Isla Zapallo: los tesoros naturales del río Uruguay
Nuevas especies para el país se descubren en este pequeño rincón frente a Artigas; buscan que se incluya en área protegida
Andrés González se frotó los ojos porque todavía estaba un poco adormilado por la siesta. Lo que estaba viendo lo sorprendió: un árbol, bastante alto, que no conocía. Y Andrés sabe mucho —es ingeniero agrónomo y forestal y especialista en identificación de la flora de Uruguay—. Lo que había encontrado era un ejemplar de Machaerium paraguariense o“canela do brejo” como le llaman en Brasil, una especie que nunca había sido identificada en el país.
Pero la historia no termina acá. Se adentró en el monte y lo que descubrió lo despertó aún más: una planta que se creía extinta para Uruguay, la Spathicarpa hastifolia. Estos dos ejemplos no son las únicas sorpresas que le ha dado la pequeña Isla Zapallo a este experto.
Esta isla, a la que se accede navegando desde Colonia Palma, en el departamento de Artigas, es un verdadero relicto de flora y fauna nativas por lo que se impulsa su incorporación al área protegida de Rincón de Franquía.
También es un ejemplo de lo que se perdió con la construcción de la represa de Salto Grande cuando unas 17 islas e islotes cercanos quedaron bajo agua (ver recuadro). De alguna forma, décadas después, la naturaleza que quedó sumergida encontró el camino hacia la superficie.
LO NUEVO. González ha recorrido la Isla Zapallo varias veces en coordinación con Grupama, la ONG de vecinos que cogestiona Rincón de Franquía. El objetivo es relevar su biodiversidad para que esta y otras islas de este tramo del curso del río Uruguay sean incluidas en el área protegida y se evite su degradación.
“Son un lugar bastante inhóspito pero cualquiera que tenga una lancha, sea pescador o cazador, puede ir talar y dejar basura”, señaló González. Grupama, por ejemplo, realiza tareas de limpieza.
Respecto a lo primero, hay evidencia de que hay tala ilegal. Ha registrado el corte de al menos tres ibirapitás (Peltophorum dubium) de más de 200 años de antigüedad. “Tendrían unos 20 metros de altura y más de un metro y medio de diámetro”, describió.
Pero hablemos de las buenas nuevas. Al hallazgo del Machaerium paraguariense se sumó otro que lo conmovió más: el del Spathicarpa hastifolia, una especie similar al lirio de la paz o a la cala blanca.
“Fue bastante emocionante volver a encontrarla porque ya se la daba por prácticamente extinta”, apuntó. Había sido vista en 1905 en isla Gaspar –una de las inundadas– y solo perduraba en muestras conservadas en herbarios.
En otros viajes, además, halló más especies nuevas para el país: Aspidogyne kuczynskii (una orquídea que a veces le llaman “joya” por el color de sus hojas), la herbácea Peperomia barbarana, además de arbustos “que solo crecen en esta isla”, explicó a El País.
¿Y por qué sucede esto en Isla Zapallo? Por estar en el lugar correcto. “El río Uruguay es un gran curso por donde bajan semillas y frutos de Brasil y Argentina. Bajan con las grandes corrientes e inundaciones y lo primero que encuentran es esa isla. Muchas prosperan y crecen”, dijo a El País. No obstante, señaló un hecho llamativo. No se ha encontrado lo mismo en los bosques de la costa. “Hay bosques incipientes; recién están formándose luego de la inundación por la construcción de la represa de Salto Grande”, contó.
Antes de que se creara el embalse se hicieron varios relevamientos de flora y fauna así que se sabe exactamente qué es lo que se perdió por la obra civil. Spathicarpa hastifolia salió ahora de la lista pero, por ejemplo, árboles como Eugenia hyemalis y Eugenia pyriformis, “parientes de nuestra pitanga”, nunca volvieron a aparecer.
“El sete capotes (Campomanesia guazumifolia) es otra especie mencionada por antiguos botánicos para Artigas y que no se ha vuelto a encontrar. Pero en ese caso no sabemos si era propiamente de las islas del río Uruguay o de los bosques del río Cuareim”, agregó González.
LA FAUNA. Otro valor natural de Isla Zapallo y de aledañas es su fauna. Se han registrado al menos 16 especies de murciélagos en la zona, lo que la convierte en una de las áreas con mayor diversidad de estos mamíferos en el país. De las especies presentes, una ha sido catalogada en peligro crítico (Platyrrhinus lineatus), dos como vulnerables (Eumops patagonicus y Molossus rufus) y una casi amenazada (Sturnira lilium).
También es el hábitat de más de 200 especies de aves, de las cuales, una cuarta parte es considerada “poco común” o “rara”.
Este rincón del país, cerca de las fronteras con Argentina y Brasil (ver recuadro), conforma Rincón de Franquía, un área protegida que contiene la única porción de bosque ribereño del río Uruguay al norte de la represa de Salto Grande no afectado por su embalse y algunas especies arbóreas propias de la selva paranaense.
“El río Uruguay es un gran curso por donde bajan semillas y frutos”, dijo González.