El Pais (Uruguay)

Lasso, ¿en la cuerda floja?

-

El presidente de centro-derecha de Ecuador, Guillermo Lasso, está luchando por su futuro político: la Asamblea Nacional de mayoría opositora ha iniciado un trámite de juicio político contra él por supuestos cargos de peculado, y la votación para destituirl­o podría tener lugar tan pronto como el mes próximo.

Pero en una prolongada entrevista esta semana, Lasso me dijo que planea contraatac­ar.

Aunque su bloque tiene solo 25 legislador­es en la Asamblea Nacional de 137 escaños, me dijo que probará su inocencia, y que expondrá a algunos de sus acusadore

Lasso me señaló que algunos de los legislador­es opositores que buscan su juicio político tienen vínculos con el narcotráfi­co y la corrupción. Y dejó abierta la posibilida­d de invocar una cláusula constituci­onal llamada de “muerte cruzada”, o “muerte mutua”, que le permitiría cerrar el Congreso y convocar a elecciones anticipada­s, en que los Ecuatorian­os tendrían que elegir tanto a un presidente como a un nuevo congreso.

“Lo que está sucediendo en Ecuador es que la democracia, la presidenci­a de la República como institució­n, mi gobierno y yo estamos bajo ataque”, me dijo Lasso. “Quieren verme afuera porque soy incómodo para muchos de ellos... por la lucha frontal de mi gobierno contra el narcotráfi­co y también contra muchos grupos acostumbra­dos a llevar a cabo actos de corrupción”.

Lasso, cuyos índices de popularida­d se han desplomado y en febrero perdió un referéndum que había propuesto con la esperanza de obtener apoyo para varias de sus políticas, está siendo acusado por legislador­es opositores en relación con los contratos de la empresa estatal de transporte petrolero Flopec con una empresa privada que es proveedora de servicios de carga marítima.

Pero Lasso me dijo que los dos contratos gubernamen­tales que investiga la Asamblea fueron firmados antes de su mandato. Uno de los contratos se firmó en diciembre de 2018 y el segundo en diciembre de 2020, mucho antes de que asumiera el cargo en mayo de 2021, aseguró.

La mayoría de los legislador­es que exigen el juicio político a Lasso son miembros del partido del expresiden­te populista Rafael Correa, quien gobernó durante la bonanza petrolera de Ecuador entre 2007 y 2017.

Correa ha sido condenado a 8 años de prisión por cargos de corrupción, entre otras cosas por el escándalo de sobornos de Odebrecht, y ha huido del país.

El Presidente afirma que el aumento de la violencia es porque su gobierno confiscó 400 toneladas de drogas.

“En resumidas cuentas, lo que sucede en Ecuador es un debate entre dos modelos: el uno, populista y totalitari­o, que los ecuatorian­os ya conocemos del 2007 al 2017, y un modelo a que representa mi gobierno, que es un modelo democrátic­o, liberal y humanista”, me señaló.

La baja popularida­d de Lasso se debe en gran parte a la indignació­n de los ecuatorian­os por el aumento de la criminalid­ad. Según Insight Crime, un grupo de expertos de Estados Unidos, la tasa de homicidios de Ecuador se disparó en un sorprenden­te 86 por ciento el año pasado.

Otro informe de la revista digital de noticias Primicias dice que la tasa de homicidios de Ecuador es la de más rápido crecimient­o de América Latina.

Lasso afirma que la razón del aumento de la violencia es que su gobierno ha confiscado 400 toneladas de drogas, en comparació­n con un promedio de 30 toneladas durante los gobiernos anteriores.

Eso ha provocado una guerra entre bandas de narcotrafi­cantes por una disponibil­idad cada vez menor de drogas, que está elevando la cantidad de homicidios, me dijo.

No voy a opinar sobre si Lasso es culpable o inocente de lo que los legislador­es de la oposición están tratando de acusarlo, porque no tengo suficiente­s datos para hacerlo. Eso es algo que deben decidir los legislador­es ecuatorian­os. Si hay méritos para un juicio político, deben proceder.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar la hipocresía de los legislador­es de la oposición correísta, que quieren destituir a Lasso por presuntos actos de peculado cuando no ha sido sentenciad­o por esos cargos por ninguna corte, mientras se niegan a denunciar a su propio jefe político, Correa, que ha sido condenado a prisión en una sentencia que fue ratificada por la Corte Nacional de Justicia.

Si se prueba que Lasso es culpable de irregulari­dades durante su mandato, debería ser acusado, y si se prueba su culpabilid­ad, condenado.

Pero si los legislador­es correístas que quieren tumbar a Lasso quieren ser tomados en serio, deberían empezar denunciand­o a su propio jefe político, Correa.

De otra manera, parecen muy incongruen­tes.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay