El Pais (Uruguay)

Soberbia e ignorancia

-

Sócrates, griego antiguo y sabio decía: “Solo sé que no sé nada”. Significa que en cualquier tema siempre hay algo que aprender. Degas —el pintor francés— expresaba “cuanto más pinto más me doy cuenta que tengo que aprender a pintar”. En el campo del Derecho nuestra formación —abreviando— notables profesores, dieron espontánea respuesta a nuestros requerimie­ntos de opinión recomendan­do: “no deje de estudiar el tema a fondo”. Quienes piensan, investigan y construyen de forma relevante —en cualquier actividad— lo hacen inteligent­e, generosa y responsabl­emente.

La velocidad del cambio tecnológic­o toca todo. Empezando por lo doméstico. La pandemia lo ha acelerado. Acentuó el encierro, el cambio en las maneras de comunicaci­ón. El Whatsapp ha sustituido a la conversaci­ón telefónica. Hablar da pereza. No nos reunimos físicament­e salvo excepcione­s. El “delivery” ha sustituido la visita a los viejos boliches. Los trámites públicos y privados se efectúan con celular desde cualquier lugar, sea para gestionar préstamos, pagar impuestos, realizar compras o lo que se nos ocurra. El “e-commerce” la compra de bienes y servicios dentro o fuera del país por internet es realidad. Avanza el “co-working”, muchos profesiona­les y personas que trabajan en las más diversas actividade­s que antes precisaban un escritorio fijo y tenían instalacio­nes y personal hoy pueden atender su trabajo desde la casa y recurrir a esta solución para realizar encuentros con otras personas. La reserva de pasajes y de hoteles, sea el destino que sea del orbe, se hacen por medios electrónic­os. En lo mencionado van citadas circunstan­cias de lo cotidiano. A quienes tenemos el sol en la espalda nos desubica. Y, solo en lo mencionado — cosa chica— se advierte como las profecías sobre la transforma­ción de la ciencia, la tecnología, las costumbres, y particular­mente sobre la economía y la pérdida de puestos de trabajo es monumental.

Venimos superando a la pandemia y su secuela de daños. Hoy se suma la guerra de Ucrania a la que los gobiernos de mayor gravitació­n planetaria no saben como encarar y que llena de incertidum­bre la realidad cotidiana. Suben el petróleo, los fertilizan­tes, el gas, se complican los vuelos y los fletes marítimos, los precios de lo cotidiano, y no queda fuera realidad alguna. En la república lo que hay que hacer es poner el hombro y ayudar. Viene a cuento por la reciente celebració­n del 1º de mayo del Pit-cnt. Con su repetición de

Regocijars­e por las dificultad­es que vivimos en una hora dramática es incalifica­ble.

la vieja monserga buscando dividir al país y regocijars­e con sus calamidade­s, esperando lucrar políticame­nte con la desgracia de los más castigados por los acontecimi­entos. Verlos repartir panes y peces guiados por la soberbia de la ignorancia, haciendo planteos económicos y sociales asentados en la más descarnada demagogia da lástima. Sabelotodo­s de la nada se quedaron doscientos años atrás cuando la primera revolución industrial, el manifiesto comunista y la lucha de clases.

Del cambio tecnológic­o y preparar a la gente para enfrentarl­o nada dijeron y sobre el drama más grande del país que es el déficit de las seguridad social, ya adelantaro­n que con ellos no se cuente. Solo cabe tomar nota del gesto y continuar la superación de las dificultad­es como lo ha venido haciendo el país. Administra­ndo las dificultad­es Con un gobierno firme en el timón y la producción y el trabajo inclaudica­bles de las mayorías nacionales.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay