Madre de víctima atropellada por ómnibus pide cárcel para chofer
Entiende que el hombre se “dio a la fuga” y hay pruebas para encarcelarlo
Lourdes no sabía que estaba a punto de vivir la peor tragedia de su vida, cuando el pasado sábado le pidió a su hijo Ezequiel, de 18 años, si le podía hacer un mandado. Le dijo que tenía que buscar algo para su abuelo y él salió enseguida.
El comercio estaba cerca y en unos pocos minutos Ezequiel debería haber vuelto a su casa. Pero nunca volvió.
Cuando vio que demoraba, Lourdes salió a buscarlo, y en el cruce de Aparicio Saravia y Coronel Raíz fue cuando la sorprendió lo peor. “Llegué y vi el cuerpo tirado, lo reconocí. Después no me acuerdo más nada. Me trasladaron a la mutualista Universal para estabilizarme”, dijo la mujer a El País.
Lourdes llegó a ver, cerca del cuerpo de su hijo, el ómnibus que lo había atropellado, pero en ese momento no le prestó atención. Lo recordó al día siguiente, cuando empezó a recibir información de cómo había sido la tragedia.
“¿Cómo pudo atropellar a un chiquilín y seguir como si nada?”, es la pregunta que ronda en la cabeza de Lourdes en todo momento. “Tiene que ir a la cárcel”, advierte sobre el conductor del ómnibus.
LOS HECHOS. Oficiales de la Policía patrullaban por la zona del barrio Peñarol, cuando recibieron el llamado y se acercaron al lugar del accidente. Allí encontraron un tumulto de gente, que al dispersarse dejó ver el cuerpo de un joven sin vida en el medio de la calle. A lo lejos, al igual que Lourdes, vieron el ómnibus que había causado el incidente.
Se trataba de un coche de la línea 405 de Coetc, que transitaba por la calle Aparicio Saravia casi llegando a su destino. Al llegar a la esquina de Coronel Raíz, el chofer había tomado un atajo, doblando a la izquierda en un lugar en que está prohibido hacerlo, y así se propició la tragedia.
Lourdes dice que hace muchos años que vive en el barrio y que nunca vio a un ómnibus “hacer ese trayecto”. Y advierte que lo que pasó está claro: el ómnibus dobló de una forma imprudente, en una zona donde la señalización prohíbe hacerlo y donde hay un un semáforo que habilitaba el cruce de los peatones.
En el lugar había varios testigos y en comercios y lugares cercanos pudieron presenciar los hechos. Un hombre incluso bajó del ómnibus tras el impacto, y luego de esto se acercó al lugar de los hechos para ver lo que había pasado. Allí se encontró con la fatal escena.
“El conductor tenía que seguir una cuadra más, donde se puede doblar y donde lo hace el ómnibus siempre”, relató la madre.
El chofer no lo hizo, pero además continuó la marcha tras el impacto, hasta que más adelante lo detuvieron.
“Fue un taxista el que vio lo que pasó y lo paró. Pero este hombre (el chofer del ómnibus) se dio a la fuga. Si el taxista no lo hubiese seguido, mi hijo quedaba tirado como un perro”, dijo Lourdes.
Lourdes pide que se haga justicia, y para ella esto se traduce en que el conductor del ómnibus termine en prisión.
“Yo enterré a mi hijo ayer y él está libre. Una persona así no puede estar manejando un ómnibus. Se tiene que hacer justicia”, insistió la mujer.
Esta búsqueda de justicia llevó a la familia de Ezequiel a realizar una movilización en el barrio, específicamente en el lugar donde ocurrió el siniestro, durante la tarde de ayer.
Lourdes antes había pedido una “protesta pacífica”, que sirviera para reclamar “que se haga lo que se tenga que hacer” para resolver el caso.
En medio de la angustia, ella recuerda que su hijo era un buen estudiante, que cursaba quinto año en el liceo Impulso y que era una excelente persona. “Los que lo conocieron saben que esto era así”, concluyó.