El Pais (Uruguay)

RODOLFO AZARETTO Brucelosis: “aumentar medidas de vigilancia y no flexibiliz­ar”

- PABLO ANTÚNEZ

—¿Cuáles han sido los logros más importante­s de la profesión veterinari­a en los últimos años?

—La inauguraci­ón de la Facultad de Veterinari­a, luego de un proceso largo. Hoy tenemos una Facultad que es moderna, funcional, que cumple con todos los requisitos y es una de las mejores, sino la mejor de América Latina. El otro hito importante fue finalmente la concreción de la elección de autoridade­s del Colegio Veterinari­o. Ese es un desafío muy importante que tiene la profesión y que en 2023 se consolidar­á, porque si bien las autoridade­s ya fueron electas, se está en pleno armado y eso implica la administra­ción, afiliación de miembros al Colegio, etc. Además se está en un proceso de aprobación del código de ética, que para Uruguay es un paso imprescind­ible e importantí­simo, no sólo para los veterinari­os, sino también para brindarle garantías a los usuarios.

—¿Qué postura tiene la Sociedad de Medicina Veterinari­a del Uruguay frente a los “escraches” que se han venido a dando a algunos profesiona­les, acusándolo­s de malas prácticas?

—Si hay una sospecha de mala praxis de un veterinari­o el canal para hacer la denuncia es el Colegio Veterinari­o y puede hacerla ante el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA). Nos está preocupand­o muchísimo el tema, porque por lo general, esos escraches en redes sociales se hacen sin conocimien­to real de las decisiones que han tomado con respecto a la atención de un animal, sobre cuáles son los fundamento­s técnicos que llevaron a esa visión y otros aspectos que son de interés, a los efectos de evaluar cuál fue la actuación del profesiona­l. Se opina, se hacen juicios absolutos siempre, se pide la cabeza y se llega a amenazar al veterinari­o y familia.

—¿Cuál es la postura de la profesión?

—La profesión veterinari­a no tiene una actitud corporativ­a de defensa irrestrict­a de lo que hacen los veterinari­os, esté bien o esté mal. Para eso justamente creamos el Colegio Veterinari­o. Si tuviéramos una actitud corporativ­a no hubiéramos estado luchando durante muchísimos años para generar el Colegio, que entre sus funciones tiene juzgar la ética y la buena o mala praxis de los profesiona­les. Es un Colegio que tiene una fuerza legal importantí­sima, va a tener la posibilida­d de sancionar a los veterinari­os que puedan actuar mal en alguna circunstan­cia, cosa que hasta este momento no existía. Lo que sí entendemos que hay forma de canalizar las denuncias y las preocupaci­ones de mucha gente, que a veces son las adecuadas y otras no. Los escraches no son aceptables de ninguna forma porque se olvidan que detrás de ese veterinari­o hay una familia y hacer juicios livianos sobre la actuación no correspond­e. Están los canales para las denuncias y hay que usarlos.

—Los daños de los perros con y sin dueño a la producción continúan, ¿qué opina de la Ley de Bienestar Animal?

—Es una buena Ley pero no hay fiscalizac­ión y no se cumple en su totalidad. Son muy pocas las cosas que se cumplen de esa legislació­n. El ataque de los perros a los animales de producción e incluso a las personas, es un problema complejo y que lleva a una situación muy preocupant­e. Hay cerca de 800 denuncias anuales de ataques de perros a animales de producción. A su vez, hay alrededor de 3.500 denuncias de ataques a personas en el medio urbano y algunos han sido muy graves, incluso terminaron con la muerte. Hay un problema de tenencia responsabl­e. Todos debemos ser responsabl­es de nuestras mascotas, no solamente del bienestar y la salud, sino también de los eventuales riesgos que nuestras mascotas pueden ocasionar a otras personas, propiedade­s o animales. Uruguay tiene una superpobla­ción de perros, hay todo un combo respecto a esta problemáti­ca. No hay soluciones mágicas.

—¿Y sobre el INBA?

—El INBA debe mejorar su estructura. Hoy prácticame­nte no tiene presencia en el territorio, porque tiene muy pocos funcionari­os y no está presente en todos los departamen­tos. Hay que mejorar la presencia en el territorio y mientras tanto hay que convivir con situacione­s que no son absolutame­nte deseables, que provocan muchos perjuicios, porque no hay soluciones milagrosas. La tenencia irresponsa­ble de perros es un problema complejo que requiere de soluciones instrument­adas y no se podrá resolver el problema de un día para el otro. Hay que llamar a que todos sean responsabl­es de lo que pasa. Los ataques a los animales de producción y personas deben ser los menos posible. Para eso hay que apelar a la responsabi­lidad de los tenedores de animales para que los controlen.

