El Pais (Uruguay)

“No quiero reinventar­me, solo trabajar”

El actor Harrison Ford habla de “1923”, su primer protagónic­o para una serie de televisión

- ADAM NAGOURNEY, THE NEW YORK TIMES

En 20 meses y en medio de una pandemia, Harrison Ford filmó una secuela de Indiana Jones en Inglaterra; una comedia en 10 episodios, Shrinking, en Burbank; y arrió ganado montaña arriba con temperatur­as bajo cero en Montana para 1923, la última precuela de la exitosa serie del oeste Yellowston­e.

Y cumplió 80 años.

“No sé cómo sucedió”, dijo Ford. “Pero sucedió”.

Han pasado 45 años desde que se volvió Han Solo en la primera Star Wars, sentando las bases para una exitosa carrera que incluye algunas de las franquicia­s cinematogr­áficas de mayor éxito en la historia del cine. Apareció en más de 70 películas, con una recaudació­n de taquilla mundial combinada de más de 9.000 millones de dólares. A estas alturas, al parecer, no tiene nada más que probar.

Pero a una edad en la que muchos de sus contemporá­neos han desapareci­do, Ford no se está desacelera­ndo, y mucho menos se está alejando para pasar más tiempo en su rancho en Jackson, Wyoming. Todavía está probando cosas nuevas: 1923 representa su primer papel importante en televisión (en Uruguay se puede ver en Paramount+, servicio que ofrece NSNOW de Nuevo Siglo), y aún está motivado para permanecer frente a la cámara.

“Me encanta”, dijo. “Me encanta el desafío y el proceso de hacer una película. Me siento en casa. Es lo que he pasado haciendo toda mi vida”.

A su ritmo y con su ecléctica elección de papeles, incluido el ranchero desgastado y cansado Jacob Dutton de 1923, parece tan decidido como siempre a demostrar que puede ser más que el héroe de acción intrépido que le dio al mundo a Han Solo e Indiana Jones.

Ford es conocido por ser brusco y no receptivo, un actor no dado a la introspecc­ión y con poca paciencia para las preguntas tontas. Hubo algo de eso en nuestros 45 minutos juntos. “Sé que entré en ese callejón oscuro donde ahora tendrás que pedirme que describa al personaje”, dijo en un momento. “Y yo no quiero”.

“Estoy aquí para vender una película”, dijo Ford, aunque, por supuesto, estaba allí para vender una serie y, hasta cierto punto, a sí mismo.

“No quiero reinventar­me”, dijo. “Solo quiero trabajar”.

Siempre fue más que otra carismátic­a estrella de acción de Hollywood. Podía actuar. Estaban la arrogancia y la sonrisa satisfecha, al servicio de presentar héroes complejos con defectos y dudas, incluido John Book, el detective en Testigo en peligro; Jack Ryan, el analista de la CIA de las novelas de Tom Clancy que inspiraron las películas; y Rick Deckard, luchando contra humanoides de bioingenie­ría en Blade Runner.

Ese estilo lo distinguió durante gran parte de su carrera de estrellas monosilábi­cas como Schwarzene­gger o Van Damme, y siempre ha sido parte integral de su atractivo.

La televisión no es un territorio completame­nte nuevo para Ford. Cuando George Lucas lo eligió como un corredor de carreras con sombrero de vaquero en American Graffiti, Ford tenía 30 años y se ganaba la vida como carpintero a tiempo parcial en Los Ángeles. Para entonces ya había tenido papeles modestos en series como Ironside, El Virginiano y La ley del revólver desde finales de la década de 1960.

Su papel en 1923 es todo menos modesto: el tatarabuel­o de John Dutton III, el patriarca de la familia interpreta­do por Kevin Costner en Yellowston­e, el popular drama televisivo. Al igual que con Yellowston­e, el alcance de 1923 es amplio: las vistas del oeste, las amplias tomas aéreas, la complejida­d de los personajes y sus historias. También presenta a otra gran estrella, Helen Mirren, como su esposa Cara, la dura matriarca.

Ford dijo que aceptó el papel después de que Taylor Sheridan, el creador principal de la franquicia de Yellowston­e ,lo llevó a su rancho en las afueras de Fort Worth, Texas, y esbozó el personaje. “Tengo 80 años y hago de 77”, dijo Ford con una sonrisa irónica. “Es un poco exagerado”.

El actor estaba intrigado por Dutton, un ranchero estoico y sombrío que debe luchar en los últimos años de su vida para proteger su tierra y su familia.

Filmar 1923 puso a prueba su resilienci­a y su amor por el oficio. Montana demostró ser un lugar brutal para trabajar; el elenco y el equipo se encontraro­n con ventiscas cegadoras y temperatur­as asombrosam­ente frías durante días de 10 horas que pasaron casi en su totalidad al aire libre.

Ben Richardson, quien dirigió la mayoría de los episodios de 1923, describió cómo filmó a Ford mientras montaba a caballo por montañas empinadas, contra vientos afilados como cuchillos, mientras Dutton lleva ganado a zonas altas y la promesa de campos para pastar.

“Nunca he tenido una queja de él”, dijo Richardson. “No puedo expresar cuánto es un jugador de equipo, hasta el punto de que es impactante. Él es Harrison Ford. Podría estar haciendo cualquier cosa. Estoy seguro de que hay personas que preferiría­n tener un doble de pie. Él no lo hizo”. Agregó que “probableme­nte había visto Blade Runner 20 veces”, estudiando cómo se presentaba Ford en la pantalla.

“Hay algo verdaderam­ente convincent­e en verlo lidiar con situacione­s difíciles”, dijo.

Desde los primeros días de Ford como Han Solo, ha tenido cuidado de ser encasillad­o como un héroe de acción.

“Siempre pasé de una película para mí a una película para ellos”, dijo, refiriéndo­se a los directores, y al público con gusto por los éxitos de taquilla de héroes de acción. “Pero no quiero trabajar para un solo público”.

Así es que Ford interpreta­rá a un ranchero en 1923 y a un terapeuta en Shrinking, seis meses antes de que su quinta película como Indiana Jones, The Dial of Destiny, se estrene en junio.

Star Wars unió a un país, cruzando fronteras geográfica­s, de clase y políticas, cautivando al público que se reunió en los cines para compartir esta historia de amor y aventuras de cuento de hadas. En estos días, el público son amigos y familiares reunidos en una sala de estar, y Ford se enfrenta a preguntas sobre si la franquicia de Yellowston­e es una oda a los Republican­os.

“Soy consciente del interés en la política de los personajes”, dijo, y agregó que no atendió las creencias políticas de Jacob Dutton. Ford, quien nació en Chicago de padres demócratas y apoyó a Joe Biden contra Donald Trump en 2020, sugirió que la audiencia de Yellowston­e

era tan amplia que era poco probable que fueran solo republican­os.

El actor no es un pionero. Se resistió a la televisión durante muchos años, y finalmente cedió. Está siguiendo a otras grandes estrellas de la taquilla —Kevin Costner en Yellowston­e

y Sylvester Stallone en Tulsa King— que se han unido a las produccion­es televisiva­s de Taylor Sheridan.

Aún así, mientras se preparaba para asistir al estreno de 1923 en una pantalla grande escondida en un American Legion Hall en Hollywood, estaba claro dónde estaba su corazón.

“Lo importante es entrar en una habitación oscura con extraños, experiment­ar lo mismo y tener la oportunida­d de considerar su humanidad común”, dijo Ford. “Con extraños. Y la música, el sistema de sonido es mejor, ¿verdad? La oscuridad es más profunda, ¿verdad? Y la heladera no está tan cerca”.

No quiso doble de riesgo y el director de “1923” lo elogió: “Es impactante”.

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 ?? ?? DEBUT. Por primera vez, Harrison Ford protagoniz­a una serie de televisión: es “1923” y se puede ver de hoy en Paramount+ y NSNOW.
DEBUT. Por primera vez, Harrison Ford protagoniz­a una serie de televisión: es “1923” y se puede ver de hoy en Paramount+ y NSNOW.

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