US$ 44 mil millones para refundar TWITTER
Elon Musk dice que la red tiene que ser la plataforma de la libertad de expresión
■■ Elon Musk, el hombre más rico del mundo, dueño de Tesla y Spacex, compró Twitter por 44.000 millones de dólares y dijo que quiere la red para desarrollar una plataforma sin censura. “La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten los temas vitales para el futuro de la humanidad”, declaró Musk en el comunicado en el que anuncia la compra de la red.
Previo a confirmarse la noticia, se suspendió la cotización de las acciones de Twitter en Wall Street hasta que hubiera novedades, que se concretaron minutos después. Los papeles estaban entonces más de 5,5% sobre el valor de cierre del viernes, y terminaron 5,66% arriba.
La confirmación de la venta llegó diez días después de que Twitter anunciara una maniobra conocida como “píldora envenenada” para frenar a Musk.
Antes del anuncio, Musk tuiteó: “Espero que incluso mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que la libertad de expresión significa”.
El magnate ya había comprado algo más del 9% de las acciones, y fue invitado a ingresar a la junta directiva de Twitter, pero luego hubo una marcha atrás y Musk anunció entonces que compraría toda la empresa.
En la Casa Blanca, la secretaria de prensa, Jen Psaki, dijo que “no importa” quién controle Twitter, y que el presidente Joe Biden está “preocupado por el poder de las grandes plataformas de medios sociales”, y que insistirá para que el Congreso las regule.
Donald Trump aseguró que no volverá a Twitter
Finalmente ayer lunes, luego de días de ideas y vueltas, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, consiguió su propósito de hacerse con la red social Twitter, a la que calificó como “la plaza digital del pueblo”. La operación se cerró por 44.000 millones de dólares.
Musk, fundador de Tesla, que ya había adquirido más del 9% de las acciones de Twitter, lanzó el 14 de abril una oferta de compra total, “la mejor y última”, a razón de 54,20 dólares por acción que finalmente son los que pagará a través de una entidad.
Pero hasta que ayer lunes se cerró el acuerdo han pasado once días en los que la junta directiva de Twitter, inicialmente reacia, tomó una medida para protegerse y ganar tiempo, y el propio Musk se prestó a negociar y ofreció 46.500 millones en financiación.
Musk dijo la semana pasada que había conseguido esa suma para realizar la compra, gracias a dos préstamos bancarios de Morgan Stanley y también a su fortuna personal, con una contribución de 21.000 millones de dólares. Forbes estima la fortuna de Musk en 269.000 millones de dólares.
Esta operación es un viraje dramático luego de que Twitter anunciara hace diez días que preparaba una maniobra conocida como “píldora envenenada” para dificultar la oferta de adquisición (OPA) de Musk.
Sin embargo las negociaciones continuaron. El consejo de administración de Twitter se reunió el domingo para revisar la propuesta del magnate.
El viernes, Musk se había reunido con varios accionistas por videollamada, para defender su oferta de compra.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN. “La libertad de expresión es el cimiento de una democracia funcional y Twitter es la plaza digital del pueblo donde se debaten los asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, dijo el nuevo dueño de la empresa en su primer mensaje, acompañándolo de emojis de cohetes y corazones.
“También quiero hacer una Twitter mejor que nunca al potenciar el producto con nuevas características, convertir los algoritmos en fuente abierta para incrementar la confianza, vencer a los ‘bots’ de ‘spam’, y autentificar a todos los humanos”, anuncio .
Poco antes de anunciarse la compra, Musk ya dio una pista de lo que se avecinaba y tuiteó su deseo de que hasta sus “peores detractores” se mantengan en la red social, en la que tiene 83 millones de “fans” que siguen a diario la actualidad de sus empresas pero también sus ocurrencias más políticamente incorrectas.
No obstante esa cruzada contra la censura, Musk se contradice aparentemente con una parte de su acuerdo con Twitter: su salida de la bolsa, que implicará liberarse también del escrutinio de la Comisión del Mercado de Valores (SEC), ya que no estará obligada a publicar sus resultados y otras informaciones.
Se espera que deje de cotizar en Wall Street una vez se complete la compra, algo que ocurrirá en algún
Con la compra por parte de Musk, Twitter dejará de cotizar en la Bolsa de Nueva York.
momento de este año tras obtener la luz verde de los accionistas y los reguladores, por lo que las cuentas que divulgará Twitter este próximo jueves, referentes al primer trimestre, podrían ser las últimas en abierto.
Ayer, mientras se esperaba la concreción de la compra, hubo mucha especulación acerca de la toma de control de Musk y su posible implicación sobre cuentas censuradas como la del expresidente Donald Trump, quien fue vetado tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y ha intentado convertirse en un magnate de los medios con su malograda red social Truth.
Pese a todo, organizaciones de derechos civiles como la Asociación Nacional para el Progreso de Personas de Color (NAACP) hizo una rápida llamada para que no deje “volver” a Trump y añadió:
“La desinformación, las falsedades y el discurso del odio NO CABEN en Twitter”.
La expectativa por la compra de Twitter por parte de Elon Musk mantuvo en vilo a la bolsa de Nuva York. Una vez que se confirmó la noticia, las acciones de la empresa operaron 5,66% al alza, a 51,70 dólares por papel. Tesla, en cambio, cedió 0,70% a 998,02 dólares.
REGULACIÓN. La Casa Blanca insistió ayer lunes en su petición de que el Congreso de Estados Unidos apruebe nuevas regulaciones que obliguen a redes sociales sobre Twitter a rendir cuentas por “los daños que causan”.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se pronunció así poco después de que Twitter anunciara que aceptó la oferta de compra de Musk.
Psaki no quiso valorar la “transacción específica” entre Musk y Twitter, pero dijo que sea quien sea el propietario de esa empresa, el presidente estadounidense, Joe Biden, lleva “mucho tiempo preocupado por el poder de las grandes plataformas de redes sociales”.
“(Biden) lleva mucho tiempo diciendo que las plataformas tecnológicas deben rendir cuentas por los daños que causan”, señaló la portavoz en su rueda de prensa diaria.
El presidente “apoya rotundamente que se aprueben reformas fundamentales para lograr ese objetivo”, incluidas reformas antitrust que “requieran más transparencia” en este tipo de fusiones o adquisiciones, continuó Psaki.
Biden también cree que debe reformarse la llamada Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996, recordó la portavoz.
Esa sección estipula que las grandes compañías de Internet están exentas de casi cualquier consecuencia legal resultante de los contenidos publicados en su plataforma e incluso de sus propias decisiones de eliminar contenidos, porque se supone que son meros intermediarios o canales.
Psaki añadió que hay “interés bipartidista” en el Congreso de Estados Unidos en impulsar ese tipo de reformas, algo que “alienta” a Biden.