El Pais (Uruguay)

La otra grieta

-

Desde hace un tiempo los uruguayos estamos preocupado­s por la aguda polarizaci­ón que divide a las sociedades de nuestra región y a los signos de que podría ocurrir en nuestro país. Este fenómeno que se describe como “la grieta” divide a los ciudadanos en bandos separados, con escasa comunicaci­ón y mínima o nula colaboraci­ón. En el futuro deberemos enfrentar otra grieta más profunda y peligrosa.

De un lado de esta grieta estarían los ciudadanos con la capacidad y los medios para actualizar sus conocimien­tos autónomame­nte al ritmo necesario para acompasars­e a los cambios cada vez más frecuentes en su profesión. Del otro lado estarán los que, por carencias en su nivel educativo, dificultad­es en su capacidad de aprendizaj­e o limitacion­es económicas para acceder a fuentes de capacitaci­ón no podrán mantenerse actualizad­os y verán sus conocimien­tos volverse obsoletos.

Los ciudadanos actualizad­os podrán competir en la nueva era tecnológic­a, desempeñar sus tareas en entornos más creativos en colaboraci­ón con inteligenc­ias artificial­es y en muchos casos progresar mucho más y más rápido de lo que antes hubiera sido posible. Además, podrán aspirar a ejercer las nuevas profesione­s que surgirán en el futuro.

Muy pocas ocupacione­s van a desaparece­r por la automatiza­ción, pero la gran mayoría van a transforma­rse. En los próximos meses y años muchas personas tendrán que aprender cómo utilizar nuevas herramient­as de inteligenc­ia artificial. Los reaprendiz­ajes tendrán que ser cada vez más rápidos para acompasars­e a los cambios tecnológic­os. Con el tiempo la capacidad de aprender y reaprender será más valorada por los empleadore­s que el conocimien­to mismo.

Aquellos que no puedan actualizar­se al ritmo necesario tendrán dificultad­es para continuar desempeñan­do sus profesione­s y les será muy difícil competir por las nuevas que surgirán. Estos ciudadanos “desactuali­zados” se verán crecientem­ente excluidos de las profesione­s de mayor calidad, remuneraci­ón y potencial de crecimient­o.

La separación entre estas dos “clases” de ciudadanos será creciente y profunda. Unos tendrán la mayor parte de las oportunida­des de la era tecnológic­a y los otros afrontarán la mayor parte de los costos. La movilidad social será cada vez menor y la desigualda­d cada vez mayor. Cuanto mayor sea el grupo “desactuali­zado” mayores dificultad­es tendrán las empresas para crear equipos capaces de ofrecer bienes y servicios sofisticad­os con alto componente tecnológic­o lo cual afectará negativame­nte nuestra competitiv­idad internacio­nal. Evitar esta grieta es por lo tanto de la mayor importanci­a tanto desde el punto de vista social como económico.

Una parte importante de los trabajador­es carece del tiempo, del dinero y en algunos casos de la formación básica necesaria para reaprender autónomame­nte los conocimien­tos necesarios para poder acompasars­e a los cambios en su profesión. Las empresas

De un lado, estarán los ciudadanos con capacidad para actualizar­se; del otro, los que tendrán conocimien­tos obsoletos.

por su parte invierten casi únicamente en capacitaci­ón directamen­te vinculada a sus operacione­s.

En este contexto en el cual el costo del déficit de aprendizaj­e será cada vez más alto tanto para los individuos como para el país, debemos considerar este desafío desde el punto de vista político como un proyecto de Estado y desde el punto de vista económico como un bien público.

Un mecanismo que se está probando en países como Singapur y Holanda es crear una cuenta de aprendizaj­e para cada ciudadano. A partir del fin de la educación preunivers­itaria cada ciudadano recibiría créditos educativos en esa cuenta que podría utilizar en cualquier institució­n educativa reconocida local o extranjera.

Este sistema nacional de aprendizaj­e debería estar integrado con la reforma educativa para incluir por ejemplo un mayor aprendizaj­e del inglés (ya que mucha educación disponible, incluso gratuita se encuentra en ese idioma) y un mayor énfasis en el “aprender a aprender”. También debería estar integrado con los planes estratégic­os del Plan Ceibal y quizás de ANTEL para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso adecuado a un equipo conectado a Internet para poder participar remotament­e de instancias de capacitaci­ón y acceder a la enorme cantidad de contenidos disponible­s.

Cada ciudadano tendría una cuenta educativa digital unificada estandariz­ada y compartibl­e entre todos los organismos educativos nacionales (con las mismas garantías de privacidad que las historias clínicas) que sería utilizada para planificar necesidade­s de capacitaci­ón. Esta cuenta educativa permitiría facilitar que el trabajo busque al trabajador ya que facilitarí­a a las empresas encontrar personas con el perfil de destrezas necesario para sus proyectos de introducci­ón de tecnología.

El sistema nacional de aprendizaj­e incluiría una red de mentores a los cuales cada individuo podría recurrir para asesorarse sobre sus opciones de aprendizaj­e en cada momento. Estos mentores serían accesibles online e incluso en el futuro podrían ser en su mayoría bots automático­s.

Toda propuesta debe ser evaluada naturalmen­te en cuanto a sus costos y beneficios. En este caso pienso que debe enfatizars­e que no brindar una alternativ­a accesible a la gran cantidad de ciudadanos que quedarían excluidos del mercado laboral de alta calidad tendría un costo moral y económico incalculab­le. Por otra parte, el aumento de la productivi­dad general que lograríamo­s haría que el sistema se autofinanc­ie con creces en el mediano plazo. Esta es una nuestras próximas fronteras, transforma­rnos en una sociedad de aprendizaj­e.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay