Todo lo que la sangre materna tiene para decir
El sexado fetal permite saber el sexo del bebé y el Test Prenatal No Invasivo identifica riesgos genéticos
Conocer el sexo del bebé antes de la ecografía es posible gracias al sexado fetal, una prueba genética que se realiza a partir de una muestra de sangre de la madre. Mientras para el diagnóstico por imágenes hay que esperar hasta la semana número 12, el sexado fetal se puede hacer desde la octava semana de embarazo con un 99% de certeza en el resultado.
“Se toma la muestra sin necesidad de ayuno y se ve la presencia del cromosoma Y, que solamente está asociado a los hombres. En la medida que tengamos presencia del cromosoma Y identificamos un bebé de sexo masculino; cuando tenemos ausencia de ese cromosoma el bebé es de sexo femenino”, detalló la bioquímica clínica Alejandra Torres, gerente de operaciones para Latinoamérica de Dasa Genómica, red de medicina diagnóstica que opera en Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Uruguay.
Según Luciana Rodrigues, superintendente ejecutiva de Dasa Genómica Latam, el sexado fetal se ha transformado en la prueba más solicitada. En el caso de Uruguay, este laboratorio la lleva adelante desde hace un año y medio.
Si lo que se analiza es un embarazo de gemelos, el resultado será válido para los dos bebés ya que son del mismo sexo; mientras que si son mellizos, dado que se desarrollan en placentas separadas, si se encuentra el cromosoma Y lo seguro es que al menos uno de los dos bebés es varón. La ausencia del cromosoma Y indica con certeza que ambas bebés son niñas.
El resultado está pronto en cinco días hábiles. En el caso de Dasa Genómica, se envía por correo electrónico a la persona que los interesados designen porque puede ocurrir que los padres quieran mantener la incógnita por un tiempo más.
Lo anecdótico de este estudio es que la manipulación de la muestra en el laboratorio solo la realiza personal femenino. “Como lo que hacemos es detectar la presencia del cromosoma Y y los únicos que lo tienen son los hombres, dado que la prueba es muy sensible, si fuera manipulada por personal masculino podría contaminarse y dar un resultado falso”, explicó Torres.
EXACTITUD. Existe otra prueba para conocer el sexo del bebé más precisa aún que el sexado fetal; es la que se realiza dentro del llamado Test Prenatal No Invasivo.
Este es un estudio que también se hace a partir de una muestra de sangre materna, pero con el fin de determinar el riesgo a desarrollar alteraciones genéticas que pueden afectar la salud del niño. El tema es que, si la paciente lo desea, también puede saber el sexo de su hijo.
“Si se trata de un embarazo de gemelos o mellizos se puede identificar el sexo de cada bebé porque es un estudio más complejo que el sexado fetal, analiza mucha más información del bebé”, indicó Torres.
De todas formas, el objetivo fundamental en el Test Prenatal No Invasivo es conocer las principales anomalías cromosómicas que se puedan presentar, caso del síndrome de Down o las microdeleciones (ver recuadro).
“Esta prueba es una herramienta más. Lo importante que hay que destacar es que es un método de screening, no es un método diagnóstico. Eso significa que el resultado indica si el bebé tiene bajo o alto riesgo de desarrollar las patologías analizadas. Si el resultado es ‘alto riesgo’, se debe confirmar por un método diagnóstico. Si bien la sensibilidad y la especificidad de esta prueba son altísimas, no es un resultado definitivo”, aclaró la bioquímica en diálogo con El País.
REQUISITOS. El Test Prenatal No Invasivo se practica a partir de la novena semana de embarazo y no hay plazo límite para realizarlo. Se puede hacer avanzado el embarazo, lo que sucede en este caso es que muchas veces ya se puede detectar alguna alteración con la ecografía.
“Lo que tiene de beneficioso poder hacerlo desde la semana 9 es que uno se puede preparar con cierta anticipación para cualquiera de las condiciones que detecte. Si bien muchos de los bebés a los que se les detectan alteraciones llegan a nacer, en algunos casos el embarazo se pierde naturalmente”, señaló Torres a El País.
Uno de los requisitos es que la embarazada no haya perdido un gemelo durante la gestación. “Lo que sucede es que cuando la madre tiene un embarazo múltiple y pierde uno de los bebés, el material genético de ese bebé es reabsorbido y queda circulando en la sangre de la madre. Entonces, cuando se emite el informe, como analizamos el ADN de la sangre materna, no podemos saber de cuál de los bebés es la información”, explicó.
Tampoco es un estudio indicado para quienes hayan recibido un trasplante de médula ósea.
Torres advirtió que el Test Prenatal No Invasivo puede analizar hasta tres ADN diferentes: el de la madre y dos bebés. “Si la mujer estuviera embarazada de más bebés no lo podemos hacer”, dijo.
El resultado está pronto en 10 días hábiles.
La especialista destacó que estos estudios son recomendados por diferentes sociedades internacionales, ya sea de obstetricia, de ginecología o de genética médica, para todas las mujeres gestantes.
“Tiene los beneficios de dar a conocer los riesgos de varias patologías o condiciones en cualquier tipo de embarazo”, remarcó la especialista.
El sexado fetal se hace a partir de la semana 9 y tiene más de 99% de certeza.