Detención de periodista de WSJ es “totalmente ilegal”, dice Biden
■ El presidente Joe Biden calificó de “totalmente ilegal” el encarcelamiento en Rusia del periodista estadounidense Evan Gershkovich por cargos de espionaje.
“Estamos dejándolo muy claro que es totalmente ilegal lo que está pasando, y así lo declaramos. Eso cambia la dinámica”, dijo Biden cuando partía de Washington para un viaje a Irlanda e Irlanda del Norte.
La Casa Blanca dijo luego que Biden telefoneó a la familia del periodista desde el avión Air Force One.
Biden les dijo que está “enfocado en conseguir la liberación de Evan”, así como la de otro estadounidense detenido en Rusia, Paul Whelan, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-pierre.
El departamento de Estado clasificó formalmente el lunes al periodista como “injustamente detenido”, un estatus que pone el caso en manos del enviado especial para rehenes, Roger Carstens.
Gershkovich, un experimentado corresponsal para The Wall Street Journal en Rusia, fue detenido en Ekaterimburgo, unos 1.800 kilómetros al este de Moscú. Agencias de noticias rusas informaron el viernes que el reportero fue acusado de espionaje, alegación que tanto Gershkovich como su periódico niegan.
La última detención de un periodista estadounidense por espionaje tuvo lugar en 1986, en plena Perestroika, e implicó a Nicholas Daniloff, que fue canjeado por un prisionero ruso tres semanas después.
Estados Unidos está en su derecho de defender a Gershkovich, pero el tribunal ruso tendrá la última palabra, afirmó ayer martes el Kremlin. “Estados Unidos puede y debe defender a su ciudadano”, señaló el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria. A la vez, enfatizó que Gershkovich fue atrapado “con las manos en la masa” y “ha violado las leyes rusas”.
Los abogados del reportero han recurrido su detención, mientras decenas de periodistas independientes rusos escribieron una carta demandando su liberación y calificando de gratuita la acusación de espionaje, cargo que acarrea hasta 20 años de cárcel en Rusia.