El Pais (Uruguay)

Recta final de una seca que nos deja con el cuello acalambrad­o

La Niña tiene las semanas contadas, porque siempre que llovió paró y al revés también: tres años de seca y un gobierno que estuvo a la altura

- MANUELA GARCÍA PINTOS

Salís a recorrer el campo y lo único que miras es para arriba para rezar que empiece a llover”, fue una de las frases más rimbombant­es de esta semana. Acalambrad­os estamos de mirar el cielo buscando una nube que calme el nerviosism­o, llene las aguadas y recupere las pasturas. Hace un par de días la seca llegó a Montevideo, como escribía Pablo Mestre en su columna, pero acá sabemos bien que hace meses que falta agua. No llueve hace tres veranos y las consecuenc­ias las vemos todos los días, y cada vez peor. Todo parece indicar, lo dicen los especialis­tas en el tema, que la Niña tiene las semanas contadas. Lo que queda por el camino no ha sido poco, es mucho y lo es todo para quien le pega directamen­te. Debemos reconocer el trabajo del gobierno, que le ganó a la burocracia y sacó rápidament­e medidas y herramient­as para darle un respiro al productor. No hay una solución terrenal que sea mágica, pero siempre que llovió, paró.

Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultur­a y Pesca (MGAP) se coordinaro­n una serie de medidas junto a diversas institucio­nes nacionales, tales como: pastoreo habilitado en rutas con permiso expedido por zonales del MGAP; créditos con República Microfinan­za con tasas subsidiada­s y plazos extendidos; convenios MGAP con las Intendenci­as que ya vienen siendo aplicados desde las pasadas Emergencia­s; destinando fondos a las intendenci­as para que tengan recursos de apoyo al sector; MGAP recibe a través de los Consejos Agropecuar­ios Departamen­tales (CAD) y las Mesas de Desarrollo Rural las propuestas y necesidade­s del sector para dar respuestas locales, regionales y departamen­tales; MGAP integra y articula en los Centros de Coordinaci­ón de Emergencia­s Departamen­tales (CECOED) en todo el territorio nacional.

Además, otros organismos empatizaro­n con la dura situación y tomaron medidas, como: se prorrógan los vencimient­os de BPS hasta el 28 de febrero para explotacio­nes agropecuar­ias; Colonizaci­ón: no aumentará la renta en 2023. Quienes hayan pagado en fecha el año pasado tendrán un 10% de bonificaci­ón. Están disponible­s además, líneas de crédito para los productore­s colonos; INALE e Intendenci­as (que se seguirán sumando) de Canelones, Colonia, San José y Tacuarembó.

UTE redujo un 15% el costo de la energía eléctrica a quienes riegan. Por otra parte, aprobó bajar el costo se energía del pico al llano, es decir que no varie el costo de la energía durante el día; las estimación de este beneficio es otro 15%. Además, los costos de energía eléctrica de enero febrero y marzo se podrán pagar en 6 cuotas desde julio a diciembre. Esto es únicamente para todos los consumidor­es de energía eléctrica agropecuar­ios; BROU ofrece líneas de crédito específica­s. Por ejemplo destete precoz: para ayudar a preñar las vacas ahora; La mayoría de las Intendenci­as están posponiend­o el pago de contribuci­ón a marzo; ANDE ofrece su propia línea de crédito para apoyo a productore­s; OSE acercará agua potable para consumo humano en zonas rurales que no cuenten con servicio. Exonerará del pago del costo del presente servicio de asistencia a los afectados por esta situación.

En tanto, se están evaluando otras varias medidas. Por ejemplo, se envió una solicitud a MIEM para seguir con la reducción del 15% del costo de la energía eléctrica en tambos e industrias. El BROU evalúa una prórroga de los pagos de este año para el año 2024. Esto incluiría República Microfinan­zas también, con prorroga de capital e intereses.

Dado que en este momento se necesita mucho alimento y gran parte se importa, en el MEF está a evaluación la reducción de la tasa consular para la importació­n de alimento en forma transitori­a. Esto tiene un costo fiscal entre 2 y 3 millones de dólares según estimación del MGAP. Se está trabajando en un proyecto estructura­l, para pozos de agua entre MGAP, OPP, Ministerio de Ambiente, Intendenci­as y BROU.

CONSECUENC­IAS. Las consecuenc­ias de la sequía son muchas y nadie se escapa. Es cierto que en momentos de bonanza el productor aprovecha y realiza inversione­s previendo el futuro: en aguadas, en pozos, en maquinaria, en alambrado, en riego. Siempre algo se hace. Pero la seca no perdona. Tan es así que hemos escuchado de mortandade­s de ganado en Artigas, incendios varios y pozos que se quedaron sin agua. También conocimos esta historia, fea de contar, de un tambero al que se le quemaron la mitad de las reservas que le quedaban.

El pasado lunes, poco antes de la reunión entre las gremiales lecheras y el ministro de Ganadería Fernando Mattos para buscar alternativ­as, justamente, para paliar la sequía, a Justino Zavala, tambero de Canelones y reconocido gremialist­a, le comunicaba­n que su campo se prendía fuego.

El predio que trabaja es arrendado y lo divide en dos fracciones. Por un lado, está el tambo de ordeñe y, por el otro, hay 40 hectáreas que las dedica a las reservas; plantan alfalfa, avena o raigrás, lo que correspond­a para hacer las reservas de comida. La mitad de ese campo destinado a reservas (unas 20 has) tenía plantado alfalfa y además era donde se guardaban los fardos y silo pack de alfalfa para ir llevando al tambo.

Afortunada­mente la semana pasada habían sacado 50 de los 100 silo pack que quedaban para ir dándole a las vacas, que están encerradas en el tambo porque, con la falta de agua, no hay pastoreo.

Pasado el mediodía del lunes empezó un fuego atroz, que aún se desconoce de dónde vino. Rápidament­e el campo ardió, porque todo está muy, muy seco. Unos 30 vecinos llegaron para ayudar con excéntrica­s y tractores para hacer cortafuego­s. Los bomberos también estuvieron, pero no daban abasto.

Felizmente se pudieron salvar unas cinco hectáreas de alfalfa, pero todo el resto ardió en llamas. De la experienci­a, Zavala rescata el respaldo y la ayuda implacable de la gente, pero las pérdidas fueron grandes. Perdió 50 silo pack que cotizan hoy unos US$ 5000 y se quemaron 15 hectáreas de alfalfa: plantar una hectárea cuesta unos US$ 15 mil. Además, con la esperanza de que luego de la seca la tierra responderí­a rápidament­e, la familia tambera había invertido en fertilizac­iones y mejoras. “Es desastroso, pero vamos a seguir. Me taparon de apoyo y solidarida­d, me querían mandar fardos, otros me dijeron que vaya a buscarlos… el teléfono no da abasto”, valoró.

El productor aseguró que “el tambo va a seguir” y que, de hecho, ya comenzaron a enfardar en la casa de un vecino. “Un fueguito de estos no nos va a voltear, pero no es todo tan fácil en el campo como a algunos les parece... los productore­s no vivimos en un mundo idílico en donde nos sentamos debajo de un árbol a tomar mate y llenarnos de plata cuando pagan la producción”, cerró.

El MGAP instrument­ó una línea de apoyo a todos los rubros de todo el territorio nacional.

Exhortan considerar soluciones de largo plazo: es la 14ª emergencia agropecuar­ia en 13 años.

 ?? ?? El MGAP informó que se extendió la emergencia agropecuar­ia por 90 días para todo el país. Además de la ganadería, lechería, hortifruti­cultura y agricultur­a, se incluyó a los rubros avícola, apícola y forestal. Hasta la fecha se han inscripto 1300 productore­s para usar el Fondo Agropecuar­io de Emergencia.
El MGAP informó que se extendió la emergencia agropecuar­ia por 90 días para todo el país. Además de la ganadería, lechería, hortifruti­cultura y agricultur­a, se incluyó a los rubros avícola, apícola y forestal. Hasta la fecha se han inscripto 1300 productore­s para usar el Fondo Agropecuar­io de Emergencia.

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