Canilla libre
Hay líneas del pensamiento nacional que sentimos como propias. Una es el realismo. Atender a las cosas como son sin concesiones a las teorías abstractas. Otra es el amor a la libertad acorde con la expresión de Tocqueville: “No tengo más que una pasión: el amor a la libertad y a la dignidad humanas”. Y —abreviando— el acento en lo nacional, participando de actitudes de Estado buenas para el pueblo, con prescindencia de los dictados de cualquier internacionalismo (“La política internacional en el pensamiento de Luis Alberto de Herrera”, Carlos María Velázquez, 1971).
Un investigador de la guerra —von Clausewitz (17801831)— cuyo pensamiento es adaptado contemporáneamente para la dirección de emprendimientos colectivos concluye que en las batallas nada suele salir tal como se lo había planeado. Y resalta la importancia de los cambios tácticos. Ajustar las decisiones según el curso de los acontecimientos. De ésto sabe el gobierno nacional que sorteada la pandemia enfrenta un cambio universal de circunstancias.
Internacionalismos hay muchos. La genocida invasión rusa a Ucrania ha provocado una unidad terminante entre Estados Unidos y la Europa libre como no existía antes, a la que suman países de su influencia cultural. Trajo al tapete el riesgo de una escalada bélica mayor, con uso de armas atómicas incluído. Decadentes tiranías asentadas en fenomenales fracasos sociales miran a esta invasión con simpatía. Creen les respaldará para afirmar sus designios liberticidas comenzando por la Venezuela de Maduro y la Nicaragua de Ortega en América Latina. Nuestro país por el peso de su Historia sin sometimiento adhiere desde los orígenes a Occidente y la democracia.
Hay discordancias. La oposición vigente dirigida por sindicalistas del Pit-cnt organización de internacionalismo militante, no ha tenido un gesto de solidaridad cuando la reciente pandemia (pedía encierro obligatorio y vacunas Sputnik) y festeja como un éxito los perjuicios que la situación mundial arroja sobre el país. La suba del petróleo y los aumentos de precios que el hecho implica. Pide se saquen todos los impuestos y se llame a Papá Noel para que derrame regalos sobre la población.
Una anécdota habla por sí misma. El representante del sindicato del Instituto del Niño y el Adolescente (INAU), vicepresidente del Pit-cnt, y secretario general del gremio de empleados públicos Joselo López, en una entrevista reciente,
Pide se saquen los impuestos y se llame a Papá Noel para que derrame regalos sobre la población.
afirmó que Cuba es una democracia. Advertido por el entrevistador respecto a que allí no hay libertad de pensamiento, de expresión, de protesta y rige una represión policial notoria. López dijo se trata “de una democracia diferente” con “libertad restringida” (sic). Y, agregó con cara seria que en nuestro país no hay libertad plena como lo demuestra el hecho de que no se puede “conducir borracho” (Malos Pensamientos, Azul FM).
La explicación para este disparate sería el accidente que protagonizó el presidente del Pit-cnt Marcelo Abdala, que chocó a varios vehículos en Punta Carretas, estando alcoholizado según la respectiva espirometría. Su condena judicial vendría a ser así, una arbitrariedad del imperialismo y la oligarquía. Ante el hecho cuando ”los gordos” sindicales preparan una celebración para el 1º de mayo contra “el hambre y la carestía” tienen que agregar y “por la canilla libre ¡Ahora y ya!” ¿Después? Que nos quiten lo bailado.