La inesperada movida de Argentina: recompra deuda
La operación es por US$ 1.000 millones y tiene el aval de Cristina Kirchner
Argentina anunció ayer miércoles que recomprará bonos del Estado por unos 1.000 millones de dólares, con el fin de mejorar el perfil de la deuda soberana.
“Vimos (en 2022) una caída de 1.000 puntos del riesgo país. Eso significa una ventana de oportunidad. Por eso, hemos tomado la decisión de llevar adelante un proceso de recompra de la deuda por más de 1.000 millones de dólares”, dijo el ministro de Economía, Sergio Massa, en un breve video difundido a los medios.
Los mercados reaccionaron positivamente, con aumentos de 11% a 12,6% en el precio de los bonos globales, entre ellos los 2029 y 2030.
Massa explicó que el objetivo del plan es “seguir mejorando el perfil de deuda y seguir bajando el riesgo país”, situado en 1.884 puntos básicos según la medición de la banca JP Morgan, referencia de los inversores.
La mayoría de los títulos que serán recomprados fueron emitidos en el marco de la reestructuración de la deuda con acreedores privados por 66.000 millones de dólares en 2020.
Argentina alcanzó otra refinanciación de deuda con el FMI en 2022, por unos 44.000 millones de dólares.
La economía argentina habría crecido 4% el año pasado, según previsiones del FMI, pero la inflación sigue fuera de control con un nivel minorista de casi 95% en 2022.
CÓMO SE GESTÓ. La decisión de la recompra de deuda, meditada el fin de semana, fue conversada el martes con el presidente Alberto Fernández y sus colaboradores más cercanos. También la vicepresidenta Cristina Kirchner estaba al tanto, y —según fuentes oficiales— dio su aval para dar una señal de mayor certidumbre a los mercados, informó ayer el diario La Nación.
“Alberto sabe que Sergio juega bien, y que nunca se va a enterar por los diarios de una medida como ésta”, describieron fuentes cercanas al ministro de Economía a La Nación.
Massa y Fernández se juntaron el domingo en Chapadmalal, en teoría para conversar sobre el inminente acuerdo de integración a firmarse el próximo lunes 23 en Buenos Aires con el flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El mismo domingo, fuentes oficiales dan cuenta de un llamado de Massa a la vicepresidenta para “avisarle directamente” sobre sus próximos pasos. El martes de noche, y luego de una reunión con su equipo económico, Massa acordó los últimos detalles y grabó el discurso, que duró algo más de cuatro minutos, en un alto de la cena que compartía con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y representantes del sector empresario, en la sede del ministerio. Todo sin dar lugar a filtraciones, en un anuncio sorpresa trabajado con el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el de Finanzas, Eduardo Setti.
Desde la Casa Rosada y el Ministerio de Economía coincidieron en las primeras reacciones tras el anuncio. La iniciativa permitirá mejorar la imagen económica del país, ayudar a bajar un poco más el índice de Riesgo País y consolidar el manejo de otras variables económicas.
“A Sergio esto le suma puntos en el exterior, y ayuda a que en algún momento nos reincorporen al mercado de capitales”, explicó otro de los leales al ministro de Economía.
No habrá, coincidieron las fuentes oficiales, reacciones negativas en el grueso del cristinismo, interesado por cuestión de supervivencia política en el éxito de la gestión de Massa.
“Esto está totalmente acordado, hasta es probable que algunos aplaudan”, sugirieron desde un búnker massista, y agregaron que la recompra de bonos de la deuda en dólares fue parte de la conversación sin testigos que Massa y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, tuvieron el sábado pasado en Mar del Plata.
“Axel, en algún punto, sigue siendo el ministro de Economía de Cristina”, reflexionó un dirigente de trato cotidiano con el mandatario provincial, quien se reunió con Massa para evaluar “la marcha de la temporada récord y la pérdida que ocasiona el fallo de la Corte para favorecer a (Horacio Rodríguez) Larreta”, según detalló el propio gobernador, “entre otros temas”, agregó.
La aprobación tácita que el cristinismo hace (y hará) de la recompra de deuda, cuyo objetivo adicional es detener la suba en el precio del dólar, forma parte, según fuentes oficiales, de la “alianza” vigente entre el ministro de Economía y el sector que responde a la vicepresidenta, hoy en silencio y asumiendo la decisión de Cristina de no ser “candidata a nada” este año.
“Saben (en el kirchnerismo) que Sergio es, de algún modo, el último tren, y no quieren quedarse abajo”, especulan fuentes oficiales cercanas al Presidente, desde donde toman con resignación la embestida del cristinismo contra el primer mandatario. Una embestida que incluye el pedido de indulto de la dirigente social Milagro Sala (condenada por corrupción) y un pedido de activar, por decreto, la ampliación del número de jueces de la Corte Suprema y la reforma del Consejo de la Magistratura.
El objetivo del plan (de recompra de deuda) es seguir mejorando el perfil de deuda y seguir bajando el riesgo país”.
Sergio Massa, ministro de Economía de Argentina.