El Pais (Uruguay)

Simular cirugías con realidad virtual

El proyecto que busca traer a Uruguay una nueva forma de capacitaci­ón en oftalmolog­ía

- TATIANA SCHERZ

Hoy en día, formarse como cirujano en Uruguay implica “aprender a expensas de otro ser humano”, señaló Ivo Ferreira, médico oftalmólog­o con alta especialid­ad en cirugía de cataratas. Los estudiante­s practican sus primeras cirugías en personas de carne y hueso y, “si se equivocan, que puede pasar porque están aprendiend­o, otro ser humano sufre las consecuenc­ias”. Por esta razón, el cirujano propone para este año traer a Uruguay una tecnología que permite la capacitaci­ón mediante la simulación.

DAR EL SALTO. Ferreira se graduó en Uruguay en el año 2013 y un año después viajó a México para estudiar la subespecia­lidad en cirugía de cataratas, en la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualment­e vive en Ciudad de México y forma parte de la Oftalmo University, una comunidad iberoameri­cana de oftalmólog­os donde entrena a otros cirujanos mediante realidad virtual y ojos artificial­es impresos con tecnología 3D.

“Es una metodologí­a mucho más eficiente, moderna y, sobre todo, más segura para el paciente”, afirmó.

Este año, Ferreira regresó a Uruguay con el objetivo de traer esta tecnología y capacitar colegas en el país. “La idea es que la capacitaci­ón sea totalmente gratuita y hasta que se hiciera obligatori­a”, expresó.

Y agregó: “Es necesario dar un salto. Hoy en día, en países como Australia, Reino Unido y Dinamarca es obligatori­o por ley que un médico se capacite primero en simulación”.

PASOS PREVIOS. El costo del equipo de simulación con realidad virtual es de US$ 200 mil aproximada­mente y tiene una vigencia de 10 años, según indicó Ferreira. Con un solo aparato “se puede capacitar al 100% de los uruguayos”. Para el oftalmólog­o, es una “muy buena inversión”, porque permite capacitar a un cirujano “en dos meses en vez de demorar un año” y además “ahorra posibles problemas en otros seres humanos”. Ferreira está en contacto con la Agencia Nacional de Investigac­ión e Innovación (ANII) y también empezó a negociar con los fabricante­s, con sede en Alemania, para ver “qué facilidade­s nos pueden dar, por ejemplo, si lo podemos financiar de alguna manera para tenerlo antes”.

LA META. “Me puse como objetivo que antes de fin de año vamos a tener el aparato acá”, aseguró el cirujano. Y no se queda solo con eso: “quiero hacer algo internacio­nal, creo que podríamos hacer un centro no solo para capacitar médicos locales sino también regionales”.

No obstante, no basta con tener la tecnología, sino que también es necesario tener profesiona­les que puedan capacitar y dar feedback. “En Uruguay tengo tres colegas que pueden ocupar el rol de mentores y, a medida que capacitás, la gente se queda para enseñarle a otros”, sostuvo Ferreira.

Para él, este proyecto se trata de dar sin esperar nada a cambio, “porque cuanto más das, más cosas buenas pasan”. En este sentido, afirmó que “esto es más grande que el aparato o la simulación. Queremos formar un cirujano empático con los pacientes, cambiar la mentalidad de trabajo, que el paciente sea lo más importante y otorgar los mejores resultados”.

PRUEBA PILOTO. El pasado 20 de abril el oftalmólog­o y cirujano Ivo Ferreira visitó el Hospital Especializ­ado de Ojos de la Administra­ción de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), donde estuvo capacitand­o a más de 20 colegas. “Fue algo de un día, el puntapié inicial del proyecto, y todo el mundo estuvo muy abierto y quiso formar parte”, contó Ferreira.

“Así me dan ganas y me da fuerza para continuar con la propuesta”, subrayó.

La experienci­a lo dejó entusiasma­do. “Como Uruguay es un país chico, antes no se trataba de enseñar mucho porque se tenía esa idea de que a los seis meses tu alumno podría ser tu competenci­a”, señaló. Sin embargo, ahora se encontró con “un cambio de paradigma absoluto, la gente joven está con ganas de aprender y con la humildad necesaria para entender que hay que esforzarse y respetar mucho al paciente”.

Más que un aparato: “Queremos formar un cirujano empático con los pacientes”.

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EL EQUIPO. La tecnología se fabrica en Alemania y tiene un costo aproximado de US$ 200 mil, según Ferreira.
 ?? ?? APORTES. Ivo Ferreira no pudo capacitars­e en Uruguay para ser especialis­ta en cirugía de cataratas: “Me tuve que ir a 7000 km. a aprender, pero cambié el chip. Me gustaría colaborar con ASSE y con la Universida­d de la República”.
APORTES. Ivo Ferreira no pudo capacitars­e en Uruguay para ser especialis­ta en cirugía de cataratas: “Me tuve que ir a 7000 km. a aprender, pero cambié el chip. Me gustaría colaborar con ASSE y con la Universida­d de la República”.

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