El Pais (Uruguay)

Orfandad moderada

-

En una sociedad que se polariza cada vez más, los extremos se agrandan y el medio se achica, todo tiende a dividirse en mitades y el medio o lo equilibrad­o tiende a quedarse sin espacio. Así pasa en política, o estás de un lado o estás del otro. Entonces, resulta que no se puede ser feminista sin ser de izquierda, ni ser de izquierda y liberal al mismo tiempo. La coyuntura nos lleva a elegir entre dos “paquetes” ya armados en un país partido a la mitad.

El costo de no elegir uno de estos paquetes en su totalidad es altísimo, es no pertenecer a ninguna de las dos mitades, ser rechazado por ambas, porque ambas van a priorizar aquello en lo que uno no comulga con ellos.

Este proceso de polarizaci­ón se ha vigorizado en los últimos tiempos, quizá más aún con la consolidac­ión de la coalición republican­a que hoy gobierna el país, en contraposi­ción con la coalición de oposición, el Frente Amplio.

Aquella eterna disputa electoral por el centro político, aquel centro que definía las elecciones y todos los partidos codiciaban, ese centro que hoy parece haber quedado relegado, de un lado y de otro.

Es notorio que desde la salida de Astori de la primera línea de la política activa, nadie ha logrado ocupar ese lugar de izquierda moderada dentro del Frente, quiénes -a priori- tenían el perfil para hacerlo optaron por radicaliza­rse hacia la izquierda por entender que la moderación no les sería rentable electoralm­ente, como es el caso de Mario Bergara, a modo de ejemplo.

Incluso el mismísimo Fernando Pereira que llegó a la presidenci­a del Frente Amplio entre puros elogios a su perfil moderado y de diálogo, casi instántane­amente fue “Mirandizad­o” por los grupos que lo sostienen, se volvió el más radical y combativo de todos. Alcanza con recordar la imagen del escenario de la campaña del “SI” la noche del referéndum para terminar de entender la radicaliza­ción, estaba el presidente del Frente (ex presidente del Pit-cnt) con todo el Secretaria­do Ejecutivo del Pitcnt, con el puño cerrado en alto cual acto de primero de mayo, mientras los dirigentes del Frente brillaban por su ausencia en el escenario.

Así y todo, esa izquierda radicaliza­da llegó a un porcentaje de casi la mitad del electorado en el referéndum, dejando una conclusión clara y lapidaria que me hizo un ver un amigo frenteampl­ista moderado de toda la vida al decirme “el Frente no tiene más lugar para nosotros, ya no nos necesita”, aludiendo a como los que se ven

Los que se ven identifica­dos con líderes como Seregni o Vázquez se han quedado sin espacio.

identifica­dos con líderes como Seregni o Vázquez se han quedado sin espacio en el Frente.

Ahora bien, ¿qué pasa del otro lado? La coalición republican­a llegó a la elección de 2019 con este espacio de centro representa­do por el Partido Independie­nte, pero prinicpalm­ente por Ernesto Talvi, quien si bien ya no está en la política activa (extremo que no analizarem­os), su pasaje por la misma interpeló algunos dogmas que parecían escritos en piedra. Dejó claro que los votantes de centro izquierda no son patrimonio del Frente, que el Partido Colorado puede recuperarl­os y que se puede presentar una visión moderna del Batllismo que enamore a los votantes del centro.

Este es, segurament­e, el desafío más importante de la coalición republican­a para poder consolidar el proceso hacia el próximo período de gobierno, un Partido Colorado fuerte que dispute de igual a igual al electorado de centro, de forma genuina, creíble y sin estridenci­as.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay