“Los actos de violencia en Brasil son repugnantes”
EE.UU. no califica a los gobiernos, dice vocera de EE.UU.
■■ En entrevista con El Universal en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte, que concluyó ayer martes, Kristina Rosales, portavoz en español del Departamento de Estado, descarta que al gobierno de Joe Biden le preocupe el viraje a la izquierda en la región. La clave, asegura, es que se trate de la decisión de los pueblos respectivos, del resultado de elecciones libres y transparentes, algo que no ocurre en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
—¿Qué significado tiene esta cumbre?
—Es una reunión sumamente importante, igual que la que sostuvo el presidente Joe Biden con el presidente [Andrés Manuel] López Obrador el lunes de forma bilateral. Lo vemos como una oportunidad de fortalecer nuestros lazos entre los tres países, avanzar nuestras prioridades.
—El tráfico de drogas es un tema clave de la cumbre y se extiende cada vez más en América Latina, a la vez que crece también el consumo. ¿Qué hay que hacer para enfrentar el problema?
—Esto tiene varias alas: está el ala de la seguridad y la cooperación en materia de seguridad que se vio interrumpida por muchos años, en la anterior administración, y que estamos retomando como una cooperación, una conversación que no se sostuvo. Retomamos eso en 2021, pero estábamos muy enredados con lo que estaba pasando con el covid-19. Una segunda ala es la conversación de salud pública y cómo se mezcla, y cómo se combina cuando se trata del consumo de drogas, de la aplicación de políticas públicas para las personas que consumen.
—A nivel regional, la izquierda, o las izquierdas, han avanzado, en Chile, en Argentina,
Colombia, con Brasil como el país más reciente en sumarse. ¿Le preocupa eso a Estados Unidos?
—Nosotros no calificamos las políticas o las administraciones en la región con base en qué lado representa políticamente cada país: derecha, izquierda o cualquier representación. Para nosotros lo importante es que ese gobierno haya sido electo democráticamente. Se eligió a Lula en Brasil y lo reconocimos porque ese fue el voto del pueblo brasileño. De la misma forma en Chile, en Colombia. Lamentablemente no es lo que vemos en otros países de nuestra región como Venezuela, Cuba o Nicaragua.
—¿Cómo se ve desde Estados Unidos lo que está ocurriendo en Brasil?
—Nosotros reconocemos al presidente Lula y los actos de violencia que ocurrieron el 8 de enero son repugnantes, no ayudan a la transición pacífica del poder que tiene que haber en Brasil. Tenemos fe y apoyamos al sistema democrático en Brasil. Es un sistema que ha sido sólido, resiliente.
—Viendo todo lo que está ocurriendo en la región; lo del domingo en Brasil, las protestas en Perú… ¿Hay suficiente acercamiento de Estados Unidos hacia América Latina y sus problemas?
—Tenemos una cooperación estrecha con la región, producto no solo de todas estas reuniones que hemos tenido en México y a nivel regional y global, por parte del G7, el G20, en la temática de la invasión injusta de Rusia en Ucrania, pero también como producto de la Cumbre de las Américas que tuvimos el año pasado. Fue una oportunidad del presidente Biden para reunirse con varios de sus homólogos de la región y tratar temas de importancia para toda la zona. Nosotros siempre hemos visto el hemisferio Occidental como el que más nos afecta. Es el hemisferio al que más le damos atención y al que más aportamos, en asistencia humanitaria y en ayuda en el tema económico, migratorio y otros.