¡Que alguien me explique!
@| ¿Cómo es que hay personas que siguen a “dirigentes políticos” con pies de barro?
El FA ha creado una nueva generación de líderes que, a todas luces, deberían dedicarse a otra cosa y no a la política.
En el mundo, desde siempre, cualquier político que cometa un error tal que deje en evidencia una falta ética, ya no un posible delito, conduce a la renuncia del cargo ocupado.
En Paraguay renunció el Vicepresidente; en Argentina el Ministro de Salud Pública; en Uruguay el Vicepresidente. Y la lista sigue...
Pero hoy, con el FA en la oposición, nos encontramos con sus líderes manchados con historias de corrupción.
Carolina Cosse y el escándalo del Antel Arena;
Charles Carrera y la corrupción en el Ministerio del Interior; Pacha Sánchez y el financiamiento irregular de Envidrio; Yamandú Orsi, los contratos dudosos de la Intendencia de Canelones y la pérdida de toneladas de alimentos para ollas populares; Óscar Andrade que se “olvidó“de pagar los impuestos de su casa nueva.
Son la primera línea de un FA que apela al fanatismo de sus seguidores para mantenerse en la mira.
La ingeniosa solución del FA para evitar un mayor desgaste de sus principales líderes, si es posible con sus desprestigios actuales, fue dar paso a un Presidente lo suficientemente ambicioso, con un ego que lo mantenga ciego y sea el delfín que ataque al gobierno.
Fernando Pereira es el personaje ideal, generador de medias verdades, mentiras, teorías y suposiciones que una y otra vez lo dejan en evidencia de ser una caricatura de político.
Pereira no se ha dado cuenta que es un peón sacrificable, que pronto llegará el momento de su desaparición perdido en el humo de las próximas internas del FA.
Pero, siempre hay un pero que es como una mancha en la remara blanca, como se expresa en el titular, hoy las legiones fieles del FA lo siguen, festejan sus ocurrencias, las justifican y replican como palabras nacidas de la divinidad comunista.
Todas sus expresiones están dirigidas contra el gobierno. No importa el contenido, no interesan sus acciones, todo es recibido como la verdad absoluta; cada muestra de ignorancia es justificada y cada desubicación es sujeta a una interpretación que la glorifica.
Desde tiempo atrás, se dice que si el FA pone de candidata una heladera sus fanáticos encontrarán la manera de vestirla con los vestidos de la idealización de izquierda y la votan.
Tenemos que enfrentar una cultura, una zona de confort, donde la pobreza descansa en la ayuda de un Estado populista que lo mantuvieron en la ignorancia y la vagancia.
Debemos romper una estructura mental donde las teorías progresistas, las políticas de género, los derechos de las minorías sin ninguna obligación, los técnicos y profesionales infectados en ideologías que cierran sus mentes, emitiendo fallos o diagnósticos que los muestran como dependientes de teorías de escritorio que, en todo el mundo, han conducido a los fracasos más rotundos.
Todo virus debe ser aislado, identificado y eliminado con la vacuna de la educación.