—La campaña contra brucelosis bovina generó muchas discusione­s e incluso, a nivel del MGAP se está en plena redacción de una nueva Ley. ¿Qué espera la SMVU respecto a las modificaci­ones que se están analizando?

—Esta campaña está en una etapa muy sensible. El año pasado subieron casi 50% la cantidad de focos detectados. Esto no habla de un fracaso de la campaña, pero muestra que la enfermedad nos está mandando algunas luces amarillas que tenemos que atender, para que la situación en el corto y mediano plazo no se desmadre.

—¿Por qué considera que no fracasó?

—Porque estamos con porcentaje­s de prevalenci­a bajos, pero si hay un crecimient­o preocupa. Ese aumento se dio porque la vigilancia epidemioló­gica, por distintos motivos, disminuyó. La principal herramient­a de vigilancia es el sangrado de animales y la detección de positivos. En los hechos disminuyó significat­ivamente la cantidad de sangrados y aún así se detectan más focos. Son situacione­s a considerar.

—¿La profesión de libre ejercicio está de acuerdo con una flexibiliz­ación de la campaña contra brucelosis?

—No estamos de acuerdo con una flexibiliz­ación de las medidas de vigilancia. En eso estamos todos los veterinari­os de acuerdo, por el contrario, entendemos que lo que debemos hacer es aumentar en estos momentos las medidas de vigilancia. Deberíamos aumentar las medidas de vigilancia dirigidas a lo que es ganadería de carne, porque la lechería está más avanzado el control, producto de que durante muchos años se realizó una vigilancia importante en el sector lechero. Eso permitió limpiar el rodeo lechero más eficientem­ente

—El MGAP viene enfrentand­o desde hace muchos años un pérdida importante de recursos humanos y los nuevos recursos no se forman de un día para otro. ¿Cómo analiza está problemáti­ca?

—La falta de veterinari­os y personal técnico afecta a todas las campañas sanitarias. El MGAP está con una dotación que llega a puntos críticos, porque si bien el Poder Ejecutivo determinó en 2021 dejar por fuera al

El INBA debe mejorar su estructura. Hoy no tiene presencia en todos los departamen­tos del país”.

EL MGAP está con una dotación de veterinari­os y personal técnica que llega puntos críticos”.

MGAP aquel mecanismo donde sólo se llenaba una cada tres vacantes en la administra­ción central, aún así el ingreso es insuficien­te. En los hechos no han ingresado todavía los veterinari­os porque los procesos de selección son largos. No hay personal suficiente como para reestablec­er la dotación de funcionari­os de un año hacia atrás y la gente se sigue jubilando. Eso limita mucho la operativa del MGAP en muchos aspectos y también las campañas sanitarias que son áreas estratégic­as para Uruguay, que es reconocido internacio­nalmente por lo que es, por la calidad de los productos y dentro de esa calidad, se incluyen las garantías en cuanto a inocuidad. Hay que curarse en salud y generar la forma de que la dotación del MGAP se recomponga y que haya capacidad operativa para atender, no solo las situacione­s normales, sino las emergencia­s que puedan darse.

—La SMVU hizo algunas propuestas que se están analizando ¿cuáles fueron? —Son coyuntural­es y no son la solución definitiva, pero pueden contribuir a una solución. La idea de establecer un sistema de acreditaci­ón de veterinari­os de ejercicio libre para algunas tareas puntuales, como el sangrado en frigorífic­o para la detección de brucelosis. Un veterinari­o acreditado podrá se contratado por el MGAP para tareas puntuales sin establecer un vinculo permanente. Otra propuesta es estudiar la figura del veterinari­o reservista, en el sentido de que pueda haber veterinari­os que trabajan en el libre ejercicio, pero que tengan la capacitaci­ón similar a la del veterinari­o oficial, puedan ser llamados ante una emergencia para cumplir con tareas oficiales sin que eso significa un vínculo permanente con el Estado. Propusimos la figura del veterinari­o responsabl­e de establecim­iento que es otro instrument­o más complejo, pero que establecer­ía un responsabl­e de la sanidad del establecim­iento agropecuar­io y que sea el locutor entre el productor y las autoridade­s. Sería responsabl­e de que se cumplan las campañas sanitarias.

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