Petro, ante la peor crisis política y caída de imagen
La coalición que armó para gobernar, le duró nueve meses
Con el relevo de siete ministros por antiguos colaboradores, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, busca superar la peor crisis del gobierno en menos de un año de gestión.
En el poder desde el 7 de agosto de 2022, Petro ha tenido dificultades para hacer realidad los cambios que prometió en campaña sobre el sistema laboral, sanitario, de pensiones, justicia, entre otros. Y los partidos tradicionales que apoyaron el arranque de su gobierno fueron distanciándose con el tiempo en el Parlamento.
En medio de la tormenta política, Petro pidió la renuncia de todo su gabinete este miércoles. Entre los salientes se destaca José Antonio Campo, un académico liberal que se desempeñaba como ministro de Hacienda.
Por su experiencia y reconocimiento como economista y profesor de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, daba seguridad en los mercados y partidos políticos aliados de Petro, considerado el primer gobernante de izquierda en la historia de Colombia.
“Hemos logrado generar una confianza en el manejo económico del país que espero que sea consolidada y continúe bajo mi sucesor”, dijo Ocampo en una rueda de prensa de despedida.
La noche del martes, Petro había anticipado un “replanteamiento del gobierno”, tras poner fin a alianzas con partidos claves para el éxito de sus reformas en el Congreso.
El presidente había conformado un primer gabinete alejado de las fuerzas de izquierda que lo llevaron a ganar las elecciones y optó por políticos de centro y derecha. Pero las discrepancias sobre las propuestas de reformas de salud y del sector agrario detonaron el conflicto.
Otro cambio importante en el gabinete fue el de Carolina Corcho en el Misterio de Salud, en medio de disputas entre el gobierno y parte del Congreso que se opone a una reforma constitucional para reducir la participación privada en el sistema.
En Hacienda Petro designó al exprofesor universitario Ricardo Bonilla, exsecretario de Hacienda durante la alcaldía de Petro en Bogotá (20122015). En Salud, al político y cirujano Guillermo Alfonso Jaramillo, secretario de gobierno en esa época.
Siguiendo esa misma línea, ubicó al excongresista Juan Fernando Velasco en el ministerio del Interior, y en la cartera de las Tecnologías y las Comunicaciones a Mauricio Lizcano, quien venía desempeñándose como asesor de la presidencia.
A la crisis política se suma una caída en la popularidad de Petro, que se ubicó en 35% en abril frente al 40% que aprobaba sus políticas en febrero, según una encuesta de Invamer revelada este miércoles.
Como alcalde de Bogotá, Petro enfrentó constantes cambios en su equipo de trabajo por renuncias o decisión propia. Sus opositores y algunos de sus exfuncionarios señalan su dificultad para trabajar en equipo.
Los gestos de Petro “generan una crisis inédita” en el país, aseguró el presidente del Congreso, Roy Barreras en RCN Radio. “No recuerdo” que un presidente “decrete la muerte de su coalición de gobierno” tan prematuramente, añadió el parlamentario del partido oficialista.
El 28 de febrero cesó a tres de sus ministros, entre ellos el centrista Alejandro Gaviria, de la cartera de Educación, cuyas críticas a la reforma sanitaria propuesta por el gobierno se filtraron a la prensa.
También sacó del Ministerio del Deporte a la campeona olímpica María Isabel Urrutia, acorralada por un escándalo de corrupción, y a Patricia Ariza de Cultura, sin justificar la decisión.
El terremoto en el gabinete representa la peor crisis de gobierno en poco más de nueve meses.
“La gente está con mucha incertidumbre frente al futuro, hacia dónde vamos, y los cambios de ministros lo que hacen es ahondar esa incertidumbre”, aseguró en W Radio el expresidente (2010-2018) y Nobel de Paz, Juan Manuel Santos.
Hemos logrado generar una confianza en el manejo económico del país que espero que sea consolidada y continúe bajo mi sucesor”.
Ministro saliente de Hacienda de Colombia, Juan Antonio Campos.