Kiev busca restablecer electricidad y se prepara para avanzada rusa
Invierno no será un obstáculo para uno u otro bando, afirman analistas
Ucrania trabaja desde ayer, sábado, para restablecer la electricidad y el suministro de agua, un día después de bombardeos masivos rusos que provocaron cortes de esos servicios básicos en todo el territorio, en momentos en que las temperaturas están bajo cero.
El operador nacional ucraniano impuso apagones de emergencia el viernes después de que Rusia bombardeara masivamente las instalaciones energéticas del país.
El sistema energético “sigue recuperándose”, señaló Ukrenergo el sábado, precisando sin embargo que el déficit de energía aún es “significativo”.
Restablecer la energía podría tomar más tiempo en comparación con los anteriores bombardeos, debido a la magnitud de los daños registrados en el norte, centro y sur del país, dijo el operador.
Moscú disparó el viernes 74 misiles, principalmente de crucero, según el ejército ucraniano, que precisó que la defensa antiaérea logró derribar 60 de ellos.
Un tercio de los habitantes de Kiev seguían sin electricidad ayer sábado, según el alcalde, Vitali Klitschko.
No obstante, las autoridades lograron restablecer el suministro de agua y el funcionamiento del metro, que había sido interrumpido para que los residentes usaran las estaciones como refugio.
GRAN OFENSIVA. El presidente ruso, Vladímir Putin, prepara un nuevo escenario bélico, según Ucrania, que sospecha que los bombardeos aéreos de los últimos meses son solo una brutal maniobra de desgaste con vistas a la gran ofensiva que los rusos lanzarán a principios de 2023.
Para ello, Putin visitó el mando operativo conjunto y se reunió con la plana mayor del Ejército que combate en el país vecino, informó ayer el Kremlin.
“Camaradas oficiales, hoy escucharemos a los comandantes en cada flanco operativo. Me gustaría conocer sus propuestas sobre nuestras acciones a corto y medio plazo”, aseguró al comienzo de la reunión celebrada el viernes.
Acompañaron a Putin el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, muy criticados por los considerados humillantes repliegues de los últimos meses.
Ucrania cree que, pese a los reveses en las regiones de Járkov y Jersón, el líder ruso sigue sin renunciar a los maximalistas objetivos iniciales de la campaña militar, que incluyen “desnazificar” toda Ucrania.
INVIERNO, UN ALIADO. Desde el nombramiento del nuevo comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Serguéi Surovikin, la estrategia ha sido la de ganar tiempo para instruir a los 300.000 reservistas movilizados por Putin en septiembre.
El propio presidente reconoció que solo 77.000 han entrado a formar parte de las unidades de combate, mientras el resto sigue el entrenamiento en territorio ruso.
En los combates que tienen lugar en el Donbás, en particular en Bajmut y Márynka, participan mayoritariamente pequeñas unidades de asalto integradas por los efectivos reclutados por la compañía militar privada Wagner, lo que incluye a expresidiarios.
El invierno no será un obstáculo para las acciones ofensivas de uno u otro bando, como ya ocurriera en enero-febrero de 2015, cuando la derrota ucraniana en Debáltsevo llevó la firma de los Acuerdos de Minsk, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por su sigla en inglés).