ALEJANDRO FERREIRO “La curiosidad es un vicio”
El periodista editó “Irrepetibles” con entrevistas que hizo en su programa radial, Planetario
Es increíble cuánta vida entra en el pequeño apartamento en el que vive Alejandro Ferreiro. El lugar es un ordenado laberinto de (muchos) libros y discos, instrumentos musicales (entre los que hay algunos inventados por el anfitrión), un pequeño estudio de grabación, un escritorio donde crea y se recibe a los participantes de su “Laboratorio del entusiasmo” y un par de altares para la ceremonias del té y el café. Y Tilo, claro, la gata que también hace música, según se puede comprobar en un video.
Hay un montón de vida en ese apartamento y el dueño de casa acaba de editar Irrepetibles, un libro lleno de vida con seis entrevistas que realizó en Planetario, su programa nocturno en radio El Espectador a comienzos de siglo.
(Y en el que tuve, para no aparentar imparcialidad, una modestísima participación)
Allí, con un estilo muy personal, Ferreiro leía poesía, artículos, pasaba música, reflexionaba, compartía silencios y carraspera y, básicamente, charlaba.
“No pasa un día sin que alguien me hable de Planetario”, dice Ferreiro mientras sirve el café que, la verdad, está riquísimo. Esa permanencia la pude comprobar al otro día, cuando un entrevistado me saludó por conocerme de Planetario .Lo llamé a Ferrero para contarle, así que aporté la mención del martes 25 de abril.
Nacido en Sayago, Ferreiro es comunicador desde mediados de la década de 1980. Fue periodista político, hasta que en 1998 creó el programa que mantuvo ocho años al aire y que en algunos circuitos tiene merecida estatura de legendario.
Desde entonces no ha vuelto a hacer nada en radio y se ha diversificado como poeta, novelista, autor de libros infantiles, músico y canalizador de entusiasmos propios y ajenos, además de gran anfitrión.
Es además, el editor (junto a Gabriel Pereyra) de la colección Espejo para Penguin, bajo cuyo cobijo se editó Irrepetibles en los que reconstruye, narra y transcribe las charlas en Planetario con Mario Levrero, Abel Carlevaro, Alfredo Testoni, Marosa di Giorgio, Gustavo “Príncipe” Pena y Lágrima Ríos. Vienen de charlas en vivo, pausadas, respetuosas y en un clima que alentaba la reflexión, la confesión, la distensión.
Sobre Irrepetibles y bajo la atenta mirada de Tilo El País charló con Ferreiro. —Con esto del libro y el montón de entrevistas con las que acompañaste su salida, has tenido que enfrentarte con Planetario. ¿Cómo te lo estás tomando?
—Me parece que estoy un poco alterado. El libro necesitaba que pasaran muchos años y se muriera alguna gente que había entrevistado con la intención de tener una idea general y particular de su obra y sus métodos creativos. Por eso tuve que dejar pasar el tiempo y rumiar todo ese material. Todo eso lo llevé bien, pero en febrero, cuando me encerré a terminarlo, fue muy emocionante. Y tener entrevistas y seguir con eso en la cabeza, es bastante movilizador. Estoy contento. —Lo interesante con esta revisita es que apareció mucha gente que estaba ahí, que se había
formado con Planetario. ¿Eras consciente de eso?
—Esas cosas me las dicen, pero no sé si sería tan así. Supongo que cuando dicen: “yo crecí con”, a lo que se refieren es a una compañía sonora y también a algunos contenidos. Me parece que hay algo por un efecto que no sé cómo funciona que más allá de la gente que sí lo recuerda, hay gente que no lo escuchó y habla de Planetario. No lo considero un mérito sino una circunstancia de experimentación, que la podés tener
adhiriéndote a cualquier aventura propia o de otros. —Ahora que volviste a escucharte para el libro, ¿cómo ves a aquel muchacho que eras?
—Sigo haciendo lo que hacía de chico: hacer preguntas, abrir cajones, trepar árboles. Planetario lo armé para hacer lo que más me gustaba y vivir a mi manera y y ganarme unos mangos, y más o menos hago lo mismo: sigo trabajando y produciendo ideas. El periodismo es un embudo al revés en el que meto todo mis intereses por el agujero chiquito y los despliego. Eso
me permitió meter cuchara en muchas cosas que yo ya traía: en la música hablando con músicos, en la escritura hablando con escritores, con poetas, hablando con pintores y dibujantes, la gastronomía. La curiosidad es un vicio. —¿Qué es lo mejor de Planetario?
—Las cosas que no hice, la música que no pasé, las obras que no comenté, las ideas que no concreté. En lo que no sonó en Planetario está mi verdadera edición de la realidad. —¿Hay algo nostalgioso en
Irrepetibles?
— Ese concepto de nostalgia de que los tiempos pasados fueron mejores es mentira. Lo que sí tengo es melancolía. No quiero volver atrás o, en todo caso, solo volver desde el ahora. Es lo que pasa con Irrepetibles. Para mi lo más valioso son las entrevistas sin ninguna interrupción, pero no puedo volver a eso solo. Es un libro de archivo y si realmente estás dispuesto a conversar con ese archivo desde el ahora, te pasan un montón de cosas. Esa es la idea del libro: tenía pendiente si podía volver a vincularme con esos archivos y generar algo nuevo. Si eso no pasaba, no publicaba; prefiero subir los audios a la web. En todo caso lo que está buenísimo es mirar para atrás con curiosidad de ahora. —¿Qué tienen en común Lágrima
Son charlas con Levrero, Testoni, El Príncipe, Carlevaro, Marosa, Lágrima Ríos
Ríos, Mario Levrero o Abel Carlevaro?
—Tienen todo en común en el sentido de que modifican la realidad. Lágrima es más que nada una intérprete y los demás eran unos creadores, pero en el fondo lo que se conecta y lo que está en juego es algo que tiene que ver con el presente siempre, con mirar a los costados siempre y con pintar una realidad un poco distinta de la que supuestamente es la realidad dada. Ellos crearon todo un universo paralelo y el de ella está pautado por su interpretación, pero su voz representa a mucha gente. —¿Tenés muchos irrepetibles más?
—Como era un proyecto para que dé frutos muchos años después, grabé mucha cosa. Por suerte muchos están vivos. Pero entrevistas con estas características de ahondar en los personajes hay muchas: Tomás de Mattos, Darnauchans, José Pedro Barrán, Washington Benavidez, Galemire, Dino. Tengo un montón de material. Esas notas no las hice para tenerlas escondidas en un cajón pero no sé si tengo que volver a hacer un “Irrepetibles 2”. —Terminemos con la pregunta que todos te hacen: ¿algún día va a volver Planetario? —(Muestra “Irrepetibles”) Ya volvió. Ojalá esté tan vivo en el papel como estaba vivo en la radio.