podrían incidir a la baja” en la inflación, está la “profundización del proceso de apreciación del peso uruguayo, que contribuiría a mitigar presiones sobre los precios del componente transable. En ese sentido, serán clave los anuncios” del Banco Central. La autoridad monetaria había adelantado que aumentaría en 75 puntos básicos la tasa de interés de referencia, para llevarla a 8%, en la reunión de mañana. “Sin embargo, los acontecimientos recientes junto con un incremento de las expectativas de inflación a 24 meses, deberían inducir” al BCU a elevar la tasa “en 100 puntos, y anunciar futuras subas hasta tanto se moderen las expectativas”, agregó. Carriquiry (de Exante) afirmó que este año la inflación cerrará fuera de la meta. Pero, “en 2023 tendremos nuevas negociaciones salariales y resulta central para pensar en un descenso de la inflación hacia adelante (pasado el shock de precios internacionales actual) que no volvamos a ver esquemas de total indexación salarial como vimos en el pasado, que terminen perpetuando altos niveles de inflación”.