Régimen de Ortega acusa a un exsacerdote opositor
Se trata del jesuita Edgard Parrales, exembajador ante OEA
El exsacerdote jesuita defensor de la teología de la liberación Edgard Parrales, de 79 años, fue declarado culpable por supuestos delitos de traición a la patria en Nicaragua, informó ayer miércoles el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Parrales, que fue embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ministro de Bienestar Social durante el primer régimen sandinista (1979-1990), que también encabezó el actual presidente Daniel Ortega, fue declarado culpable por los delitos de cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
El opositor, que se encuentra privado de la libertad desde el 22 de noviembre de 2021 y en detención domiciliar desde el 26 de febrero pasado, fue declarado culpable por la jueza Nadia Camila Tardencilla Rodríguez, hija del exguerrillero, exdiputado y último embajador de Nicaragua ante la OEA, Orlando Tardencilla.
“En esta farsa judicial se volvió a repetir el trato cruel contra los presos políticos que se encuentran con arresto domiciliar. Al Dr. Edgard Parrales lo trasladaron al Chipote (una prisión preventiva de la Dirección de Auxilio Judicial), lo metieron a una celda, le pusieron uniforme de preso y lo llevaron a la sala de juicio con bridas”, denunció la organización humanitaria.
“YO ACUSO A ORTEGA”. La fiscalía pidió ocho años de cárcel para Parrales. La lectura de su sentencia será el 5 de mayo.
Según el Cenidh, Parrales “declaró como testigo en causa propia”, en la que “demostró su inocencia y señaló con toda autoridad moral, que el responsable de la tragedia en Nicaragua es Daniel Ortega”.
“Soy inocente, me avala una historia de vida y de compromiso en la defensa de Nicaragua, específicamente ante la OEA”, dijo ante la jueza Tardencilla, según consignó el Cenidh.
Durante su intervención, Parrales acusó a Ortega de ser “el responsable” de la “tragedia” que vive Nicaragua. “Yo acuso a Daniel Ortega”, apostilló.
El exsacerdote fue arrestado en noviembre pasado luego de brindar una entrevista a un canal de televisión local, en la que analizó la decisión de Nicaragua de denunciar la Carta de la OEA, el documento fundacional de 1948, en la que solicitó su salida de ese organismo porque rechazó la legitimidad de las elecciones en las que Ortega se adjudicó al reelección.
Parrales, quien tiene padecimientos de salud crónicos, por la falta de intestino grueso y una hernia en el estómago, fue enviado a régimen de arresto domiciliario el 26 de febrero pasado tras la muerte del exguerrillero histórico sandinista Hugo Torres, bajo custodia policial, por causas aún desconocidas.
La detención de Parrales ocurrió en medio de una ola de arrestos en el marco de las elecciones presidenciales del 7 de noviembre, que llevaron a la cárcel a más de 40 opositores, incluyendo a siete precandidatos presidenciales.
Parrales es el único religioso que continúa con vida de los cuatro sacerdotes que el papa
Juan Pablo II suspendió “a divinis” en 1984, junto con el poeta Ernesto Cardenal, el educador Fernando Cardenal y el excanciller sandinista Miguel D’escoto, por respaldar a la Teoría de la Liberación, suspensión que fue levantada en 2014.
Parrales se distanció del sandinismo en la década de 1990 y se convirtió en un crítico de la gestión de Ortega tras las protestas contra el gobierno de 2018, que detonaron una crisis política y manifestaciones que dejaron 355 fallecidos.
Ortega, de 76 años, gobierna desde 2007 y desde 2017 tiene como vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo.
EXPROPIACIÓN. Nicaragua formalizó ayer miércoles la expropiación del edificio donde funcionaba la OEA en Managua, el cual rentaba, y en donde se creará el “Museo de la Infamia”.
El régimen de Ortega ordenó el martes declarar de utilidad pública esa propiedad, de 296 metros cuadrados, situada en una exclusiva zona de Managua, tras la expulsión de la OEA del país anunciada el domingo por el canciller Denis Moncada.
La propiedad expropiada no estaba a nombre de la OEA, que rentaba una parte, sino que pertenecen a las hermanas Luz Marina y María Auxiliadora Navarrete Guevara.
Según la prensa local, Luz Marina vive en Cuba y está casada con el periodista cubano Pedro Rioseco, y María Auxiliadora, que residía en el lugar, está casada con un ciudadano estadounidense.
Nicaragua anunció el domingo su decisión de retirar las credenciales de sus representantes ante la OEA, así como el cierre de las oficinas de ese organismo en Managua. Esa decisión vino tres días después de que la OEA aprobara suspender a Rusia, su aliado, como observador.