El Pais (Uruguay)

Lula, bolsonaris­tas, agitación y la economía de Uruguay

FMI alerta sobre el impacto negativo de la “agitación civil” en ciertos países

- FABIANA CULSHAW

La directora gerente del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), Kristalina Georgieva, alertó a mediados de este mes por la “agitación civil” en países como Brasil o Perú, que podrían llevar a una desacelera­ción económica de la región.

Por lo pronto, el último informe del FMI sobre perspectiv­as económicas, indica que la región solo crecerá 1,7% este año, aunque casi todos los países, salvo Chile, se salvarán de la recesión.

En el Cono Sur la mira está puesta, por supuesto, más que todo en el “grande suramerica­no”, cuya economía y comercio tienen impacto directo en Uruguay y Argentina. Las medidas económicas que emprenda el nuevo presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, el juego de poder en el Congreso en el que no tiene mayoría y el riesgo de nuevos ataques de los bolsonaris­tas que pongan a las institucio­nes en jaque y generen incertidum­bre en los mercados y en las expectativ­as económicas, son factores a tener en cuentra.

El País consultó a economista­s, exportador­es y zonas francas y es claro que a Uruguay le conviene que a Brasil le vaya bien en términos económicos, por la dependenci­a que -aunque menor que en décadas anteriores- tiene con el vecino.

AGITACIÓN BOLSONARIS­TA. Las declaracio­nes de Georgieva tuvieron lugar pocos días después del asalto a las sedes de los poderes de Brasil por parte de bolsonaris­tas radicales (el pasado 8 de enero), por no aceptar los resultados electorale­s en el que salió ganador Lula frente al expresiden­te Jair Bolsonaro.

¿Qué tanto esos hechos de violencia afectaron los mercados o la bolsa brasilera, y qué tanto perciben los inversores que podrían repetirse? “Ese tipo de sucesos generalmen­te resienten el clima de expectativ­as y el nivel de confianza, afectando la inversión, pero por ahora los mercados financiero­s en Brasil no tuvieron reacciones negativas ante lo ocurrido. La moneda brasileña se valorizó y la bolsa viene evoluciona­ndo favorablem­ente”,dijo a El País Alicia Corcoll, gerente de Exante y economista.

¿Por qué no hubo gran afectación? Corcoll fundamentó que el cimbronazo no se sintió porque, por la misma fecha de los ataques, el flamante ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, anunció medidas en el frente fiscal que fueron muy bien recibidas por los mercados bursátiles. “Van en la senda de la corrección del déficit fiscal, lo que ayudó en la configurac­ión del clima de expectativ­as”, explicó.

Si bien los mercados siguen atentos a la evolución del conflicto político-social en Brasil, prevalece la confianza en las institucio­nes de ese país, al menos por el momento.

Es probable, según los analistas consultado­s, que luego del estrés inmediato del cambio de gobierno y de la turbulenci­a de la “herencia bolsonaris­ta”, las aguas se calmen (tal como ocurrió después del asalto al Capitolio en Estados Unidos en 2021). De no ser así, de agravarse los conflictos en Brasil, salpicaría de alguna forma a Uruguay, sobre todo en materia cambiaria.

“El mercado cambiario de Uruguay es seguidor del mercado cambiario de Brasil, se contagia de éste. Si hay un shock en Brasil, se podría sentir a ese nivel”, afir

“Brasil puede ayudar a que fluyan mejor las exportacio­nes de Uruguay a Argentina”

mó a El País Marcello Sibille, economista jefe de la consultora KPMG.

El escenario en Brasil para este año es de poco dinamismo económico (se prevé que el consumo privado no logre empujar significat­ivamente la economía). El crecimient­o estimado es de menos del 1%. “Con la baja de los precios internacio­nales, Brasil, que es un fuerte exportador de materias primas, también se verá afectado en sus exportacio­nes de commoditie­s”, argumentó Corcoll.

En otras palabras, Brasil no va a traer impulso relevante a Uruguay, aunque tampoco representa­rá un escenario amenazador.

En este momento, lo que prima es incertidum­bre sobre cuál será la línea económica de Lula, quien ha aclarado solo algunos trazos al respecto, y sobre todo hasta qué punto logrará negociar en el Congreso para concretar sus metas. “Los mercados aún tienen muy poca informació­n”, reafirmó Corcoll.

MERCOSUR. En relación a Uruguay, la mayor expectativ­a está en el Mercosur, con un Lula que segurament­e intentará asumir el liderazgo del bloque.

“El cambio de signo político en el gobierno de Brasil no le juega a favor a Uruguay desde el punto de vista comercial, porque Bolsonaro, dentro de las mil cosas criticable­s, tenía una vocación de aflojar de la rienda a los socios minoritari­os del Mercosur para que acordaran, eventualme­nte, sus propias negociacio­nes bilaterale­s. Ahora, con Lula, podría ser diferente. Todavía es prematuro realizar diagnóstic­os”, manifestó Sibille.

En tal sentido, el economista recordó que cuando Lula asumió por primera vez la presidenci­a en 2003, despertó temor en los mercados, pero que el líder brasilero “mostró una vocación de gobierno alineada con la ortodoxia en muchos aspectos”, lo que resultó tranquiliz­ador para los actores sociales. Ahora podría suceder algo similar.

Por su parte, Facundo Márquez, presidente de la Unión de Exportador­es (UEU), afirmó: “No queremos ser rehenes nuevamente, como lo hemos sido durante muchísimos años, de un Mercosur que no va para adelante ni para atrás. Tampoco queremos quedar rehenes de Brasil en ese sentido, sino que se entiendan las necesidade­s de Uruguay, que es un país chico y necesita exportar. No nos pueden cercenar el derecho de tener acuerdos con otros países. Ahí es donde debemos centrarnos”.

Agregó que la UEU apoya la estrategia que está llevando el gobierno de Uruguay en cuanto a que si el Mercosur no viene funcionand­o, hay que desarrolla­r estrategia­s alternativ­as. “Lo mejor que se puede hacer, es empezar a negociar en forma individual y después iremos viendo”, afirmó Márquez, no sin agregar que Lula será una figura fundamenta­l en la definición de este asunto.

ARTICULADO­R. Márquez, mencionó otro tema clave: las exportacio­nes de Uruguay a Argentina, que “están súper trancadas”, y la presión que puede llegar a ejercer Brasil para que fluyan.

Lo cierto es que todos los productos que se exportan a Argentina desde octubre del año pasado, necesitan de una aprobación individual, producto por producto.

“Se venía con unos 150 códigos arancelari­os y se aumentó a 450. Es decir, existen licencias no automática­s de unos 450 productos, que son prácticame­nte todos los que Uruguay exporta a Argentina. Cada exportació­n necesita una autorizaci­ón expresa de Argentina para poder ingresar. Y no solo eso: si una empresa tiene que enviar 10 exportacio­nes, debe conseguir 10 permisos diferentes. Por eso todo se va acumulando, el flujo comercial con Argentina está trancado”, insistió.

Esta situación responde a una disposició­n del gobierno de Fernández que busca mantender los dólares dentro de Argentina (con cada importació­n salen dólares), pero la medida rompe con la normativa de libre circulació­n de bienes del Mercosur. “Brasil tiene mucho que ver con este tema, porque puede ejercer presión sobre Argentina. Brasil dice que quiere agrandar o profundiza­r el Mercosur, pero no le veo sentido querer agrandar algo que no está funcionand­o”, agregó Márquez.

COMERCIO BILATERAL. El comercio entre Uruguay y Brasil viene bien aspectado, con cifras de exportació­n que ascendiero­n a casi US$ 1.870 millones e importacio­nes por los US$ 2.577 millones en 2022, lo que arroja una balanza favorable a Brasil en el orden de los US$ 707.322, según datos de la UEU en base a Aduanas.

Entre los productos exportados destacan automóvile­s, productos lácteos y carnes, cuyas ventas aumentaron 87%, 72% y 27%, respectiva­mente, de 2021 a 2022. El alza de algunas exportacio­nes a Brasil -y a otros paísespor parte de Uruguay se dio por redirecció­n de productos que iban a China, cuando el país asiático redujo su demanda en 2022.

Consultado por El País, Mario Maneyro, vicepresid­ente de la Cámara de Zonas Francas, destacó el acuerdo firmado por Uruguay y Brasil (en junio pasado) para que la producción de mercadería­s realizadas en zonas francas nacionales ingrese con arancel cero a Brasil, lo que está dando buenos resultados. A su juicio, el futuro pasa, en gran parte, por el ecommerce transfront­erizo, y el diálogo con el nuevo gobierno de Lula debería apostar a ese frente común.

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El presidente Luiz Inácio Lula de Silva no cuenta con mayoría en el Congreso, lo que moderaría su tendencia populista.
DIFICULTAD­ES. El presidente Luiz Inácio Lula de Silva no cuenta con mayoría en el Congreso, lo que moderaría su tendencia populista.

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