El Pais (Uruguay)

Nuevos aires para la misma familia

Ayer se estrenó la película Downton Abbey: una nueva era

- NICOLÁS LAUBER

Se podría pensar que después de seis temporadas y una película no había más historias para contar de la familia Crawley. Para contradeci­r eso ayer se estrenó en cines uruguayos Downton Abbey: Una nueva era, que demuestra que había algo más para contar.

Es, en definitiva, una película para los fanáticos de la producción inglesa creada por Julian Fellowes que desde su estreno, en 2010 no paró de ganar seguidores y reconocimi­entos. Consiguió 15 premios Emmy incluyendo el de mejor serie y tres para Maggie Smith como actriz de reparto por su interpreta­ción de la longeva, ácida y siempre ingeniosa Condesa Lady Violet Crawley.

Ella es la matriarca de los Crawley, y tenía guardados un par de secretos que son la excusa para esta nueva entrega donde se mantienen los magníficos escenarios, los vestuarios y diálogos que hicieron de la serie un éxito mundial. En esta secuela se le suman algunos paisajes en la Riviera Francesa y más humor.

Cuatro años después del final de la serie, en 2019 llegó la película que se sintió como una despedida de esta saga que hizo que el mundo vuelva a mirar series históricas.

Si no ha visto Downton Abbey, se pierde, le aviso, una gran serie. Las seis temporadas están en Amazon Prime Video, y la primera película, en Netflix.

Sin dudas series como The Crown y Bridgenton, dos de los grandes títulos de Netflix, le deben mucho de su éxito a Downton Abbey, la serie que cimentó el fanatismo por los dramas ingleses de época.

Si bien cerraba la historia de varios personajes, Downton Abbey: la película, parecía más una oportunida­d de volver a ver el elenco reunido que otra cosa.

Alcanzó para volverlo un éxito de taquilla: de un presupuest­o de 13 millones de dólares recaudó casi 100 millones en todo el mundo. Con esos números era inevitable que surgiera esta continuaci­ón ya que quedó demostrado que no hay nada que atraiga más a un seguidor que regresar a los personajes y lugares que conoce y quiere.

Así, Fellowes se las arregló para armar esta nueva historia donde no faltan los comentario­s mordaces, las diferencia­s de clase y los pormenores de la vida de los señores de esas tierras, y de la servidumbr­e. Ese ha sido la clave del éxito de Fellowes, quien ganó el Oscar por el guion de la ingeniosa Gosford Park que, más allá de un asesinato en una mansión, mostraba esa marcada división de clases entre los de “arriba” y los de “abajo”.

Si bien es ficción, Downton Abbey siempre se apoyó en hechos históricos para su trama. Desde la primera temporada algunos momentos históricos (el hundimient­o del Titanic, la Primera Guerra Mundial, la Gripe Española) marcaron la trama de la serie. En esta continuaci­ón es el final del cine mudo y de sus estrellas silenciosa­s, por ejemplo. Esa es una de las razones para que lleve como subtítulo: Una nueva era.

Además, esta secuela, si bien utiliza personajes que llegaron a este universo en la película anterior, es una historia completame­nte nueva.

Lo que no cambia es el dolor de cabeza que le causa Lady Violet a su hijo, Robert Crawley (Hugh Bonneville). Todo inicia cuando la condesa hereda una villa francesa de un hombre que conoció hace más de medio siglo. Su familia, en especial su hijo no sabían nada de esta historia y deciden viajar hasta Francia para conocer la razón para que un marqués le deje a su madre una villa en la riviera francesa.

Al parecer Lady Violet no solo tuvo un amorío con un príncipe ruso en su juventud. Al menos eso sospecha su hijo, y también la viuda del marqués a quien no le cayó en gracia enterarse de todo este revuelo en la lectura del testamento.

Mientras tanto, Lady Mary Talbot (Michelle Dockery) se queda en Downton para supervisar una producción cinematogr­áfica que eligió esa casa de campo para que sea parte del escenario de la película “El apostador”. Si bien su padre no está contento con la llegada de extraños a la casa, el dinero le viene bien a la familia para reparar el techo de la mansión; mientras que el personal tiene una mezcla entre fascinació­n por ver actores de cine en la casa, y algo de miedo por los aires de diva de la insufrible protagonis­ta Myrna Dalgleish (Laura Haddock).

El director Simon Curtis (realizador de dramas de época como La dama de oro o Mi semana con Marilyn) regresa al universo de Downton Abbey para esta secuela (la película anterior la dirigió Michael Engler), y logra una historia que es entretenid­a y dinámica (las dos horas pasan volando). Eso sumado a una buena banda sonora y una fotografía preciosa, logran encapsular un momento histórico y a una familia inglesa muy particular.

Puede que se pregunte si era necesaria una nueva película de Downton Abbey, aunque eso tendrán que responderl­o los fanáticos de la serie, para quienes fue hecha esta continuaci­ón.

En una entrevista con Radio Times, Fellowes, dijo que es posible una tercera película, aunque todavía no hay confirmaci­ón. “Nunca se sabe si se va a querer más. Después de cada serie, después de la primera película, y ahora después de la segunda, cada un a de esas veces le he dicho un adiós desgarrado­r a estas personas... y luego aquí estamos de vuelta”, dijo.

Van a Francia para saber porqué un marqués le deja una villa a Lady Violet.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay