América Latina también se verá favorecida con una UE más fuerte
Emmanuel Macron es contrario a un acuerdo Unión Europea-mercosur
■■Emmanuel Macron continuará en la presidencia de Francia, pero el país ya no es el mismo. Si algo quedó claro en estas elecciones es que el avance de la derecha es fuerte; y esto no es solo en Francia sino en varios países europeos.
Macron deberá gobernar en un país que dejó atrás el bipartidismo. “La Francia de hoy está dividida prácticamente en tercios: uno es del partido liberal de Macron, otro apoya a Le Pen y otra parte, importante también, está con la izquierda de Mélenchon. Se terminó la Francia bipartidista y de partidos tradicionales, ya existe todo un sistema de partidos en el medio”, dijo a El País Fernando López D’alessandro, profesor de historia e investigador de los Centro Regionales de Profesores (CERP).
En ese contexto, Macron enfocará su segundo mandato en dar unidad y respuestas sociales a un país signado por la presión de los “chalecos amarillos” y en reforzar a la Unión Europa, en un contexto bélico en el que se juega el reordenamiento de las potencias mundiales.
“La elección en Francia se internacionalizó por el contexto actual, con una guerra en Ucrania que involucra a las potencias. Pensar en una Francia sin Macron era un escenario delicado y hasta peligroso cuando el mundo necesita una Unión Europea fortalecida”, afirmó Ignacio Bartesaghi, doctor en relaciones internacionales y profesor de la Universidad Católica (UCU).
Si hubiera ganado Le Pen, era probable la salida de Francia de la Unión Europa (el “French brexit”), pero el triunfo de Macron garantiza que la Unión Europea va a continuar con Francia como eje, coincidió López D´alessandro.
En este segundo mandato habrá cierto continuismo, pero es esperable un cambio de perfil en algunas de las políticas gubernamentales, sobre todo ante temas como la migración, la inflación y el empleo, que tanto inquieta a la sociedad francesa. “Macron deberá atender ese caudal de votos que no estuvo con él, porque puede costarle caro a su segundo gobierno. Deberá enfocarse en los jóvenes franceses que se abstuvieron de votar y que es el grupo que más reclama soluciones y hace presión”, afirmó Bartesaghi.
En el plano regional, en la agenda del gobierno primarán las necesidades del bloque, como la construcción de un ejército propio en la Unión Europea. “Ese proyecto, por razones históricas, seguramente lo liderará Francia, no Alemania”, agregó Bartesagui.
DÓNDE QUEDA AMÉRICA LATINA. En un contexto internacional complejo, con amenazas a la seguridad y el impacto en las economías del alza de los precios del petróleo, es probable que América Latina pase a un segundo plano en la mirada francesa.
“Es cierto que los commodities de esta región —se refiere al arroz y otros alimentos— son de interés de la Unión Europea en este momento, pero las urgencias de Francia son otras. Pienso que Macron se enfocará más en los asuntos internos de la Unión Europea, no tanto en sus relaciones con América Latina. Además, Macron tiene una visión negativa del acuerdo de la Unión Europeamercosur y no cambiará ahora”, lapidó Bartesagui.
Efectivamente, todo indica que el acuerdo Mercosur-unión Europea, trancado en gran parte por objeciones de Francia, quedará en freezer dado que Macron seguirá protegiendo la producción agropecuaria de su país. Tampoco hay que olvidar que los agricultores son parte importante de los “chalecos amarillos” y lo que menos necesita Macron es ponerlos nuevamente en su contra. Esto aleja aún más la posibilidad de que el acuerdo Unión-europea vuelva a la mesa francesa, lo que hubiera sido un trampolín positivo para esta región; pero ese escenario no está planteado.
“Igual, las negociaciones con la Unión Europa deben seguir y se tienen que encontrar soluciones a los diversos trancazos que aparezcan”, afirmó López D’alessandro.
El profesor destaca que América Latina quizás no pase tan bajo perfil como muchos analistas creen. “Macron quiere un acercamiento a los países más importantes de esta región, especialmente Brasil. La fotografía de Macron con Lula de hace unos días, es sintomática. Además, Brasil tiene una frontera con Francia en la Guayana Francesa. Tampoco acá debemos perder de vista que Francia puede ser una buena puerta para América Latina”, afirmó.
Más allá de si esta región estará o no en el foco de interés de Europa en el futuro próximo, la victoria de Macron es, en el fondo, un triunfo de la democracia, y eso es favorable para todo el mundo, incluyendo a América Latina.
“Estas elecciones en Francia afirman los sectores más democráticos, en un mundo donde hay una amenaza tangible con el crecimiento de la extrema derecha financiada por Vladimir Putin. Los préstamos bancarios rusos fueron para la campaña de Le Pen, y las posiciones de Le Pen y Putin tienen muy poco que ver con el sentido democrático. La propuesta de la “democracia orgánica”, como la llama Putin, es el final de la democracia”, afirmó López D’alessandro, quien apuntó la necesidad de las sociedades y gobiernos de estar más alertas.
“Ya no soy el candidato de un campo, sino el presidente de todos”, dijo Macron en París.